Crónica de la España negra

18 de Octubre de 2011 - 09:56:15 - Luis del Pino/Libertad digital

El pasado sábado entrevistábamos en el programa Sin Complejos a Jesús Martín Vázquez, abogado de la Asociación de Oficiales de la Guardia Civil que lleva la acusación popular en la causa que se sigue contra dos mandos policiales por presunta falsificación de pruebas en el 11-M.

En esa entrevista, el abogado de la AOGC nos hablaba del estado de la causa y de las nuevas solicitudes de diligencias que se han presentado ante la juez Coro Cillán. Y también respondía a las duras críticas que la AOGC ha recibido por parte del Sindicato Profesional de Policía (el sindicato al que pertenece uno de los mandos policiales imputados).

Podéis escuchar la entrevista completa aquí:

Entrevista al abogado de la AOGC en la causa por falsificación de pruebas en el 11M

Hoy nos despertamos con una noticia en La Gaceta que resulta, cuando menos, inquietante: la juez Coro Cillán, que investiga la falsificación de pruebas en el 11M, sufrió un incendio en su domicilio el pasado 12 de octubre.

El asunto no tendría por qué tener más trascendencia (quizá no la tenga), si no fuera por el hecho de que la juez había denunciado fallos en la cerradura de entrada a su vivienda.

La juez que investiga al jefe de los Tedax del 11-M sufre un incendio en su casa

Por lo demás, la crónica de la España negra pasa hoy, otra vez, por San Sebastián, ciudad a la que han acudido una serie de zascandiles a respaldar a ETA a golpe de talonario.

Como ayer decía Teresa Jiménez Becerril, cuando su hermano y su cuñada salieron de su casa y fueron asesinados por ETA, no iban a ninguna guerra.

Déjenme que vaya un poco más allá en el razonamiento: si esto es una guerra, si los 40 años de lucha contra el terrorismo y de comportamiento ejemplar de las víctimas han sido una guerra, ¿entonces el asesinato de mujeres y de niños por parte de ETA formaba parte de una guerra?

¿El tiro en la nuca a civiles desarmados por parte de ETA también era parte de una guerra?

Si alguien se dedicara, en una verdadera guerra, a hacer lo que ha hecho ETA - si alguien se dedicara a matar de un tiro en la nuca a civiles, o a asesinar a sangre fría a mujeres y niños, o a ejecutar a "prisioneros" indefensos, como se hizo con Miguel Angel Blanco - terminaría ante el Tribunal de La Haya, por crímenes de guerra.

Pero los canallas de ETA no son criminales de guerra, sino simplemente criminales.