lunes, 19 de diciembre de 2011

Garzón mantuvo dos reuniones con Zapatero en la semana del chivatazo a ETA



  • Exclusiva

    19 DIC 2011 | Lucinio Serrano/La gaceta

    La denunciada ayer por LA GACETA y otra el 27 de abril de 2006. En la primera participó también el aún ministro del Interior Camacho. Las víctimas exigen una respuesta inmediata del Gobierno en funciones por el caso del 'chivatazo' del Bar Faisán a ETA.

  • La cúpula del Gobierno socialista se reunió en dos ocasiones con el juez Baltasar Garzón antes de que se produjera el chivatazo a ETA el 4 de mayo de 2006. Por un lado, la ya explicada ayer por LA GACETA, que congregó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; al ex ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; a su entonces secretario de Estado, Antonio Camacho; y a la ex vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

    Todos ellos se reunieron en Moncloa la noche anterior al chivatazo. El otro encuentro tuvo lugar en el mismo escenario y a las mismas horas (entre las 23.30 h. y las 2 de la madrugada), pero una semana antes. La noche del 27 de abril de 2006, Garzón visitó el Palacio de la Moncloa para reunirse con los mismos personajes: Zapatero, Rubalcaba, Camacho y De la Vega.

    En ambas reuniones el modus operandi se repitió, según han explicado a LA GACETA fuentes de la seguridad de Moncloa de toda solvencia. Los personajes fueron los mismos, el escenario también, las horas se repitieron y la discreción fue similar. En ambas ocasiones, Garzón apareció en un coche con las lunas tintadas y accedió al complejo presidencial con credenciales de VIP, lo cual impidió que su visita quedase registrada, ya que este estatus permite al visitante no tener que identificarse ante los servicios de seguridad.

    Asimismo, en los dos encuentros se produjo unos de los hechos más inauditos. Los vigilantes de seguridad recibieron la orden de apagar las cámaras de seguridad del edificio, que filman continuamente cualquier acontecimiento que ocurre en los accesos a la Moncloa. Esto impidió asimismo que quedase constancia de imagen alguna de la visita que pudiera comprometer al magistrado, que por aquel entonces disfrutaba de un año de excedencia en la Universidad de Nueva York, pero que mantenía la titularidad del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional.

    Un compañero de Garzón, Fernando Grande Marlaska, le sustituía entonces al frente de dicho juzgado en la madrileña calle Génova. Marlaska estaba por aquellos días (finales de abril y comienzos de mayo) perfilando la operación que iba a ejecutar el día 4 de mayo contra el aparato de extorsión de ETA, y que implicaba registros de establecimientos, entre ellos el bar Faisán, y detenciones, entre ellas la del entonces dirigente del PNV Gorka Aguirre.

    Paralelamente a esa operación judicial, el Gobierno estaba negociando con el PNV el apoyo de la formación nacionalista al denominado proceso de paz emprendido por el Ejecutivo de Zapatero. De hecho, ese respaldo del PNV se iba a visualizar precisamente ese 4 de mayo de 2006, justo el día en que Marlaska iba a desmantelar parte del aparato de extorsión de ETA, con una visita oficial a La Moncloa del entonces presidente del partido nacionalista, Josu Jon Imaz.

    Citas sospechosas

    Las conversaciones que se produjeron esas noches del 27 de abril y del 3 de mayo en el palacio presidencial son desconocidas, pero se tornan cuanto menos sospechosas en el contexto que se acaba de narrar. De hecho, resulta aún más necesario que sean explicadas conociendo que ese 4 de mayo la operación de Marlaska contra el aparato de extorsión de ETA se frustró a causa del chivatazo que algún funcionario de la Policía dio al entonces dueño del Faisán, Joseba Elosúa, enlace con la banda y presunto terrorista. Fue el propio Elosúa quien posteriormente admitió que el chivatazo se lo dio un policía, aspecto que también reconoció el propietario del bar en una de las escuchas que se le interceptaron.

