domingo, 4 de diciembre de 2011

El relato de la negociación con ETA que vetó Rubalcaba



Libro con las confesiones de Eguiguren

Cuando era ministro del Interior vetó la obra que ahora ve la luz, con los detalles de la negociación del Gobierno Zapatero con ETA

El presidente del PSE, Jesús Egiguren
Mariano Alonso 2011-12-04/Libertad Digital

El País publica este domingo el adelanto de una obra que estará en los próximos días en las librerías: ETA Las Claves de la Paz Confesiones del negociador . El negociador es el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, que firma la obra junto al periodista del diario de PRISA Luis R. Aizpeolea. Ambos desvelan asuntos claves de una negociación a dos bandas con ETA, mediante sendas mesas, la del Gobierno y los terroristas y la de los socialistas vascos, el PNV y la ilegal Batasuna.

Sin embargo, su relato se contradice en parte con lo publicado por Aizpeolea hace cuatro años, particularmente en lo que afecta a la participación en el proceso de José Luis Rodríguez Zapatero. Quizá el papel del secretario general del PSOE era una de las cuestiones que molestaban a Alfredo Pérez Rubalcaba, quien según el periodista de El Mundo Santiago González detuvo la publicación del libro, que ahora ve la luz de la mano de Aguilar, cuando era ministro del Interior.

Lo cierto es que hace cuatro años, en un amplio reportaje (quizá premio de consolación por no haber podido sacar el libro) titulado Así fue el diálogo con ETA Aizpeolea relataba cómo Eguiguren comenzó sus conversaciones con Arnaldo Otegi en 2001, al mismo tiempo que Zapatero firmaba en La Moncloa con José María Aznar el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

Unos contactos de los que, decía el periodista de El País, el presidente de los socialistas vascos informó a su secretario general, Patxi López, y ambos a Zapatero antes de las elecciones de 2004. Esta versión es la que cambia ahora en este libro, donde se dice que Eguiguren "ni conocía" a Zapatero y que le llamó repetidamente a La Moncloa tras su llegada al poder para informarle de sus gestiones sin obtener respuesta.

Fue durante un Congreso del PSE en Guipúzcoa cuando pudo informar personalmente al número dos del PSOE, José Blanco, "nos encerramos en un cuartucho y le conté, de arriba abajo, todo lo sucedido hasta entonces. Me dijo que hablaría con quienes tenía que hablar y que se comunicaría conmigo. A partir de ahí se estableció un cauce más o menos oficial a través de Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue nombrado por Zapatero portavoz en el Congreso" y así describe Eguiguren sus primeros contactos con Rubalcaba "Lo que me dejó realmente sorprendido fue que con cuatro cosas que le dije, lo entendió todo al instante. Lo que teníamos entre manos y el riesgo que corríamos. Nunca he conocido a nadie tan rápido de reflejos".

Eguiguren, el negociador, reclama su protagonismo y califica de leyenda la versión (de la que se hizo eco su socio editorial Aizpeolea) de que fue ETA la que tomó la iniciativa enviándole una carta a Zapatero nada más llegar a La Moncloa para iniciar el diálogo. Dice sobre la misiva que "la envió ETA en el verano de 2004 porque nosotros ya habíamos establecido la manera de hacerlo. Me habían avisado, estando de vacaciones en Badajoz, de que el cartero llamaba. Recogí la carta y se la entregué a Rubalcaba en Santander, para que a su vez la entregara en La Moncloa".

Las advertencias de ETA antes de la T-4

De lo más novedoso que aporta el libro, a la espera de su publicación íntegra, son los contactos en los días previos al atentado de la T-4 que terminó con la vida de Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate. Acción de ETA que, como reconoce El País, no impidió que la negociación continuara "en secreto" durante 2007. Los contactos se produjeron entre Jesús Eguiguren y los otros emisarios del Gobierno (el jurista Gómez Benítez y el ex ministro Javier Moscoso) y el jefe etarra Thierry, que había tomado el relevo del prófugo Josu Ternera.

El 11 de diciembre de 2006 los representantes del Ejecutivo le garantizan al jefe de la banda terrorista que "no obstaculizarán" la legalización de Batasuna, posteriormente Thierry y Eguiguren almuerzan juntos y el etarra, después de decirle que pueden atentar "donde queramos y como queramos" le advierte: "Si se rompe el proceso, esto va a ser Vietnam". Advertencia que llegaría, por los cauces adecuados, al presidente del Gobierno y que no le impidieron comparecer triunfal ante los medios en La Moncloa el día 29, cuando pronunció su famosa frase: "respecto a ETA, estamos mejor que hace un año y el año que viene estaremos aún mejor". A esa misma hora los etarras colocaban el explosivo que al día siguiente haría trizas la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas y terminaría con la vida de Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate.

El encuentro de Patxi López con Otegi, pactado al milímetro

Antes del atentado de la T-4, Zapatero abrió formalmente el diálogo con ETA, que en realidad llevaba activo al menos un lustro. Fue en junio en los pasillos del Congreso, seis días después de la segunda reunión en Lausana (Suiza) entre Eguiguren y Josu Ternera. Una semana más tarde se reunían en un hotel de San Sebastián, con luz y taquígrafos, dos delegaciones del PSE encabezadas por Patxi López y Arnaldo Otegi, algo por lo que el hoy Lehendakari llegaría a sentarse en el banquillo junto a Juan José Ibarretxe, aunque ambos fueron absueltos por el Tribunal Superior vasco. Sobre ese encuentro dice Eguiguren: "Pensamos que aquella reunión facilitaría la consideración de la izquierda abertzale como interlocutora política. Incluso pactamos con Otegi las declaraciones previas al anuncio de aquella reunión."

Por lo demás, en ETA Las Claves de la Paz se establece el acuerdo básico entre ETA y el Gobierno Zapatero. La banda terrorista aseguraba que no habría "acciones contra personas" y el Ejecutivo a que no hubiera detenciones.

1 comentario:

  1. Menudos sinvergüenzas estos que dicen ser socialistas, que no lo son. Llevan toda la legislatura desde el principio negociando, y venga mentirnos a tosos los españoles. Haber si les piden responsabilidades a estos caraduras compulsivos.

    ResponderEliminar