lunes, 21 de junio de 2010

EA se convierte en el nuevo caballo de Troya proetarra


ANGELES ESCRIVÁ / Bilbao

Su pacto con la antigua Batasuna no condena a la banda / Se limita a pedir 'la desaparición de todo tipo de violencia'

Zapatero  embusteroLa izquierda abertzale ha encontrado otro modo de burlar las limitaciones de su ilegalización utilizando a EA, un partido legal convertido en una carcasa dispuesta a blanquear los actos políticos y las iniciativas de su nuevo socio y actuar como un nuevo caballo de Troya de Batasuna. Se suponía que una de las ventajas de esta asociación -presentada solemnemente con la firma final del secretario general de EA, Pello Urizar, y el dirigente de la izquierda abertzale Rufino Etxeberria- era la capacidad de los nacionalistas de arrastrar a los radicales a pedir la disolución de ETA o a la condena de los atentados. Pero ayer no ocurrió nada de eso: no sólo no se mencionó a la banda terrorista sino que fueron destacadas las alusiones a la responsabilidad de los estados español y francés en la existencia del conflicto vasco. Sigue en página 4 Editorial en página 3

En definitiva, la izquierda abertzale no fue más allá de la Declaración de Alsasua en la que se contienen los principios de Mitchell y EA, que siempre ha sido un partido de condenas explícitas, aceptó quedarse ahí por el bien del pacto.

A partir de ahora el partido nacionalista, al borde de la desaparición, llenará de gente sus convocatorias; a cambio, la izquierda abertzale, puede dar por hecho que ha vuelto y que ha conseguido dar el primer paso hacia la formación del foro soberanista que tanto ella como la dirección de ETA en sus documentos aseguran haberse señalado como objetivo para iniciar un proceso con el Estado. No es extraño, por tanto, que sus seguidores ayer compensaran el comedimiento de los símbolos y de las expresiones de que hizo gala el acto -tan alejado de la escenografía batasuna- con aplausos emocionados, referencias al momento histórico y lágrimas en los ojos.

Lo que se firmó ayer fue «un acuerdo estratégico nacional» cuyo «objetivo es la constitución de un Estado vasco independiente». Esto no significa necesariamente que los dos partidos vayan a ir juntos a las próximas elecciones, sino que van a trabajar para «impulsar fórmulas electorales que permitan la acumulación de fuerzas» necesaria para conseguir sus objetivos. De hecho, éste es el punto en el que EA se ha reservado una cláusula de seguridad. Es sabido que si ETA atentara y la izquierda abertzale traicionara sus anuncios de buenas intenciones negándose a condenar ese atentado, su eventual socio electoral tendría dificultades. Probablemente por este motivo, como queda todavía bastante tiempo para los próximos comicios, el último punto del pacto firmado ayer instaura una comisión de coordinación cuya misión es vigilar el cumplimiento del mismo.

Según aseguraron las dos formaciones, su «prioridad» es «superar el conflicto político y la desaparición definitiva de la violencia». Su receta para conseguirlo es impulsar un «proceso democrático que desde el diálogo y la negociación y el acuerdo entre los agentes políticos establezca los compromisos indispensables para respetar la decisión de la sociedad vasca, haciendo posible el desarrollo de todos los proyectos».

Para superar lo que denominan «una realidad de múltiples violencias» -la del Estado y la de ETA- hay que empezar a dar pasos y a obtener compromisos. Ellos se comprometen (Declaración de Alsasua) a desarrollar esa negociación asumiendo las vías pacíficas y renunciando al uso de la violencia. A cambio, el Estado ha de «recuperar las condiciones democráticas mínimas»: tendrá que derogar la Ley de Partidos y las medidas «que buscan el castigo sin medida de los presos políticos (cadenas perpetuas)»; deberá trasladarlos a las prisiones vascas e iniciar un proceso para excarcelarlos a todos (a las víctimas ni las menciona); habrá que suprimir «los instrumentos utilizados para la represión política», incluidos los procesos judiciales, desactivar la presión policial y dar fin «a las amenazas y presiones contra las personas».

Así pues, según anuncian, «después de asumir el compromiso del uso exclusivo de las vías pacíficas», han empezado a dar pasos para que «la violencia consecuencia del conflicto político», quede atrás. No explican qué ocurrirá si ETA atenta o si este plan que han establecido de diálogo con las fuerzas políticas no se lleva a cabo o si el Estado no cede. Al menos EA parece confiar en que esta hoja de ruta provoque una tregua que con el tiempo y ciertos avances, se vuelva irreversible.

La jornada se inició con el revelador lapsus de uno de los miembros de la oficina de prensa de EA, que se dirigió a los medios de comunicación anunciando que a la hora menos cinco bajarían «las ejecutivas (sic) de Eusko Alkartasuna y de la izquierda abertzale». Superado ese traspiés -lógico si tenemos en cuenta que poco después descenderían por las escalinatas del Palacio Euskalduna miembros de las diferentes mesas nacionales de la ilegalizada Batasuna como Jone Goirizelaia, Rufino Etxeberria, Tasio Erquicia, Idoia Gallastegi, Iñaki Olalde, Idoia Ayastui, Manuel Ayerbe- , cada uno de los pasos dados fue cuidado hasta el extremo, probablemente para evitar problemas legales.

No hubo más bandera que la de Euskadi, y a la asociación no se le había puesto un nombre; únicamente presidía la sala el lema de Hasta conseguir Euskal Herria.

Tanta fue la estudiada imprecisión, que hora y cuarto después de iniciado el acto, no se sabía muy bien la naturaleza de lo que se estaba presentando. Una especie de grupo de trabajo con destacados miembros de ambas corrientes -lo que en otras asociaciones constituiría una ejecutiva conjunta- había subido al escenario y algunos de sus miembros habían desgranado algo parecido a las intenciones de un programa electoral. Se hablaba de la «violencia contra la mujer que había que combatir», se defendía «la importancia del sector primario para el desarrollo de este país» y resultó curioso ver a un recalcitrante Iñaki Antigüedad ocupado en asuntos ecológicos. No fue hasta el final cuando sendas representantes de las dos corrientes aclararon lo que se había firmado.

1 comentario:

  1. Ya lo vengo diciendo hace tiempo. Ahora con estos, a presentarse y luego a meter mano a la caja. Si es que se lo ponen mascao, más facilidades que da el gobierno, joer, que más se puede pedir.

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