martes, 7 de febrero de 2012

Nadie sabe nada


6 de Febrero de 2012 - 20:28:55 - Luis del Pino/Libertad digital

Continúa el desfile de altos cargos de Renfe por el juzgado de la juez Coro Cillán, para tratar de averiguar quién dio la orden de destruir los trenes del 11-M. Hoy le ha tocado el turno al que fuera presidente de la empresa ferroviaria el 11 de marzo de 2004, Miguel Corsini, que ha venido a declarar que a él no le consta que se recibiera ninguna orden de destruir los trenes, pero tampoco de conservarlos. Lo que sí dijo en su declaración es que alguien les autorizó en la tarde del 11-M a "retirar el material ferroviario", aunque no ha aclarado de quién partió esa autorización.

A preguntas de los abogados, Corsini ha insinuado que tampoco él tenía por qué saber todo lo que pasaba en la empresa, y ha dicho que quien llevaba el contacto con las Fuerzas de Seguridad era Manuel Rodríguez Simons, que el 11-M ejercía de Director de Seguridad de Renfe en funciones, ya que el verdadero director, Carlos Román Crespo, estaba de vacaciones.

En una declaración anterior de un testigo ante la juez Coro Cillán, se apuntó a que el juez Del Olmo podría haber transmitido la orden de destruir los trenes a través del responsable jurídico de Renfe, José Luis Marroquín. Preguntado a este respecto, Corsini ha afirmado que José Luis Marroquín no le comunicó nada de ninguna autorización judicial.

Además de Corsini, han declarado también ante la juez Cillán los policías y un empresario que participaron en la destrucción, no de los trenes, sino de los efectos de las víctimas. De esa destrucción de los efectos no reclamados por ninguna víctima ya informamos en su día en Libertad Digital: centenares de objetos que podrían haberse utilizado en la realización de análisis acabaron en la incineradora de Valdemingómez y en una trituradora industrial. Se trata de un hecho escandaloso, pero que al menos está bien documentado: fue el juez Del Olmo quien autorizó la destrucción de esos efectos, a solicitud de la Policía, y sabemos dónde y cuándo se destruyeron, así que esas declaraciones no han aportado ninguna novedad.

Está claro que las comparecencias de hoy no han servido para mucho. Si acaso, para dejar claro que a quien la juez Coro Cillán debería llamar a declarar, para averiguar quién ordenó destruir los trenes, es al que era Director de Seguridad de Renfe, Manuel Rodríguez Simons, y al responsable jurídico, José Luis Marroquín, que son quienes tenían, al parecer, los contactos con la Policía y con el juez.

1 comentario:

  1. El que nada, no se ahoga..., vaya merienda de negro, el muerto al hoyo y el vivo al bollo.
    Queremos saber la verdad.

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