    También resultó sospechosa la llamada que Garzón hizo a Marlaska para tratar de persuadirle y que no ejecutara la operación el día antes del soplo. A primerísima hora de la mañana, desde Nueva York, Garzón telefoneó a su sustituto al frente del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional el 3 de mayo de 2006, un día antes del chivatazo, según contó en sede judicial el entonces comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia, José Cabanillas, que se encontraba en el despacho de Marlaska en el momento de la llamada.

    En vista de que Marlaska no atendió a sus requerimientos, Garzón presumiblemente cogió un avión destino a Madrid para llegar por la noche a la reunión de la Moncloa, donde le esperaban Zapatero, Rubalcaba, De la Vega y Camacho.

    Pocos días después, Garzón arrebató el caso Faisán a Marlaska ocupando de nuevo el Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional. Poco después de abrir las carpetas del caso, el juez decidió no encargar más diligencias a la Guardia Civil y dar la exclusividad de la investigación al equipo de la Policía encabezado por el inspector Carlos Germán. Precisamente era este equipo policial el que estaba al frente de la operación –frustrada por el soplo– contra el aparato de extorsión de ETA y por lo tanto agrupaba a funcionarios que podían considerarse sospechosos de haber dado el chivatazo al conocer todos los datos de la operación que se iba a ejecutar contra la banda.

    Las víctimas exigen explicaciones

    La unanimidad es la tónica dominante en las declaraciones que han realizado a LA GACETA destacadas personalidades interesadas en que se aclaren los sucesos que rodearon al chivatazo del bar Faisán. Víctimas y representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no dudan en señalar que la reunión entre José Luis Rodríguez Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, Alfredo Pérez Rubalcaba y Baltasar Garzón en el Palacio de La Moncloa debe ser explicada para aclarar los hechos a fondo.

    Para Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo, no es de recibo que unas horas antes de que se avisase a miembros de ETA de que la Policía controlaba el establecimiento en el que se gestionaba el “impuesto revolucionario”, la extorsión asesina de la banda terrorista, tan destacados políticos se reunieran. Asegura que “desde la AVT vamos a seguir hasta el final.

    El presidente del Gobierno, antes de marcharse, debe explicar esto. Si era una reunión política, nos sobra un juez en Moncloa. Vamos a pedir al nuevo Gobierno que cambien a muchos cargos policiales y militares. Además, a la vista de los datos publicados por LA GACETA, no descartamos ampliar la investigación llamando a declarar a los responsables de seguridad para que expliquen quién les ordenó desconectar las cámaras”. La representante de las víctimas lo tiene muy claro: “Hay que depurar responsabilidades. Hay que saber qué pasó con el Faisán y quienes lo saben son ellos”.

    En la misma línea se expresó el presidente de Voces contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz: “La información de LA GACETA confirma que el chivatazo fue un mandato político y que es parte del proceso de negociación y signo de la rendición ante ETA. El PP debe investigar para depurar responsabilidades políticas, unas responsabilidades que ya deberían haber sido saldadas”.

    Daniel Portero, presidente de la asociación Dignidad y Justicia, organización que junto a la AVT ejerce la acusación popular en la causa que investiga los hechos relacionados con el chivatazo a ETA en el bar Faisán, ha asegurado a este diario que la exclusiva de la reunión de los dirigentes políticos y el juez tiene “gran relevancia política y jurídica”.

    Para él, estas informaciones “apuntan nuevas pruebas a la hipótesis de la implicación del juez Baltasar Garzón. No le va a quedar más remedio al juez Ruz que aclarar esta reunión y así lo vamos a reclamar”.

    Los sindicatos policiales también lo tienen claro. Para Alfredo Perdiguero, “las llamadas daban pie a pensar que el origen del chivatazo estaba en cocinas muy importantes. Esta nueva información, desvelada por el diario de Intereconomía, sitúa las cocinas cerca de Moncloa y Ferraz”.

    Por su parte, José Manuel Sánchez Fornet, del Sindicato Unificado de Policía, señala que “si se confirma la noticia, la investigación del sumario debe dirigirse a esa reunión y llamar a declarar a las personas que participaron en ella”.

1 comentario:

  1. Haciendo honor a lo que pone la pancarta de la mesa "transparencia". Eso es lo que esperamos los españoles, ya que nos la negáis los casposos de la casta.

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