sábado, 12 de noviembre de 2011

Rajoy ignora los elogios de ETA y exige en Vitoria su disolución


  • CARMEN REMÍREZ DE GANUZA VITORIA BURGOS
  • 12/11/2011/El Mundo
  • ESPAÑA
  • Pide ahora una mayoría amplia para «dar tranquilidad a la UE y reforzar el euro»

    Rubalcaba embusteroNada parece haber cambiado en la campaña de Rajoy tras el comunicado de ETA. Como tantas veces, el candidato del PP redujo su agenda electoral en el País Vasco a un almuerzo mitin en Vitoria, la plaza más amable para los populares, y, al igual que siempre, pasó de puntillas con sumo cuidado sobre la política antiterrorista.

    Sólo que esta vez lo hizo con más esmero que nunca. No en vano, ETA le había recibido en esta ocasión con un regalo envenenado. Nada menos que un elogio de los etarras entrevistados por Gara a su pretendido cambio de posición tras el comunicado del cese definitivo de la actividad armada; una mención explícita -por «romper su discurso negativo» y por haber «entendido» la nueva situación- que, como se esperaba, Rajoy obvió por completo.

    «Lo único que nos importa es el anuncio de la disolución irreversible de ETA para que de una vez se acabe esto. Es lo único que nos importa y no tengo nada más que comentar. No le voy a hacer la campaña electoral a nadie», afirmó, en presencia de Antonio Salvá, padre de una de las víctimas del último atentado de ETA, el guardia civil Diego Salvá, y de Laura Martín, viuda de la última víctima de los GAL, Juan Carlos García Goena; ambos ahora candidatos en las listas del PP.

    «Lo que España necesita hoy es seriedad, tanto en la economía como en este tema. Y en el futuro trabajaremos para que todas las fuerzas democráticas estén unidas, y lo demás será ley y Estado de Derecho. Punto». Éstas fueron sus palabras en un acto al que acudió acompañado por su mujer, Elvira Fernández, y en el que hizo un especial recordatorio a las víctimas del terrorismo: «Nuestra referencia, los que más han sufrido», a los que «tendremos en cuenta siempre».

    Como de costumbre también, su barón en el País Vasco, Antonio Basagoiti, fue mucho más explícito al trasladar el mismo mensaje: «No voy a hacer publicidad y propaganda de unos encapuchados», dijo. «Lo mejor es no hacerles la campaña a unos que sólo les ha faltado entregar una papeleta [de voto] en la entrevista».

    Había ayer algún que otro dirigente del PP que confesaba su incomodidad por el elogio de la banda, precisamente el día en que -no por casualidad, decían- Rajoy llegaba a Vitoria. Pero lo cierto es que todos tenían muy claro que no había que caer en la «provocación». Se decían convencidos de que la entrevista es un recurso electoral en favor de Amaiur que en absoluto convenía abonar, no ya por principio sino, sobre todo, por estrategia electoral.

    Si de algo están convencidos en el PP vasco es que sus expectativas electorales han mejorado desde que abandonaron el discurso frontal. De hecho, ellos fueron los que más apoyaron la polémica afirmación de Rajoy de que el comunicado de ETA se había producido «sin concesiones políticas».

    El hecho es que la visita de Rajoy, además de coincidir con la entrevista de Gara, lo hizo ayer con la publicación de la última encuesta electoral del Gobierno vasco, que daba un triunfal empate al PP con el PSOE y el PNV en cuatro-cinco escaños -el PP ganaría uno en Vizcaya y, tal vez, en Álava-, impensable hace unos años. Los populares ven al PNV amenazado por Amaiur -en Vitoria puede quedarse sin escaño- y al PSE -al que seguirán apoyando en el Gobierno pase, lo que pase-, desesperado entre el coqueteo político con los abertzales y el llamamiento al voto útil contra el PP.

    Así las cosas, y con el horizonte de las elecciones vascas en la primavera de 2013, los populares no quieren dar batallas que no se puedan ganar, como la impugnación de las listas de Amaiur; si bien se decían dispuestos a darla antes del comunicado de ETA.

    Rajoy secunda por completo al PP vasco en su estrategia. Y ayer hizo lo imposible para desviar la atención sobre ETA. Lo consiguió, de hecho, con un recurso nuevo e importante. Como si quisiera dejar bien claro que él no quiere ser Berlusconi o Papandreu y que quiere negociar en Europa con fuerza. Rajoy adujo que «el cambio político sería muy bien recibido, porque daría estabilidad» en los mercados, «tranquilidad a la Unión Europea» y «reforzaría al euro».

    Desde Burgos, Rajoy repitió su petición para obtener una mayoría amplia con el fin de dar «el mensaje al mundo de que las cosas se van a hacer bien y que España va a ser un pilar fundamental en el proyecto del euro». La anécdota de la jornada fue la distinción que Rajoy hizo con Leopoldo Barreda, cabeza de lista del PP por Vizcaya, llamado desde ayer a desempeñar «un papel muy importante en la próxima legislatura». Así entraba, como el canario José Manuel Soria la víspera, en la lista de ministrables.

    1 comentario:

    1. Que ambigüo todo, no sabe que decir a los problemas reales que todos sabemos.Ya veremos como no hace nada de lo que debe hacer, solo quieren el poder estos del bipartidismo.

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