domingo, 2 de octubre de 2011

Condecorado el mando de la Guardia Civil que investigó a Domínguez


PEDRO SIMÓN / Madrid

02/10/2011/El Mundo

Rubalcaba, embustero y payasoEl Gobierno ha decidido condecorar con la medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo a Jesús Gálvez Pantoja -comandante jefe de la Sección de Consumo y Medio Ambiente (Secoma) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil-, uno de los agentes investigados por la juez por la hipotética elaboración de pruebas falsas inculpatorias contra Marta Domínguez en el transcurso de la operación Galgo.

El comandante jefe Gálvez Pantoja -que será galardonado este miércoles en un acto público por el Consejo Superior de Deportes- está precisamente al frente de la UCO Secoma, el grupo destinado a la lucha contra el dopaje del Instituto Armado que implicó a la palentina en una trama de tráfico de sustancias dopantes de la que finalmente quedó limpia.

En su último auto, la juez instructora del caso, Mercedes Pérez Barrios, ha llamado a declarar a todos los guardias civiles integrantes de esta sección «para depurar la responsabilidad en que pudieran haber incurrido los agentes». Entre otras cuestiones a aclarar están las de por qué se rompió dos veces la cadena de custodia judicial de la prueba clave contra Domínguez y cómo es que los tres botes enviados vacíos al laboratorio aparecieron después milagrosamente llenos con una sustancia que antes no estaba.

El organismo que condecora al comandante jefe Jesús Gálvez Pantoja es el Consejo Superior de Depotes (CSD), que depende directamente del Ministerio de la Presidencia y de Presidencia del Gobierno.

El acto de entrega de los premios tendrá lugar este miércoles en el auditorio José María Cagigal de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, en el Instituto Nacional de Educación Física (INEF). El acontecimiento estará presidido por la Infanta Cristina y contará con la presencia del secretario de Estado para el Deporte y presidente del CSD.

En el evento, el jefe del Secoma será galardonado por el Gobierno junto a cerca de 250 personalidades e instituciones. Deportistas como los integrantes de la selección española de fútbol, Erika Villaécija, Jesús Carballo, María José Rienda, Carlos Jiménez, Jorge Garbajosa o Edi Tubau; entes como la Federación Española de Balonesto o la Volta Ciclista a Catalunya; y personalidades recibirán unas distinciones (sin dotación económica) que en forma de gran cruz, medalla o placa abarcan los tres metales nobles. El investigador de Marta Domínguez señalado por la juez será premiado con la medalla de bronce.

Según el real decreto por el que se constituye la Real Orden del Mérito Deportivo, que data de 1982, el galardón queda reservado para aquellos «que se hayan distinguido notoriamente en la práctica del deporte, en el fomento y enseñanzas de la educación física, o que hayan prestado eminentes servicios en su investigación, difusión, organización y desarrollo». La norma dice también que corresponde al Gobierno, a través del presidente del CSD, elegir directamente a los que reciban los premios menores, léase medallas y placas de plata y bronce.

Cuando era capitán, Gálvez Pantoja fue jefe de la Sección de Delincuencia Especializada de la UCO. Posteriormente, llegó a ser jefe de servicio de la Secretaría de Estado de Seguridad. Esto fue cuando Antonio Camacho -actual ministro del Interior y ex número dos de Rubalcaba- estaba al frente del departamento.

Junto a Jesús Gálvez Pantoja, habrá otro ilustre guardia civil en la lucha antidopaje galardonado. Se trata de Enrique Gómez Bastida. El teniente fue uno de los encargados del fiasco de la operación Puerto -aquel mediático arreón dado antes del cambio de la Ley del Deporte y que, cinco años más tarde, sigue sin dar lugar a un juicio- que dejó sangrando al ciclismo español. El caso es que, después del éxito, fue ascendido a capitán. A pesar de que no está en la Secoma, hoy en día es uno de los principales asesores de la sección.

