M. SEGOVIA / J. G. NEGRE / Bilbao
01/10/2011/El Mundo
Ni ocurrencia ni improvisación. Todo estaba medido. Las palabras del lehendakari Patxi López apoyando el acercamiento progresivo de presos de ETA al País Vasco llevaban el aval del nuevo hombre fuerte del PSOE, el candidato a la Presidencia del Gobierno y ex ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Los socialistas vascos se apresuraron a remarcarlo ayer tras el revuelo que había provocado el Decálogo por la Concordia que López presentó el jueves en el Parlamento vasco, una hoja de ruta para la consolidación de la paz y que, en su punto octavo, reclamaba un cambio de la política penitenciaria para facilitar la «reinserción» de los etarras.
Con su socio de gobierno en claro desmarque, los radicales gratamente «satisfechos» y el PNV arrojando la sospecha de «electoralismo» sobre el anunció del lehendakari, el PSE se esforzó por dar consistencia y credibilidad a la propuesta. También desde Lehendakaritza se confirmó que la propuesta fue comunicada -que no acordada- a Rubalcaba.
Mientras desde el socialismo vasco se aseguró que no fue «un planteamiento en el aire», sino una propuesta soportada sobre el conocimiento del candidato Rubalcaba, desde Madrid el PSOE no tardó en puntualizar que el acercamiento de presos de ETA no será una cuestión que incluya en su programa electoral.
El propio ex ministro se vio obligado a terciar en la polémica. Lejos de dar un apoyo explícito al acercamiento de presos, el candidato socialista optó por no cuestionar las palabras de López y afirmar que sus planteamientos siempre deben escucharse «atentamente». A renglón seguido, subrayó que en cualquier caso corresponderá al Gobierno español tomar cualquier decisión al respecto y que las estrategias en política penitenciaria se aplican, «no se cuentan». Para Rubalcaba, el planteamiento del lehendakari es «importante» porque diseña una hoja de ruta «muy puesta en razones» en un momento en el que la lucha contra ETA afronta su fase final.
Desde el Gobierno de Zapatero se prefirió medir las palabras de respaldo al decálogo por la paz del lehendakari. El portavoz del Ejecutivo, José Blanco, se limitó a afirmar que lo «tendrán en cuenta» y que cualquier estrategia en materia penitenciaria deberá regirse por los principios de «prudencia y discreción».
El revuelo provocado por el lehendakari obligó ayer a intervenir al portavoz del PSE, José Antonio Pastor, quien se apresuró a remarcar que todo se hizo desde la «unidad» con el PSOE, que escucha «con mucha atención» lo dicho por López en materia antiterrorista. Más aún, recordó que lo recogido en el decálogo no supone un planteamiento «extravagante ni fuera de la legalidad», ya que a finales de los 90 el Congreso de los Diputados aprobó «una resolución muy similar».
Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, reprobó el planteamiento de López de «meter a ETA en campaña» como medio de «darle votos a Rubalcaba»: «Quieren meter a ETA en campaña porque no tienen nada que ofrecer a la sociedad en economía, empleo, educación y sanidad, y porque creen que así le da votos a Rubalcaba», espetó Basagoiti, que dejó atrás la cordialidad del Pleno de Política General
Vaya circo que es el partido ese que dicen ser socialistas, que no lo son, al final le crecerán los enanos sin enterarse.
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