domingo, 3 de abril de 2011

Un agente de Interior frenó en Francia los procesos contra el GAL


ANTONIO RUBIO / Madrid / El Mundo

Zapatero embusteroJacinto Ángel Guerrero Lucas, ex anarquista, alto grado de la masonería francesa, espía y asesor del Ministerio del Interior en la etapa socialista, era el encargado por el entonces secretario de Estado, Rafael Vera, de ralentizar y controlar los asuntos de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) en Francia. Para llevar a cabo ese cometido, Guerrero Lucas repartió prebendas entre policías galos y obsequió con viajes y atenciones a los jueces y altos cargos franceses. Todos esos gastos fueron financiados por Interior.

El ex anarquista y actual masón Guerrero Lucas fue guardando copia de la toda la correspondencia personal y oficial que mantuvo entre 1989 y 2004 con todos sus interlocutores: Ministerio del Interior, Presidencia del Gobierno y representantes del PSOE. Guerrero Lucas comenzó a colaborar con Interior en 1983, tras la primera acción oficial de los GAL: el secuestro y la posterior desaparición de José Antonio Lasa Aróstegui y José Ignacio Zabala Artano.

EL MUNDO, que ha tenido acceso a parte de esa documentación, sabe que Guerrero Lucas llegó a acumular un total de 60 cajas de material delicado y sensible sobre ETA, los mercenarios de los GAL, el secuestro y asesinato de Publio Cordón, la remuneración de algunos policías galos y los viajes y regalos que recibieron los magistrados franceses.

Entre junio de 1991 y mayo de 1995, en pleno desarrollo judicial del tema de los GAL en España, Guerrero Lucas informa a la Secretaría de Estado de Interior por medio de escritos y cartas sobre cada uno de los pasos que está llevando a cabo ante las autoridades y magistrados galos para frenar los procedimientos de los GAL en Francia.

En el escrito del 20 de junio de 1991 indica: «Te confirmo haber logrado, en perfecta conjunción con el ministro NALLET [sic], el bloqueo de las modalidades de entrega de los 'attendus' de dicha sentencia [se refiere a una resolución del Tribunal de Pau sobre uno de los juicios contra mercenarios de los GAL], en acuerdo con las instrucciones que me transmitiste a través de Juan [se refiere a Juan de Justo, secretario de Rafael Vera]».

El 14 de diciembre de 1993, Guerrero Lucas, que se mueve entre el sur de Francia y París, recoge en uno de sus escritos las órdenes recibidas desde Madrid y explica cuál es la situación de Georges Mendaille, mercenario de los GAL, en aquel país: «Orden de arresto internacional dictada por el juez instructor de Bayona por tentativa de asesinato y complicidad […] habiendo trabajado para la Policía Española [sic] en creación y reclutamiento de los GAL […] actualmente instalado en España». En ese mismo documento, el espía de Interior informa de sus gestiones judiciales sobre un atentado del año 1980, donde estaba involucrado un comisario: «La Secretaría de Estado me pide, con esta fecha: que frene yo inmediatamente en BAYONA [sic] e impida que prospere la solicitud que el Tribunal de Grande Instance de BAYONA acaba de dirigir contra nuestro comisario BALLESTEROS [sic], sobre datos, diligencias y actuaciones en el atentado del 23.XI.80 contra el bar HENDAYAIS».

Guerrero Lucas utilizó en Francia su condición de «Venerable Maestro de la masonería con grado 20» para influir en determinados jueces galos. El 4 de mayo de 1995, informó al secretario de Estado de Interior sobre sus últimos movimientos: «Reuniones con juez L…: Me informa dificultad de seguir reteniendo expedientes FOUCHER/GAL […]. Toda la temática GAL degenera […] El juez L… ha designado a la Brigada Criminal para llevar ese asunto […] he aprovechado mis contactos con otros magistrados y medios judiciales para evocar estos asuntos […] no se dará continuidad hasta que hayamos podido analizar sosegadamente el conjunto». En otros documentos que están en poder de este periódico, Guerrero Lucas da el nombre y apellido del «juez colaborador» y de otros.

