martes, 4 de octubre de 2011

Izquierdistas y nacionalistas catalanes incitan a los islamistas a que empleen la violencia física contra los representantes de la PxC


Alerta Digital

Menchu

Josep Anglada y Menchu Martí.

El gozo de Menchu Martí en un pozo. La casta catalana y el islamismo radical han vuelto a sellar un frente común contra la Plataforma per Catalunya (PxC). En el caso de la casta, la responsabilidad es notablemente mayor al legitimar por omisión la violencia contra los representantes plataformistas. La concejala de la PxC en el Ayuntamiento de Sant Adrià del Besós presentó el pasado viernes una moción para que el resto de fuerzas con representación municipal, PSC, ICV-EUA y CiU, condenaran el intento de agresión de que fue objeto el pasado 8 de agosto por parte de tres radicales musulmanes.

El suceso se produjo cuando la edil identitaria, en compañia de un grupo de vecinos, descubrió la utilización como mezquita de un local comercial situado en el nº 76 de la Avda de la Platja de dicha localidad. El local-mezquita, que carecía de las mínimas condiciones de salubridad, estaba siendo utilizado por miembros de la corriente salafista, pese a que el equipo de gobierno social-comunista de Sant Adrià lo había negado insistentemente.

Al saberse descubiertos, los islamistas reaccionaron violentamente contra la concejala. Sólo la acción de los vecinos impidió un percance grave. Frente a unos hechos merecedores de la reprobación unánime, socialistas, comunistas y convergentes volvieron a hacer gala de su sometimiento a los intereses islámicos en Cataluña. De haberse tratado de una moción contra la violencia de género ejercido por un autóctono, su respaldo habría sido unánime. Pero se trataba de condenar unos actos violentos que tuvo como víctima a una representante municipal dela odiada Plataforma per Catalunya. Y ahí se acabaron las componendas sexistas por parte de la execrable casta, que al negarse a condenar los hechos estaba mandando un mensaje nítido a los islamistas: “Actúen violentamente contra ellos, que nosotros miraremos para otro lado”.

Alarmada por el grado de odio que izquierdistas y nacionalistas catalanes profesa a su partido, Menchu Martí señaló a AD: “No han condenado la violencia contra una mujer. No se puede permitir que un acto de violencia física contra una regidora elegida democráticamente y que representa a una parte de los ciudadanos de esta ciudad no haya sido condenado y quede sin castigar. Se puede discrepar con la ideología de tal o cual partido, pero nunca se debe emplear la violencia física y mucho menos ampararla si quien la padece defiende unas ideas que no te gustan”.

Por último, la edil adriatense acusó al alcalde y al equipo de gobierno de Sant Adrià de hacer “apología de la violencia, algo típico de las dictaduras estalinistas”.

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