lunes, 27 de febrero de 2012

ETA espera que se derogue la 'doctrina Parot' para 'emplear' a los beneficiados


  • ÁNGELES ESCRIVÁ MADRID
  • 27/02/2012 ESPAÑA/El Mundo
  • Quiere incorporar a esos reclusos al «proceso de liberación» y a la «estrategia política», pero las Fuerzas de Seguridad temen que los convierta en su «sanedrín»


    El PSOE quiere arrebatar en la calle lo que le niegan las urnasETA espera la derogación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Constitucional para incorporar a su estrategia a los presos etarras que se vean beneficiados por esa decisión.

    Uno de los documentos de la banda, destinado al consumo interno de sus reclusos, asegura que «una vez iniciadas las dinámicas reivindicativas de los derechos básicos de los presos, el siguiente paso es que regresen a su hogar. Esto en la actual coyuntura política se ha convertido en una prioridad, tanto para el proceso de liberación como para la estrategia política general, por lo que podrían aportar los militantes del colectivo y por la influencia que pueden desarrollar a la hora de provocar un auténtico giro social. Para el Estado, sería un punto de no retorno».

    En el citado documento, la organización terrorista no contempla bajo ningún concepto que los etarras que puedan salir de prisión en un futuro por distintos métodos se conviertan en ciudadanos jubilados, sino que les confiere una función, y los expertos de las Fuerzas de Seguridad sostienen que para algunos de ellos, «dado que no han renunciado a su condición de militantes de ETA, esa función es la de constituirse en el sanedrín de ETA».

    Los expertos trabajan con varios escenarios y uno de ellos incluye la constatación de que los miembros de la actual dirección de la banda terrorista tiene muchísimo menos peso que cualquiera de los etarras que pudiera verse beneficiado por la derogación de la doctrina Parot, y consideran que el texto mencionado indica que uno de sus destinos puede ser apuntalar a los dirigentes de la organización.

    El documento fue difundido en octubre, elaborado casi al mismo tiempo que la preparación del «cese definitivo de las acciones armadas», pero realiza una planificación de acciones que se debían realizar en los meses siguientes y un planteamiento estratégico que se ha venido confirmando hasta el día de hoy.

    La banda asegura que «el proceso acarreará una amnistía», pero demuestra tener la paciencia o el cálculo suficientes para aceptar que, «aunque sin una liberación de presos no se concibe la transición democrática que en su momento no pudimos desarrollar, todavía estamos en una primera fase». De modo que lo «prioritario es el acercamiento de presos», porque fortalece el «Proceso Democrático». Y porque «debemos exigir nuestra participación en el proceso y, para obtener esa participación en todos los ámbitos del debate que se produzca, volvemos a insistir, debemos estar en Euskal Herria».

    Pero no es la única prioridad. «Hay tres reivindicaciones que tienen una dimensión más pronunciada: traer a los presos vascos a Euskal Herria, acabar con las penas que abarquen toda la vida del preso y excarcelar a aquellos reclusos con problemas de salud». Y en otro momento del texto añade: «Acelerar el regreso a casa lo máximo posible no sólo de los presos, sino también de los refugiados», incluyendo en estos últimos a los huidos o deportados.

    Cuando se refiere a crear todas las presiones posibles para acabar con las condenas largas de los reos, la organización alude exactamente a «la excarcelación de aquéllos que han cumplido las condenas íntegras (doctrina del Tribunal Supremo) y a aquéllos a los que se les ha aplicado la cadena perpetua (compañeros que se encuentran en prisiones francesas)». Efectivamente, los tribunales franceses vienen condenando a los etarras desde hace unos años a la cadena perpetua revisable, que está incluida en el Código Penal galo.

    Con la referencia a la doctrina del Supremo, los autores del texto se refieren a la sentencia con la que, el 28 de febrero de 2006, el Tribunal Supremo, en respuesta a un recurso presentado por el etarra Henri Parot, decidió que la reducción de penas por beneficios penitenciarios ha de aplicarse no desde la máxima pena de 30 años, sino respecto de cada una de las condenas que un etarra hubiera podido recibir individualmente. Esta decisión, la aplicación de este nuevo cómputo, que alarga la estancia en prisión de los terroristas afectados, está pendiente de una decisión del Tribunal Constitucional, después de que muchos de los etarras que estaban afectados presentasen sus recursos.

