viernes, 9 de septiembre de 2011

La juez Cillán se queja porque la Audiencia no contesta sobre el desguace de los trenes del 11-M


JOAQUÍN MANSO / Madrid

09/09/2011/El Mundo

RubalCARA embustero y payasoLa juez Coro Cillán, que instruye el procedimiento penal por la actuación de los Tedax en el 11-M, ha reiterado por segunda vez a la Audiencia Nacional que aclare si fue el instructor del sumario de la matanza, Juan del Olmo, quien ordenó destruir los trenes en los días siguientes al atentado.

La juez se dirigió por primera vez a la Audiencia en ese sentido el pasado mes de junio y, tres meses después, aún no ha obtenido respuesta. Siete años y medio después del 11-M, se desconoce quién dio la orden de iniciar la destrucción de los trenes -que el propio Tribunal Supremo calificó de «apresurada» y «sorprendente»- y no consta ninguna resolución en el sumario que autorice el desguace.

El tribunal que presidió Javier Gómez Bermúdez informó en 2007 de que la destrucción de los convoyes, que podían conservar numerosas evidencias sobre el explosivo utilizado por los terroristas, comenzó el 13 de marzo de 2004, aunque en realidad fueron retirados ya en la misma noche del 11-M.

Precisamente ayer, el tedax Fernando Blázquez admitió que, en el caso de los atentados con coche bomba, lo habitual es que el vehículo se traslade a la Unidad Central de los artificieros para continuar buscando pruebas, aunque precisó que no se conservan durante años.

Blázquez fue identificado por la Unión de Oficiales de la Guardia Civil como el tedax de la máxima confianza del principal imputado, el ex comisario jefe Juan Jesús Sánchez Manzano. Los agentes del Instituto Armado lo señalaban como el responsable de hacerse cargo de los cientos de kilos de restos que luego desaparecieron, lo que, según las acusaciones, habría impedido identificar el explosivo que estalló en los trenes.

Todo ello lo negó ayer Blázquez (lo contrario habría significado que entrase como testigo, pero saliese como imputado). Su declaración fue exculpatoria hacia quien era su jefe directo en el 11-M: rechazó que Manzano le ordenase realizar informes periciales a su medida, afirmó que nunca le pidió que destruyese muestras, argumentó que si no se cumplió el protocolo «fue debido al caos» y terminó asegurando que la cantidad de explosivo que su jefe envió al tribunal -23 pequeñas muestras de entre «toneladas», según sus compañeros de la Brigada de Madrid- le parece «adecuada» y que «el resultado final fue óptimo».

La instrucción del procedimiento contra Sánchez Manzano y su perito químico -imputados por encubrimiento, omisión del deber de perseguir delitos y falso testimonio desde que en el verano de 2009 la juez admitiese la querella de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M- puede haber entrado en su recta final. Cillán rechazó el archivo de la causa en mayo, con el apoyo del fiscal, ya que ambos consideran que existen indicios de la posible «destrucción o desaparición» de restos recogidos en los focos de las explosiones «al margen de cualquier normativa». La penúltima palabra la tiene ahora la Sección 17ª de la Audiencia de Madrid, que deberá decidir sobre el recurso de Manzano

1 comentario:

  1. «el resultado final fue óptimo», Buen epitafio para una masacre, y para el trabajo desarrollado por los de la kgb.
    Aún no entiendo yo, como se han ofrecido a hacer esta chapuza, a no ser, que sean nulas como personas, y entonces, los muñecos los dirige cualquiera. Aparte de venderse por un plato de lentejas, ascenso, medallas, embajadas y ese largo etc..., como personas lo más rancio, y como tedax, deberían de irse y limpiar el servicio, auque fuera, por higiene democrática.

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