CARMEN REMÍREZ DE GANUZA / Madrid
03/09/2011/El Mundo
El segundo sobreseimiento judicial del caso Gürtel contra un miembro de la dirección nacional del PP, esta vez el ya dimitido secretario del Grupo Popular en el Congreso Jesús Merino, permitió ayer al partido sacar pecho.
Si la víspera, con la exculpación del ex tesorero Luis Bárcenas, el PP pidió «explicaciones» al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, por el «montaje» político ideado tres años atrás desde el Ministerio del Interior, ayer pidió el «cese inmediato» de los policías y fiscales que han participado en la instrucción.
Así lo manifestó el coordinador de libertades públicas del partido, Federico Trillo, quien señaló, con nombres y apellidos, al jefe de la Udef, José Luis Oliveras, y al comisario jefe de Policía Judicial, José Antonio González, presente en la famosa cena de la cacería denunciada por los populares, junto al ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo y al suspendido juez Baltasar Garzón.
En aquella cena también participaron fiscales, y ayer Trillo no olvidó pedir, igualmente, «que sean removidos de sus puestos» el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y las dos fiscales del caso que durante estos años «han mantenido en solitario la acusación, en conjunción con la Policía y en contra de todos los indicios».
Trillo aprovechó también ayer para advertir que «estremece» pensar en lo que habría derivado una conjunción como ésta si los socialistas hubieran logrado aprobar su pretendida reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que otorga la llave de la instrucción a los fiscales.
Así las cosas, los populares tenían ayer motivos sobrados para regodearse en su suerte política. Sin embargo, ningún miembro del comité de dirección, ni muchísimo menos su presidente, Mariano Rajoy, se pronunció sobre ello. Las fuentes consultadas expresaron su enorme satisfacción por la sorpresa dada por el juez, y hasta se atrevieron a apostar por que la salida de Rubalcaba de Interior había aflojado de manera determinante la presión política sobre el proceso.
En todo caso, y pese al bumerán lanzado estos días contra el candidato socialista a través de Trillo, descartaron convertir el Gürtel en una bandera electoral. Aunque librados con estos autos y con la dimisión de Camps de la principal carga política sobre el todavía presunto caso de corrupción, los populares no quieren distracciones en una campaña centrada en la crisis y el paro.
Cosa distinta es el efecto político que el PP dará al hundimiento del suflé político cuando llegue al Gobierno. «Algo habrá que hacer con los tribunales», decía una fuente autorizada de la dirección, para aligerar, con la ley en la mano, la instrucción judicial, dado el perjuicio infligido a los investigados.
Por su parte, éstos se lo están poniendo fácil al PP y no reclaman su vuelta a la política. «No me planteo nada hasta que la decisión sea firme», declaraba ayer a este diario el ex diputado Merino, al que el propio Rajoy felicitó por teléfono nada más conocer la noticia.
«Me ha ofrecido todo el apoyo y se ha puesto a mi disposición para lo que necesite, lo que le agradezco a él y a todo el partido, pero no hemos hablado de listas. Es pronto. Yo dejé mi escaño para defenderme mejor y no hacer daño al partido, y hoy sigo pensando lo mismo. Más adelante, ya veremos», añadió, al tiempo que celebraba la «elocuencia y rigor» del auto judicial
Dimisión de los jefes policiales a dicho??, será un chiste no??..., porque aqui nadie dimite, aqui se premian esos hechos, y se les asciende, o se le da una medalla roja, o se le envía a una embajada, en la que nunca están, pero siguen cobrando como si estuvieran. Este pais es de pandereta, y estamos a años luz de que se haga justicia de verdad.
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