jueves, 17 de noviembre de 2011

El testimonio de un taxista podría dar un vuelco al caso Marta


CUANDO TODO PARECÍA PERDIDO

El hermano de Carcaño podría haber cogido un taxi y trasladarse mucho antes de lo que afirma al lugar del crimen.

Pedro de Tena 2011-11-17/Libertad Digital

El caso de Marta del Castillo podría dar un vuelco: ha surgido el testimonio de un taxista que dice haber llevado al hermano de Miguel Carcaño, Francisco Javier Delgado, desde su lugar de trabajo a la calle León XIII en las horas en las que se cometió y "limpió el crimen".

Esta declaración, si fuese admitida por el Tribunal que enjuicia el caso, puede alterar sustancialmente la marcha del proceso puesto que Delgado ha defendido hasta ahora, junto con su novia María García Mendaro, una versión completamente distinta que quedaría dinamitada por las nuevas revelaciones. Según la pareja, Delgado estuvo en el bar donde trabaja hasta la madrugada, las tres aproximadamente, y luego fue a un pub y de ahí a dormir a la casa de León XIII, donde su novia, María, se hallaba estudiando. Ninguno de los dos supo nada del crimen ni vio nada, ni siquiera la silla de ruedas en la que presuntamente se trasladó a la víctima. "Seré tonta, pero no la vi", dijo, en un momento del proceso, la novia del hermano del asesino confeso.

Pero ahora estamos, de ser cierto lo que afirma el taxista, su esposa y el dueño de una tienda de alimentos, ante otro escenario. De confirmarse este hecho, el hermano de Carcaño cogió el taxi y se trasladó mucho antes de lo que afirma al lugar del crimen y llevó consigo un conjunto de botellas de plástico que inmediatamente se han puesto en relación con el fuerte olor a lejía que otros testigos e imputados han confesado haber olido en el piso.

Por tanto, se puede estar ante lo que puede constituir el desmoronamiento de la conjura existente entre los imputados para no revelar el paradero de Marta. Hasta ahora, la no confesión sobre el lugar donde se encuentran los restos de la víctima parecía beneficiar a todos ellos. Unos, como El Cuco, en un juicio previo por su calidad de menor, ha salido muy bien parado puesto que ha sido condenado sólo por encubrimiento, pero ni fue condenado por violación ni por complicidad en el asesinato. El Cuco, que no podrá ser juzgado de nuevo por los mismos hechos, puede ser el gran beneficiario de la situación.

Sin embargo, tanto el hermano de Carcaño como su novia, María, esperaban incluso ser absueltos en el procedimiento o, en su caso, condenados por un delito menor del tipo de El Cuco. Sus declaraciones fueron preparadas con todo detalle en la convicción de que no habría testigo alguno que contradijese sus manifestaciones. Ahora, la cosa cambia. Si es cierto que Delgado estuvo en el lugar de los hechos a las horas propias en las que se cometió el crimen y se limpió la casa, nada es descartable, ni las versiones que lo implican directamente en el asesinato de Marta ni las que lo señalan como el organizador de los hechos que condujeron a la desaparición de su cadáver. Por su parte, parece bien difícil que la novia, María García, pueda seguir defendiendo que estaba durmiendo y que no se enteró de nada.

Curiosamente, la versión de la novia tiene otras pruebas en contrario. De hecho, según la investigación, algunas de las llamadas telefónicas realizadas por ella el día de autos y en las horas claves la sitúan fuera del piso de León XIII, por lo que pudiera ser que confesase estar en el piso para facilitar la coartada a su novio, Francisco Javier Delgado.

La madre de El Cuco da una pista

La madre de El Cuco, Rosalía García, dijo el miércoles en el juicio haber sido amenazada por teléfono por una voz de hombre que la advirtió de daños físicos graves si hablaba del caso Marta del Castillo. Las preguntas que suscita su testimonio son dos: ¿por qué, si no sabía nada, como atestiguó y su hijo no tuvo nada que ver, como aseveró, iba nadie a amenazarla para que callase? y ¿cuál es la identidad de quien la llamó? Esta segunda pregunta parece ser muy sencilla de investigar porque en los registros de su teléfono tiene que haber una llamada procedente de un número que podrá ser localizado. De coincidir este número con alguna persona implicada en el procedimiento o cercana a ellos, se estaría ante otro vuelco del proceso.

1 comentario:

  1. Haber si se hace la luz, y se termina con este caso tan infame y doloroso.
    Somos más papìstas que el papa, por eso funciona la justicia asi.

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