    La doctrina afecta a unos 62 etarras, aunque en distinto grado. El ministro del Interior advirtió recientemente que entendía la repugnancia que generaba que etarras con graves atentados queden libres a los 15 años de condena, pero precisó que podían darse dos situaciones: «La de aquellos etarras que han sido condenados y para los que el tribunal sentenciador ha establecido de manera explícita el cómputo de la condena, y aquéllos otros que no. Eso, desde el punto de vista formal. Desde el punto de vista temporal, habría diferencia entre las sentencias producidas con anterioridad y las habidas después de la sentencia del Supremo respecto a la doctrina Parot».

    La banda vincula el «proceso de amnistía» al «proceso de liberación nacional» que debe ir ligado al «proceso de autodeterminación». Y, en cualquier caso, no admite salidas individuales.

    En octubre ya puso las normas a los suyos y se han ido cumpliendo. Previó desde la manifestación que se celebró a principios de enero, exigiendo el acercamiento de los presos, hasta el comportamiento de sus reclusos ante los tribunales. Un comportamiento que ha sido seguido en las comparecencias en la Audiencia Nacional a pies juntillas: «No se pagan multas», «fianzas, sí», «los tribunales no tienen legitimidad para juzgarnos», «Euskal Herria debe juzgar a los vascos», «acuerdos, no, nada de beneficios de carácter individual», «nada de renegar de ETA».

    La organización pretende hacer uso de cada paso. «Hay que obligar al Estado a que dé los pasos que nosotros queremos. Cada victoria en este sentido debe administrarse como un impulso a nuestra estrategia. Y ha de considerarse como un logro del pueblo. Cuanta mayor sea la capacidad de movilización en la calle, cuantos más agentes impliquemos y cuanta mayor sea nuestra capacidad de darle una dimensión internacional al asunto, mayor será nuestra capacidad de victoria».
  • 27/02/2012 ESPAÑA
  • «Nada de pedir perdón»

    A pesar de que la izquierda 'abertzale' dijo ayer que lamentaba haber sido «insensible» a las víctimas de ETA [ver página 12], nada tiene que ver, ni de lejos, con pedirles perdón.

    Los expertos de las Fuerzas de Seguridad han notado que ello tampoco está entre las peticiones que la izquierda 'abertzale' hace a la banda terrorista. Y, según ellos, si no se lo piden a ETA, es porque la organización ya ha dicho que no lo va a hacer.

    De hecho, la postura al respecto de la banda ya habría quedado clara en el documento dirigido a los presos el pasado mes de octubre.

    «Respecto a las víctimas, nada de desagravios, nada de pedir perdón», señala. En cuanto a la «reparación» de éstas, «el Estado ha conseguido conquistar muchos espacios», dice. «Este tema nos llevará bastante trabajo ideológico, pero tenemos que hacer nuestro el concepto de víctima, siempre teniendo en cuenta que ha sido Euskal Herria la víctima de todo el conflicto. Y siempre impulsando la idea del grave perjuicio causado por el Estado».

    «Sus víctimas hacen el trabajo de un 'sherpa' y juegan el papel de lamentar el conflicto. Nosotros, al contrario, usamos a las víctimas para impulsar una solución democrática, y eso es lo que le provoca graves contradicciones al Estado».

    Desde la difusión del documento hasta ahora, varios partidos políticos vascos y también el 'lehendakari', Patxi López, han solicitado el acercamiento de los reclusos a las cárceles vascas, y se ha abordado la regulación de las «víctimas policiales».
  • MIKEL SEGOVIA SAN SEBASTIÁN
  • 27/02/2012
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  • Los 'abertzales' «lamentan» no haber apoyado a las víctimas de ETA como a las «de los Estados»

    Por ahora, en su discurso no existen las palabras perdón ni disolución; tan sólo aproximaciones. Pero sí incluye términos y gestos nuevos. En el pronunciado ayer, la izquierda abertzale «lamenta» no haber apoyado a las víctimas de ETA como a las «de los Estados».

    Viene de primera página

    La declaración leída ayer por la izquierda abertzale supone un indudable aunque insuficiente avance que, sin embargo, no logra desprenderse de su tradicional juego de equilibrios para intentar cerrar 40 años de violencia etarra sin asumir su derrota.

