La AVT, la Asociación de Ayuda, Botella, Gallardón, Díez y Aguirre les piden que no se manifiesten ese día
Las críticas arreciaron desde todos los sectores. La fecha elegida por las centrales sindicales UGT y CCOO para convocar una nueva protesta en la calle contra la reforma laboral del Gobierno, el 11-M, fue censurada por partidos políticos y asociaciones de víctimas. Ayer mismo ya tuvo una primera consecuencia: la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento decidieron cambiar de día los actos en recuerdo de la matanza de 192 personas.
Desde las asociaciones de víctimas, que tildaron de «desfachatez» que los sindicatos «intenten tapar» las conmemoraciones del octavo aniversario del 11-M, hasta el Partido Popular, pasando por Unión Progreso y Democracia y por el Gobierno, la catarata de reacciones fue continua. La protesta de los sindicatos, que aseguran que no pueden convocarla el día 18 porque es puente, ni el 25 por las elecciones andaluzas y asturianas, recibió el respaldo del PSOE a través de Pérez Rubalcaba.
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, criticó a los sindicatos con dureza por hacer coincidir sus convocatorias con el octavo aniversario de los atentados. En declaraciones a Europa Press, Pedraza consideró una «desfachatez» que los sindicatos «intenten tapar» las conmemoraciones del 11-M, fecha en la que no sólo se recuerdan los atentados de Madrid sino que también se celebra el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, e insistió en que disponen de otros 365 días en el año para sus reivindicaciones.
«Demuestran muy poco respeto hacia las víctimas del terrorismo, como han venido demostrando siempre», añadió antes de preguntar a los máximos dirigentes de CCOO y UGT por qué no han estado nunca al frente de una manifestación de víctimas. «Me hubiera gustado verles alguna vez en homenajes a las víctimas y nunca han estado; ahora es una desfachatez y demuestra poca moral convocar una manifestación ese día», remachó.
En el mismo sentido se pronunció la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez, quien considera «incomprensible» e «indignante» la coincidencia. Reiteró que, mientras las manifestaciones tienen muchas fechas para celebrarse, el recuerdo a las víctimas de los atentados no puede realizarse otro día.
Sin embargo, Pilar Manjón no comparte esta visión y restó importancia a la coincidencia de fechas. Manjón opina que las manifestaciones no aumentan ni alivian el dolor de las víctimas. «No queremos ser más protagonistas de lo que lo fuimos en el año 2004; a partir de entonces se trata de una fecha en el calendario que unos llevan mejor y otros llevamos peor», explicó.
De momento, tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid han decidido modificar la convocatoria de los actos oficiales en recuerdo de las víctimas de la masacre. El homenaje se celebrará, «en principio», el lunes 12 de marzo. Así lo anunció ayer el vicepresidente regional, Ignacio González, y se sumó posteriormente el Consistorio. Se cambia, indicó, «para evitar la manipulación» de esta fecha por parte de los sindicatos. La mano derecha de Esperanza Aguirre tildó de «absolutamente inaceptable e impresentable» la actitud de UGT y CCOO, que «pone de manifiesto el grado de deterioro» y la «confrontación a la que han llegado los sindicatos, al querer utilizar a las víctimas del 11-M para justificar su estrategia».
Por su parte, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, confió en que los sindicatos reconsideren su decisión porque, en su opinión, sería una «insensibilidad muy difícil de comprender» hacia las víctimas. «No es un día ni para confundir ni para hacer cosa distinta que no sea esa obligación de recordarlas», aseguró en declaraciones a Onda Cero.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, tildó también de «lamentable» la elección de la fecha. Es algo que «simplemente les califica a ellos mismos». Añadió que el 11-M «es una fecha lo suficientemente dolorosa para que nadie quiera aprovecharla políticamente para nada».
La líder de UPyD, Rosa Díez, ve «bastante de mal gusto» la convocatoria de los sindicatos el 11-M. Reconoció que «tienen derecho a plantear sus reivindicaciones de la manera que consideren oportuno pero», añadió, «podían encontrar otra fecha».
El vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, pidió a los sindicatos que desistan de convocar protestas el 11 de marzo, porque las víctimas «no se merecen» que haya otro tipo de manifestaciones ese día «por muy legítimas que sean».
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, afirmó que la jornada del 11-M debería dedicarse «íntegramente» a homenajear y a recordar a las víctimas de los «terribles» atentados de 2004, y no a reivindicaciones laborales o sociales para las que hay «otros días». La Delegación del Gobierno todavía no ha recibido la comunicación formal de las organizaciones sindicales madrileñas sobre esta convocatoria.
>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Victoria Prego.
El PP culpa a los socialistas de la conflictividad
Acusan a Rubalcaba de pretender ocupar la calle y le exigen que condene la violencia
El número tres de los populares, en una comparecencia en la sede de su partido,exigió al secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, que «manifieste un rechazo explícito a la violencia que se ha producido y que condene la quema de contenedores, de mobiliario urbano y el ataque a determinadas propiedades privadas».
En opinión de Floriano, detrás de las protestas y manifestaciones legítimas existe una «estrategia del PSOE con el ánimo de ocupar las calles creando un clima de conflictividad social».
En consecuencia, reclamó al líder de la oposición que «deje de poner palos en las ruedas» a quienes los ciudadanos han encargado «poner en marcha las reformas necesarias para sacar a España de la crisis y del pozo del déficit y de paro en el que el propio Rubalcaba nos ha metido».
Floriano insistió en que si la manera que tiene el PSOE de ayudar al Gobierno es «alentando o apoyando» las movilizaciones, «mejor que no se esfuerce». El dirigente popular aprovechó también para criticar duramente a los servicios informativos de TVE que, en su opinión, están contando lo que sucede «al servicio de unos intereses concretos».
A los altercados se refirió también desde Bruselas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al término de la primera jornada del Consejo Europeo. Pidió a los descontentos contra sus medidas que sean «prudentes» y se abstengan de movilizarse en la calle, porque con ello no van a conseguir «nada». El jefe del Ejecutivo se reafirmó en la reforma laboral y subrayó que ha sido «muy bien valorada» por sus socios europeos. Sin aludir directamente al PSOE, recalcó que sabe que «hay grupos políticos a los que no les gusta» la reforma laboral, pero que eso no le va a hacer cambiar de opinión, y que se ha aprobado «no para fastidiar a nadie, aunque perjudique a algunas organizaciones», en clara alusión a los sindicatos, informan Carlos Segovia y Javier Gallego.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, hizo un llamamiento a la «responsabilidad», pero no culpó directamente al PSOE del clima de conflictividad. Sí expresó su rechazo rotundo a la violencia e incluso advirtió de que las «imágenes de Barcelona hacen mucho daño y probablemente habrán costado muchos puestos de trabajo y muchas inversiones».
Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, se refirió a la posibilidad de que el PSOE se «lance a las calles» y, en este sentido, reclamó a Rubalcaba que sea «muy cuidadoso en no alentar manifestaciones de violencia que dañan la imagen del país».
Valiente panda de vagos y sanguijuelas están hechos. Venga chupar del pesebre, a currar los mandaba yo, pero en las carreteras. Ya sabéis lo que hay que hacer, darse de baja...
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