Mujeres por la Justicia convoca la primera movilización de víctimas contra el Gobierno
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Mujeres por la Justicia dio ayer sus primeros pasos como plataforma de víctimas del terrorismo con una carta de presentación directa: Madrid, 9 de junio a las 18.00. Ésa es la fecha de la primera concentración de un colectivo de víctimas contra el «deleznable plan de acercamiento y privilegios» a presos etarras que, asegura, está llevando a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy.
Toñi Santiago, madre de Silvia, la niña de seis años asesinada por la explosión de un coche bomba en la casa cuartel de Santa Pola, reflexionó acerca de la capacidad de los políticos para lograr que «aquellos cobardes [en referencia a los asesinos de su hija] no se crucen jamás con otra criatura». Santiago aseguró que «los políticos de turno, de un color u otro, no tienen la suficiente valentía ni coraje para derrotar a la banda terrorista ETA».
«No existe una ETA buena y otra mala. Los terroristas son de pistola y de escaño, pero todos son ETA». Sin ambages se mostró Mamen Álvarez, la portavoz de la nueva plataforma y mujer de Francisco José Alcaraz, para exigir al Ejecutivo que anule la denominada vía Nanclares, a la que consideran «un fraude de ley».
La misma decepción con el Gobierno popular mostró María Jesús González, madre de Irene Villa, quien si bien reconoció que el actual Ejecutivo «no ha negociado con ETA», aclaró que «sí permite que salgan adelante las propuestas del anterior». Recordó que siempre le dijo a su hija que había que confiar en la Justicia, sin odio. Quieren seguir creyendo.
En un acto que reunió a más de medio centenar de familiares y víctimas, entre ellas el ex funcionario de prisiones secuestrado por la banda terrorista Ortega Lara, la viuda de Fernando Múgica, Mapi de las Heras y el miembro del PP vasco Santiago Abascal, tuvieron voz más mujeres que vieron partidas sus vidas por el terrorismo.
Pilar Elías, quien mañana conmemorará el 32º aniversario del asesinato de su marido, Ramón Baglietto, afirmó que «es imposible sobrellevar» que el asesino de su marido viva debajo de ella, pero repitió que sólo piden «justicia». Para lograrla quieren que se esclarezcan los más de 300 asesinatos sin resolver. Como el del policía nacional Máximo Díaz, asesinado en 1985. Su hija, Pilar Díaz, exigió ayer que «los asesinos de ETA colaboren con la Justicia» para dar luz a los casos pendientes.
Hoy cumplirían 28 años las hijas de Rosa María Alcaraz. Un atentado de ETA contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, el 11 de diciembre de 1987, sólo les permitió vivir tres años. Su madre se preguntó ayer, entre lágrimas, si sirvió de algo tanta sangre derramada.
Las mujeres coraje que forman la iniciativa claman que ya es bastante generosidad la vida de sus familiares asesinados. Están dispuestas a protestar ante las cárceles de donde salga un etarra para que «vean las caras de sus víctimas». «Incluso en Nanclares, si es necesario», sentenció la portavoz, Mamen Álvarez.
Mujeres coraje, madres coraje, que se tenga que hacer esto para llamar la atención del gobierno del pp, es que tiene narices. Un gobierno que en la oposición decía lo contrario a lo que ahora está haciendo.
ResponderEliminarMi solidaridad con las victimas.
Y no queremos un gobierno que nos mienta.