Sevilla / Madrid
30/06/2011/El Mundo
Los implicados trabajaban en la Consejería de Medio Ambiente
La Guardia Civil detuvo ayer a unas 15 personas en varias provincias españolas presuntamente implicadas en una red de tráfico ilegal de aves rapaces. En el curso de la investigación, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) registraron dos edificios de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Sevilla y los domicilios particulares de al menos tres funcionarios del Plan de Recuperación del Águila Imperial.
Varias fuentes señalaron que, entre los detenidos, hay trabajadores y «altos» responsables del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Sevilla. Estas mismas fuentes indicaron que se investiga una supuesta venta ilegal de huevos y pollos para su uso en la cetrería, es decir, en la práctica de la caza con aves de presa.
Los agentes requirieron numerosa documentación relacionada con el Programa de Conservación del Águila Imperial, recientemente renombrado como Plan de Recuperación del Águila Imperial, según confirmaron fuentes de la investigación, que señalaron que estos trabajos aún no han terminado.
La operación está siendo coordinada por un juez de Madrid y está encomendada al Seprona de la capital de España, aunque tiene su origen en una investigación abierta por la Interpol en el año 2006 sobre tráfico de especies amenazadas.
La Consejería de Medio Ambiente aseguró que «está prestando total colaboración en el proceso judicial por supuestos delitos relacionados con el Programa de Conservación del Águila Imperial». «Ante el requerimiento de la Guardia Civil solicitando información sobre dicho programa -informó la Consejería-, se ha entregado cuanta información ha sido requerida por los agentes».
Asimismo, la Junta de Andalucía señaló que tiene «máximo interés en cooperar» para una «rápida resolución del proceso judicial abierto para esclarecer cualquier tipo de responsabilidad». Finalmente, la Junta mostró «su disposición a personarse» en la causa en el caso de que «se constatase alguna irregularidad en torno al desarrollo del programa».
Fuentes de la investigación señalaron que el caso no se cierne solamente al águila imperial sino a otras especies de rapaces capturadas en el medio natural y que, por lo tanto, podrían estar siendo utilizadas de forma ilegal para la práctica de la cetrería.
Las fuentes apuntaron a la existencia de una red para el tráfico de aves rapaces, incluso con conexiones internacionales. De hecho, además de los detenidos en Sevilla, habría otros en distintas provincias españolas como Asturias, Teruel o Vizcaya e incluso en otros países de la Unión Europea.
CHEMA RODRÍGUEZ / Sevilla
01/07/2011
El centro oficial de cría de aves era una tapadera
Una institución dedicada a la salvación de especies en peligro de extinción, el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Sevilla (Crea), y tres de sus trabajadores, incluido el director, pertenecían supuestamente a la red dedicada al expolio de rapaces protegidas desarticulada esta semana por la Guardia Civil dentro de la operación Horus. El operativo se ha llevado a cabo en todo el país y se ha saldado con la detención de 16 personas, entre ellas el director del Crea sevillano y dos de sus colaboradores, investigados, además, por falsificar informes con los que, al parecer, justificaban las cuantiosas subvenciones que recibían de la Junta de Andalucía para desarrollar el programa de recuperación del águila imperial.
Según confirmaron a EL MUNDO fuentes próximas a la investigación, el director del Crea sevillano, con la colaboración de un funcionario y un biólogo, habían convertido dicho centro en una «tapadera» bajo la que se ocultaba un negocio que les reportaba beneficios y que se basaba, por un lado, en el robo de pollos para su venta ilegal y, por otro, en el cobro fraudulento de subvenciones públicas, que justificaban con informes falseados.
La investigación ha sido llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El portavoz de esta institución, el capitán José Manuel Vivas, aseguraba ayer que hay 16 detenidos. De ellos, 13 eran «clientes y colaboradores» repartidos por diversas provincias. A ellos se les acusa de expolio de especies amenazadas y de falsificación, pues empleaban documentos y anillas ornitológicas trucados para dar una apariencia legal a la procedencia de los animales que adquirían.
Los otros tres detenidos son técnicos del Crea, a los que se les atribuye, además, un tercer delito, el de malversación de fondos públicos. Según el Seprona, la subvención que recibían de la Junta de Andalucía para criar águilas e introducirlas en el medio natural no era bien aprovechada. Para el capitán Vivas, la investigación ha puesto de manifiesto que la actividad del citado centro era «una chapuza científica y un fraude mayúsculo». Al parecer, se tomaban pollos y huevos de la naturaleza, se hacían pasar como nacidos en el centro y se devolvían al campo. Para el portavoz del Seprona, la primera estafada ha sido la Junta de Andalucía, que financiaba y supervisaba el proyecto. El Seprona estima que durante al menos nueve años se han empleado mal millones de euros. Toda la operación ha estado coordinada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sanlúcar la Mayor (Sevilla). En caso de fallo condenatorio, los delitos acarrearían penas de entre dos a cuatro años.
La Guardia Civil no ha podido confirmar que se haya comerciado con huevos o pollos de águila imperial, una especie de la que sólo hay 260 parejas en el mundo, todas ellas en la Península Ibérica. Pero sí ha detectado un intenso tráfico de otras rapaces como halcones, gavilanes y búhos. Podían alcanzar precios de hasta 18.000 euros.
En la operación, el Seprona ha llevado a cabo 21 registros en nueve provincias y se ha incautado de 101 rapaces vivas y 11 muertas, además de dinero en efectivo, documentación falsificada, anillas, ordenadores y un revólver. La operación Horus continúa la pista de otra llevada a cabo en 2007 y que aportó una gran cantidad de información que puso sobre el rastro de esta nueva red, que habría vendido ilegalmente rapaces a dos aeropuertos españoles, los de Sondica (Bilbao) y Ciudad Real, que también han sido objeto de registro.
Más corruptelas de estos que dicen ser socialistas, que no lo son. Esta gente no tiene parangób, por donde pasan, son como la marabuenta.
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