    Su último documento, titulado Viento de solución; construyamos la paz en el proceso democrático, reconoce por primera vez que su posición política ante las acciones terroristas de ETA ha podido causar «un dolor añadido o un sentimiento de humillación para las víctimas».

    El marco que describe ese texto sigue dibujando dos bandos enfrentados y una violencia cruzada que ha dejado víctimas a los dos lados.

    La portavoz de la izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu, fue la encargada de leer el documento en el teatro Kursaal de San Sebastián. Lo hizo ante los principales representantes de Bildu-Amaiur, que durante décadas se han negado a condenar los atentados cometidos por la organización terrorista ETA.

    Ugarteburu dijo que sienten un «profundo pesar» y que lo reconocen «sin ambages»: «Nos ha faltado hacia unas víctimas la sensibilidad mostrada con otras», dijo. Un dolor añadido que, puntualizó, han provocado «de manera no deseada».

    Varios renglones después reclamaron el mismo gesto de arrepentimiento «al otro bando», a los estados francés y español, para que reconozcan el dolor causado «a los miles de hombres y mujeres de este país que han sufrido en sus propias carnes la política represiva y de guerra sucia de ambos estados».

    El paso dado por el entorno radical no incorpora ninguna petición expresa de perdón a las víctimas. Tampoco de disolución a ETA. Por ahora, la exigencia a la banda forma parte de una petición más amplia dirigida a avanzar hacia la «desmilitarización de nuestro país».

    En el documento se recuerda que se deben dejar atrás lo que define como años de «guerra y represión». Para ello, reclama a ETA que deshaga sus «estructuras militares» y ponga sus armas «fuera de uso». Y al otro bando, al Estado francés y al español, que se deshagan o readecúen «los operativos armados y represivos creados para el conflicto».

    El texto se esfuerza en poner en valor los pasos dados por ETA y por la izquierda abertzale en los últimos dos años; pasos «unilaterales», subraya, que no han traído «ni traerán» la paz. Para ello creen necesario que se diluyan «otras violencias».

    Bildu-Amaiur reclama al Gobierno que, en el periodo de transición abierto desde el cese de actividad de ETA y hasta la consecución real de la paz, aplique una «Justicia transitoria» que fije unas pautas ad hoc con «medidas políticas y jurídicas» que contribuyan a alcanzar la paz y la reconciliación. Un modelo de Justicia que no busque «vencedores y vencidos, sino una solución de la que todo el país salga vencedor». Entre las medidas excepcionales, en el documento se reitera la exigencia de una política penitenciaria que incluya la excarcelación de los etarras que están enfermos, los que hayan cumplido la mayor parte de su condena y, también, el fin de la dispersión de los presos.

    Junto a ello, el entorno radical exige su derecho a participar en la definición de la «verdad completa» de lo sucedido durante cuatro década, que «será la suma de diversas e incluso de diferentes verdades». Un relato que debería redactar una «Comisión de la Verdad» de naturaleza internacional e independiente, políticamente imparcial, y con «una participación abierta y sin ningún tipo de exclusión», indica.

    El documento Viento de Solución aboga por promover una reconciliación basada en «reconocer el dolor causado y el respeto ante dicho dolor», para lograr sanar «las profundas heridas que nos afligen». Esa reconciliación no debería establecer diferencias entre las víctimas del entorno radical y las que ha ocasionado ETA durante casi medio siglo de actividad terrorista, afirma la izquierda abertzale.

    Un reconocimiento «sin querer proceder a ninguna clasificación del dolor y el sufrimiento, ni a ninguna equiparación entre los mismos», añade. En este sentido, el documento insiste en asegurar que afirmar que ha habido víctimas «en todas las partes» no es un acto «de propaganda», sino un hecho «real e inequívoco».

    Por último, la izquierda abertzale defiende la necesidad de impulsar el diálogo y el acuerdo para evitar que reaparezca la violencia. Los Principios Mitchell deberían centrar ese diálogo para la consecución y consolidación de la paz, indica, e incluir el derecho a defender y materializar cualquier proyecto político, el reconocimiento de la pluralidad y el respeto a todos los derechos, incluido el de libre determinación, añade.

    1 comentario:

    1. No se ni como pongo esto, todo lo que dicen estos de batasuna me revuelven las tripas de lo vomitivo que es.
      A cada cerdo le llega su san martín...

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