martes, 27 de marzo de 2012

El yerno de Elosua tumba la versión de los imputados en el chivatazo


  • MANUEL MARRACO MADRID
  • 27/03/2012 PORTADA/El Mundo



  • La primera diligencia tras la reactivación del caso Faisán ha vuelto a señalar a los imputados. El yerno de Joseba Elosua desmontó ayer la tesis de las defensas sobre el momento en que se produjo el chivatazo y ofreció un relato que encaja con su implicación en el soplo.

    En su declaración como testigo ante el juez Pablo Ruz, Carmelo Luquín desveló que el dueño del bar Faisán ya le había contado la delación bastante antes de que se produjera la llamada que los imputados señalan como la del chivatazo y que atribuyen al propio equipo investigador.

    Andalucía ha decidido seguir en la claoca socialistaCarmelo Luquín es una figura crucial en la cronología del chivatazo. Fue a él a quien Joseba Elosua relató el soplo y fue una conversación entre ambos, grabada por la Policía, la que alertó a las Fuerzas de Seguridad de que algo raro había sucedido. Pese a ello, nunca había declarado como testigo por el chivatazo, tan sólo como imputado en el sumario contra la red de extorsión, en el que está procesado.

    A preguntas del magistrado Pablo Ruz, Luquín relató tres encuentros con Elosua el 4 de mayo de 2006, día del soplo. El primero, cuando el dueño del Faisán llegó a un pequeño centro comercial de Irún, junto a la frontera con Francia, en el que la familia Elosua tiene el bar y una perfumería. Antes de entrar en el Faisán, Elosua se asomó unos segundos a la tienda y saludó a Luquín. Según las grabaciones, eran las 11.10 horas.

    El siguiente encuentro fue revelado ayer por primera vez y es el que desbarata la versión de los imputados. Un rato después de esa primera visita -no precisó cuánto-, Elosua volvió a pasar a la perfumería, situada a sólo unos metros. Fue entonces cuando le dijo a Luquín por primera vez que al poco de llegar al bar un hombre le había pasado un teléfono desde el cual «un policía» le había advertido de una operación inminente: el etarra Cau Aldanur iba a ser detenido al cruzar la frontera con dinero de la extorsión que él mismo tenía que darle. Elosua aún tuvo tiempo de indicar a su yerno que el que le había dado el teléfono era un hombre que se alejaba por la calle. Luquín le vio de espaldas, aunque ayer no supo dar datos físicos para identificarle.

    Pero no fue entonces cuando Luquín llevó a Elosua a Francia para alertar de la operación policial, sino que siguió en la perfumería un buen rato, hasta la hora habitual de cierre, a las 12.30 horas. Luego pasó al bar a dejar las llaves, vio a Elosua nervioso y se ofreció a llevarle al otro lado de la frontera.

    La cronología no cuadra con la tesis de las defensas y sí, en cambio, con la propuesta por el equipo investigador, avalada por el fiscal Carlos Bautista y asumida por el juez en el auto de procesamiento, de que el soplo fue a las 11.23 horas. Por eso Luquín tuvo que esperar un buen rato hasta poder cerrar la tienda.

    La defensa del entonces jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamies, recurrió el procesamiento indicando que el soplo se habría producido a las 12.26 horas, en una llamada «que encaja mucho más lógicamente con los hechos». Se trataba de una llamada hecha por un miembro del equipo investigador a otro, inmediatamente antes de que Elosua intentara llamar a Francia para avisar de la operación y, al no conseguir el contacto, pidiera a su yerno que le acompañara al otro lado de la frontera, a las 12.41.

    La llamada que hasta ahora proponían las defensas duró casi cinco minutos, así que terminó a las 12.30 horas. Para entonces, según el relato de Luquín, hacía rato que Elosua le había advertido del soplo.

    También declararon ayer varios mandos que en su día estuvieron asignados a la operación Urogallo, frustrada por el soplo. Todos declararon que habían estado esa mañana junto al agente al que las defensas atribuyen la llamada del soplo.

    Que la llamada del chivatazo fuera la propuesta por las defensas era una de esas «otras alternativas igualmente posibles» a las que se refirió el Pleno cuando revocó los procesamientos y devolvió a Pamies, al inspector Ballesteros y al ex director de la Policía Víctor García Hidalgo a la condición de imputados.

    1 comentario:

    1. Ya parece que entra de nuevo el tema del faisán chamuscado..., haber si de una vez se sabe la verdad, y castigan a los culpables, que no hay que olvidar, que por encima de ellos estaban los políticos de turno en el ministerio.

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