miércoles, 1 de junio de 2011

PP, PSOE e IU evitan seguir a UPyD y se aferran a sus coches oficiales


Madrid / Valencia / Barcelona

01/06/2011/ El Mundo

En Valencia, ediles del PSPV, Compromís y EU renuncian, y en Barcelona, el de ICV
La propuesta de UPyD en el Ayuntamiento de Madrid de predicar con el ejemplo y renunciar a los coches oficiales ha dejado en evidencia al resto de partidos, no sólo en la capital, sino en otras ciudades españolas. A pesar de la crisis, concejales del PP, PSOE e IU se aferran a los vehículos públicos, salvo excepciones: en Valencia, los ediles del PSPV, Compromís y EU han renunciado a ellos, mientras que en Barcelona el ecosocialista Ricard Gomà prefiere ir en bicicleta.

El Consistorio de Madrid es el único de España, junto al de Valencia, en el que todos sus miembros, es decir, todos los concejales de los grupos disponen de coche oficial. Además de los 57 de los ediles, hay 77 más por incidencias o servicios. Tanto el PP como el PSOE como IU han dicho que estudiarán no utilizarlos cuando se les ha preguntado si seguirán la estela del partido de Rosa Díez, pero no se han comprometido.

En otras localidades repartidas por España se han dado más o menos las mismas largas. Algunos políticos argumentan, como en los municipios vascos, que o bien los vehículos se usan de forma rotatoria, o bien se tratan de automóviles destinados a los escoltas. Otros dicen que tienen los coches para incidencias puntuales.

Pero sólo en Valencia, donde todos los ediles tienen, al igual que la alcaldesa, coche oficial, se ha actuado de la misma forma que UPyD. En esta ciudad, los concejales del PSPV, Compromís (Bloc e Iniciativa del País Valencià) y Esquerra Unida han anunciado su intención de renunciar a los vehículos que el Consistorio pone a disposición de los ediles electos. El PP, por su parte, también está dispuesto a negociar la eliminación de estos coches, aunque subraya que están asociados a los escoltas, y no a los concejales directamente.

El Ayuntamiento de Valencia cuenta con 33 coches oficiales: un Audi A6 para la alcaldesa y 31 Ford Mondeo y un Ford SMax para los concejales, incluidos los socialistas que dispusieron de cargo en la última legislatura. La decisión final se tomará el próximo 13 de junio, cuando se celebre la primera junta de portavoces de la legislatura.

En Barcelona, la crisis redujo el año pasado la flota automovilística de 30 a 18 coches. Actualmente hay uno para el alcalde, cinco para los tenientes de alcalde y otros tres para los presidentes de los grupos municipales. Suman nueve, de los que uno corresponde al ecosocialista Ricard Gomà, que no hace uso porque va en bicicleta. El resto está a disposición de los concejales previa petición y justificación.

En general, ésta es la tónica de la mayoría de los municipios, que suelen disponer de un coche para el regidor y otros que se reparten entre varios ediles (como en Santander, Ávila, Zamora, Huelva o Mérida). En Oviedo, Gijón, Toledo, León o Palencia, el alcalde se mueve en su coche oficial, pero los concejales van con los suyos particulares. En Segovia, el del alcalde se comparte con todos. Y en Gerona, Menorca o Ibiza ni siquiera hay coche oficial.

Algún político ha expresado su compromiso de apretarse el cinturón. Por ejemplo, la candidata del PP en Elche, Mercedes Alonso, que ganó las elecciones el pasado 22-M y que, por tanto, será la nueva alcaldesa, anunció durante la campaña su intención de renunciar al uso del coche oficial y al sueldo con dedicación exclusiva.

En Sevilla, por ejemplo, donde hay al menos 25 coches oficiales (los disfrutan el alcalde, los concejales delegados y los responsables de las empresas municipales), nadie se ha mostrado partidario de renunciar al vehículo de forma particular. Eso sí, el alcalde electo, el popular Juan Ignacio Zoido, ha anunciado su intención de reducir el número de ediles delegados y, por tanto, de coches.

Con información de R. Bécares, C. Toledo, H. Marín, D. Alberola, L. Iglesias, T. López, P. del Gallo y D. Villegas.

1 comentario:

  1. Mucho hablar antes de las elecciones pero luego se rajan. Que bien gastar dinero público, ni crisis ni leches.

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