viernes, 6 de mayo de 2011

Estamos tocando fondo


Rosa Díez

Un país en el que casi cuatro de cada diez jóvenes abandono prematuramente los estudios, está tocando fondo.

Un país en el que en un trimestre se pierden 256.500 empleos y sus gobernantes reaccionan relajadamente porque aún no se ha llegado a los cinco millones de parados, está tocando fondo.

Un país en el que la subida del paro no viene determinada por la subida de la actividad sino por la destrucción de empleo, está tocando fondo.

Un país en el que la destrucción de empleo se ha cebado en los asalariados con contrato indefinido (72%) después de poner en marcha una reforma del mercado de trabajo que supuestamente iba a terminar con esa situación, está tocando fondo.

Un país en el que el paro juvenil alcanza el 45%, siendo su tasa de actividad menor, está tocando fondo.

Un país en el que la mayor parte del empleo que se destruye afecta a los menores de treinta y cinco años, está tocando fondo.

Un país en el que hay un millón cuatrocientos mil hogares en el que todos sus miembros están en paro (casi el 10% del total) y cuatro millones trescientos mil hogares en los que no hay ni un solo miembro activo, es una país que está tocando fondo.

Pero todo esto, con ser dramático, no es la característica más determinante para constatar la gravedad de nuestra situación. Lo peor es que nuestra democracia es tan débil que sólo sus enemigos tienen una estrategia que perpetran hasta el final. Eso es estar tocando fondo.

Un país en el que los jueces del Constitucional son nombrados por cooptación por los partidos políticos es un país que está tocando fondo.

Un país en el que la organización terrorista ETA, que ha asesinado a ochocientos cincuenta y ocho de nuestros conciudadanos, diseña una estrategia para entrar en las instituciones democráticas y – a sabiendas- es avalada por los magistrados del Constitucional, es un país que está tocando fondo.

Un país en el que sus gobernantes, nacionales y autonómicos, de la parte de España en la que viven los asesinos, avalan a los criminales para que contaminen las listas electorales y el propio proceso democrático, es un país que está tocando fondo.

Un país en el que nadie se escandaliza por estas cosas, en el que se pasa página inmediatamente, en el que estos comportamientos indignos se enmascaran como actos jurídicos, en el que la campaña sigue como si no hubiera ocurrido nada, en el que los que van a las elecciones siguiendo las pautas de ETA ocupan más espacio en los medios de comunicación que los partidos democráticos, es un país que está tocando fondo.

Un país en el, como dijo Gabriel Celaya, “apenas si nos dejan decir que somos quienes somos”, está tocando fondo.

Si nosotros, los españoles, esos ciudadanos que no ejercemos como tales y dejamos que la impunidad cubra la miseria de nuestros gobernantes, de nuestros jueces, de nuestros voceros, de nuestros políticos. Nosotros, si consentimos que las víctimas de ETA lloren otra vez sintiéndose solas y traicionadas, seremos responsables de que este país esté tocando fondo. El de la miseria, la indignidad y la ausencia de principios y valores democráticos. “Está tocando fondo”

1 comentario:

  1. Por eso UPyD, es la alternativa y el voto útil, para evitar estos desmanes por llamarlo fino.
    Gracias Rosa.
    Mi voto para Rosa.

    ResponderEliminar