>José María Urquizu.Este teniente coronel fue asesinado en 1980 en su farmacia de Durango (Vizcaya). No hay información sobre el caso. «En el sumario sólo existe la prueba balística y el informe médico forense», dice Antonio María Recio, de Covite.
>Sergio Borrajo. El teniente coronel Sergio Borrajo Palacín recibió un tiro en la nuca el 14 de febrero de 1979 cuando entraba en el portal de su casa, en Vitoria. El proyectil quedó incrustado en la puerta del ascensor. Su hija Carmen cuenta en el libro 'Olvidados', de Iñaki Arteta y Alfonso Galletero, que la noche antes alguien dejó colgada en la puerta una malla de naranjas llena de basura y con una bandera de España pegada. El caso prescribió sin que hubiera un autor conocido. «Probablemente fuera 'Mobutu' porque en aquellas fechas su comando era el que actuaba en la zona», sostiene Recio.
>Aurelio Prieto.El guardia civil fue asesinado en 1980 en Tolosa (Guipúzcoa). Uno de los presuntos autores fue identificado como Eugenio Barrutiabengoa, que en los 80 fue deportado a Venezuela por el Gobierno español y que Hugo Chávez rechaza extraditar.
>Aureliano Calvo. El policía nacional Aureliano Calvo fue encontrado muerto de varios disparos en el taxi en el que trabajaba en sus ratos libres el 30 de agosto de 1979 en San Sebastián, como recoge el libro 'Vidas Rotas', de Rogelio Alonso y otros autores. «No se tiene ninguna noticia del autor. Sólo se sabe que le dispararon, no se tiene nada más», denuncia Recio. La viuda recuerda aquel día en el libro de Cristina Cuesta 'Contra el olvido': «No quise saber los detalles ni quise preguntar. Con el dolor no se construye y yo tenía que sacar a mis pequeños adelante».
>Avelino Palma. Palma y los también guardias civiles Ángel Prado y José Vázquez fueron asesinados en 1980 en una carrera ciclista en Salvatierra (Álava). 'Mobutu' ha sido extraditado recientemente para ser juzgado por este caso.
El 40% de las muertes de ETA está sin resolver
En 314 asesinatos sigue sin esclarecerse el autor material / De ellos, 134 han prescrito
Cuando las víctimas del terrorismo fueron el año pasado a hablar con el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, para enseñarle la investigación que habían iniciado sobre los crímenes de ETA que aún se encontraban sin esclarecer, éste palideció al ver las elevadas cifras. Según los 22 colectivos agrupados bajo el nombre de Observatorio contra la Impunidad, en 349 asesinatos de un total de 782 aún no se había condenado a ningún autor material.
«Juanes no se creía que hubiera tantos asesinatos sin resolver, decía que era imposible, que no podía ser», recordaba ayer Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), tras la presentación del informe que ha surgido al entrar a colaborar la Audiencia Nacional en esta investigación, que es una especie de memoria histórica para las familias.
El pasado día 13, la Fiscalía de la Audiencia entregó a las víctimas sus cifras de los asesinatos de ETA sin sentencia: son 314 casos, 35 menos que los que contabilizó inicialmente el Observatorio, porque se ha empezado a contar a partir de 1978 y se han obviado los anteriores, dado que el 15 de octubre de 1977 fue aprobada la Ley de Amnistía. Tampoco se ha tenido en cuenta la última víctima mortal de la banda, el agente francés Jean Serge Nerin, cuyo caso está siendo investigado en Francia.
En cualquier caso, estos 314 crímenes sin resolver representan casi la mitad de todas las muertes de las que es responsable la organización terrorista. En algunos casos, los familiares ni siquiera saben dónde están los cuerpos, que no han recibido sepultura.
«Más de un 40% de asesinatos ha salido gratis para los autores materiales y para ETA», lamentaba Pagazaurtundua, acompañada, entre otros, por Ángeles Pedraza, de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT);Daniel Portero, de Dignidad y Justicia; Cristina Cuesta, de la Fundación Miguel Ángel Blanco; Antonio Recio, de Covite, o Joaquín Vidal, de la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo.