«Es curioso. Jesús Gálvez y Enrique Bastida son las caras de los asuntos de dopaje en la Guardia Civil», señalan fuentes judiciales a este periódico. «El primero es el responsable de la unidad que ha estado tratando de involucrar a Marta y cuyas formas van a ser investigadas por la juez... Todos las actuaciones de la Guardia Civil contra el dopaje no han llevado a nadie a la cárcel, a nadie... Lo menos que se puede decir de estas medallas es que son precipitadas. Lo más, que responden a otras cuestiones».

Una sección bajo sospecha

>La juez del caso ha deducido testimonio para dilucidar la posible «responsabilidad» de los agentes de la Sección de Consumo y Medio Ambiente de la Guardia Civil, de la que Jesus Gálvez Pantoja es comandante jefe. Son numerosas las negligencias de la investigación.

>Según el auto de la juez, los «frascos que se entregaron al laboratorio de la Agencia Española del Medicamento (...) no parecen ser los hallados en el domicilio de Alberto García [entrenador de Marta Domínguez], pues estaban vacíos».

>La instructora ha procedido a acordar «la nulidad de las actuaciones realizadas desde la entrada y registro en el domicilio de Alberto García». Lo que incluye «la nulidad de los análisis efectuados sobre la presunta trembolona que indiciariamente Marta Domínguez hizo llegar a Alberto García».

>La juez desmenuza cómo la cadena de custodia de las pruebas contra Marta se rompió en dos ocasiones. «No se identifican las muestras (...). Se desconoce cómo se conservaron».

Madrid

02/10/2011

Medalla del Gobierno al centro que financió a Garzón

Gran Cruz de Isabel la Católica para el presidente del Centro Rey Juan Carlos I

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, entregará mañana la Gran Cruz de Isabel la Católica al presidente del Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, John Brademas.

La decisión anunciada ayer por el Ministerio llega cuando sigue abierta una investigación sobre el juez Baltasar Garzón en la que el Tribunal Supremo ha lamentado el «evidente» y «deliberado propósito de ocultación» de la universidad estadounidense y su centro asociado a la hora de aportar datos sobre los cobros del juez Garzón durante su estancia de 16 meses en Nueva York. «La continua desatención y las evasivas a la hora de ofrecer la información requerida se han repetido a lo largo de la instrucción», señalaba en sus escritos el instructor de la causa en el Alto Tribunal, el magistrado Manuel Marchena.

La Gran Cruz es la segunda máxima distinción de la Orden de Isabel la Católica y premia los comportamientos de aquellas personas que hayan redundado en beneficio de España o que contribuyan de forma relevante a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de este país con el resto de la comunidad internacional.

Entre los desplantes del Centro presidido por el mañana homenajeado Brademas -que también presidió la propia Universidad de Nueva York- se encuentra la negativa inicial de sus responsables a declarar ante el Supremo, pese a que la institución tiene sede en España y está legalmente obligada a colaborar con los tribunales. En abril del año pasado, su directora adjunta, Laura Turégano, esgrimió su condición de residente en EEUU para no comparecer, aunque sí lo hizo meses más tarde.

En los autos dictados en la causa, Marchena ha recalcado que la «contumaz actitud» obstruccionista del Centro Rey Juan Carlos I «está en franco contraste con la mención a la primera Jefatura del Estado español en su logotipo».

Garzón se encuentra imputado por prevaricación y cohecho en esta causa, cuyo origen está en los 302.000 dólares con los que el Santander financió dos series de coloquios organizados por el Centro y dirigidos por Garzón. Con esos fondos, el Centro pagó al juez 21.152 dólares en gastos de viaje y otros 21.650 para escolarizar a su hija en la Escuela Internacional de Naciones Unidas. A su regreso a España, el juez archivó una querella contra la cúpula del banco

1 comentario:

  1. Ya va soltando lastre (medallas), el desgobierno que tenemos. Ya empieza a pagar los favores prestados, porque es lo que habitualmente hacen.Haber si los de la kgb de la benemérita, espabilan, que en la policía les ganan...
    Poca vergüenza, y que bajo se venden.

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