De estos 314 asesinatos que han quedado impunes, 134 (el 42%) han prescrito ya sin que se haya encontrado a los culpables. Además, hay 53 (el 17%) sobre los que no existen antecedentes documentales en la Fiscalía sobre la incoación del oportuno procedimiento y, por tanto, sobre la resolución finalmente adoptada. «El Observatorio considera que son casos sin sentencia de autor material, puesto que, por ahora, no hay información alguna sobre la existencia o no de resolución judicial», señala el informe.
Asimismo, y siempre según las cifras de la Fiscalía, existen 48 (el 15%) en los que se desconoce el autor y ocho (el 3%) en los que los responsables murieron antes de ser llevados a juicio. También hay otros 53 en que se ha dictado alguna sentencia, pero nunca en la que se condena al culpable: por ejemplo, en 42 ha habido sentencias por colaboración o por participación y en 11, fallos absolutorios. Y, por último, se han detectado 18 asesinatos (el 6%) en los que el procedimiento sigue abierto.
«Un puñado de ellos siguen abiertos, pero la gran mayoría de los mismos están prescritos. Tienen impunidad objetiva, no podrán recibir justicia, pero ello no quiere decir que no tengan ni memoria ni verdad», resumía Pagazaurtundua.
El propósito de los colectivos de víctimas es que estos asesinatos sin resolver no caigan en el olvido. Por eso, además de ir comunicando la situación procesal a cada una de las familias (se ha elaborado un protocolo al respecto), van a tratar de «combatir» para que los pocos casos que no han prescrito no se cierren en falso. Trabajan contrarreloj porque nueve asesinatos prescribirán en los próximos meses. «Es nuestro particular Salvar al soldado Ryan», indicaba Pagazaurtundua.
Por eso, y como el tiempo corre en su contra, las víctimas pidieron ayuda incluso a sus verdugos. «Es para nosotros terrible, es como echar sal a las heridas, ver que ex presos de ETA se reúnen para reivindicar su pasado. Que se reúnan y envíen los datos que nos faltan», reclamó Pagaza. «Los etarras y los presos deben aclarar los casos que no han prescrito. No se pueden pedir medidas de gracia hasta que colaboren con la Justicia, es imperativo legal que sea así. Ya acumulamos un verdadero muro de impunidad, que no haya más impunidad añadida».
Entre los asesinatos que prescribieron sin que se haya encontrado al autor se encuentra el del teniente Francisco Carballar, de 47 años y padre de cinco hijos, muerto el 17 de octubre de 1991, el mismo día en el que resultaron heridas Irene Villa y su madre, tras explotar una segunda bomba en Madrid.
«Otro caso que no está claro, aunque judicialmente sigue abierto, es el del asesinato del inspector Eduardo Antonio Puelles, en junio de 2009: se detuvo a varios pero no existen pruebas suficientes para demostrar quién es el autor material», sostiene Daniel Portero. «También está el de Mallorca, el último atentado de ETA en suelo español, en el que murieron [en julio de 2009] los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, en el que no hay autor ni pruebas materiales», añade.
Las víctimas piensan llegar hasta el final, cueste lo que cueste. Más adelante realizarán la misma investigación con los heridos y, después, con los que tuvieron que exiliarse del País Vasco. Posteriormente, investigarán a fondo a las víctimas de otras organizaciones terroristas. «Nos llevará años organizar este trabajo», reconoce Pagazaurtundua. Pero no van a rendirse.
Vaya fiasco de justicia, de politiquillos del tres al cuarto, y de sociedad amuermada. Luego dirán que somos clasistas, racistas y xenófobos, pero ante la evidencia es lo que hay. Priman más los intereses partidistas, que la verdad, la ley, y la decencia de las personas.
ResponderEliminarUn fiasco angustiosos para las victimas.