Entre marzo de 1990 y octubre de 1992, según consta en la documentación de Guerrero Lucas, algunos magistrados franceses visitaron España, de manera privada y acompañados de sus respectivas esposas, sin que tuvieran que abonar sus estancias en los hoteles de lujo. Algunos, incluso, llegaron a Madrid en aviones privados.

La remuneración o pagos de la policía francesa por parte de Interior, y con Guerrero Lucas de intermediario, se recoge en una serie de documentos del espía español que están fechados entre marzo de 1990 y septiembre de 1994. Todos ellos están dirigidos a la Secretaría de Estado de Interior y se recogen expresiones como: «Frontera Perthus/Hendaya. Tenemos un buen equipo amigo que voy a soldar sólidamente […] que me prepare algún dinero, una suma algo más importante, voy a asumir los desplazamientos de M… [se refiere a un policía judicial galo del que da nombre y apellido]».

La alusión más clara y directa de Guerrero Lucas en el tema del pago de policías franceses se recoge en un amplio informe, de cuatro folios, dirigido a la Secretaría de Estado y fechado el 25 de septiembre de 1994: «Me consta que por servir nuestros temas 'especiales', algunos 'polis' de Francia, al tener que simular ausencias personales, han perdido algún dinero. Sería de decencia compensárselo, pero no quiero tratar esto con nivel subalterno alguno [sic]».

Todos esos informes, cartas y documentos del espía español sobre los GAL y otros asuntos permanecieron ocultos en diferentes pisos de Barcelona hasta los primeros meses de 2009. Más tarde, el propio Guerrero Lucas trasladó todo ese material sensible hasta Andorra, donde disfruta de apoyo y cobertura de los masones de la Federación Ibérica. El zulo que utilizó Guerrero Lucas en el Principado fue el sótano de un restaurante mexicano que solían frecuentar antiguos mercenarios de los GAL y que, sorprendentemente, se incendió en agosto de 2009.

A. R. / Madrid

Informaba a González de la lucha contra ETA

Tras el 11-M, Guerrero contactó con el ex presidente y ofreció datos importantes
Jacinto Ángel Guerrero Lucas, espía y asesor de Interior, mantuvo una fluida correspondencia con Felipe González durante los años en que este último fue presidente del Gobierno y con posterioridad.

Los archivos del «Venerable Masón con grado 20», que están en poder de EL MUNDO, así lo acreditan, y confirman que el ex secretario General del PSOE estaba puntualmente informado de todo lo concerniente a la lucha antiterrorista a través del ex militante del grupo anarquista Defensa Interior. Esa correspondencia también se mantuvo tras los atentados del 11-M, donde Guerrero Lucas se ofrece a Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba con «datos que considero de la máxima importancia para la Seguridad [...] y que no he querido poner ahora en manos del poder saliente».

En enero de 1994, Guerrero Lucas se puso en contacto con su principal benefactor en el Gobierno, Felipe González, para comunicarle que el recién nombrado ministro del Interior, Antonio Asunción, quería prescindir de sus servicios. Finalmente aguantó en Interior cobrando los 6.000 euros mensuales que recibía por sus servicios, sin contar extras. Hay que recordar que fue Julio Feo, secretario de Felipe González, el que, a finales de 1983, dio el visto bueno en Interior para que Guerrero Lucas se incorporara a ese departamento como colaborador.

Meses después, en mayo de 1994, tras la fuga de Luis Roldán, se produjo la dimisión de Asunción y el nombramiento de Juan Alberto Belloch como ministro del Interior y Margarita Robles como secretaria de Estado de esa cartera. El espía y masón Guerrero fue repudiado, nuevamente, por los nuevos cargos de Interior y rápidamente se puso en contacto con Felipe González, por carta, para avisar de las consecuencias que ese acto podría acarrear para España en la lucha contra ETA.

La primera de las cartas de Guerrero Lucas a Felipe González está fechada el 16 de enero de 1994, consta de dos folios escritos a máquina y termina con: «Tu incondicional». Y comienza con: «Querido y respetado Presidente». Después continúa con una sutil o velada amenaza: «Desde hace años la colaboración anti-terrorista francesa SOY YO [sic]». Más tarde, el espía enumera todas sus hazañas anti ETA: «De Sokoa al recuperado rescate de Revilla […] impuesto revolucionario […] archivos centrales de ETA».

Guerrero Lucas recalca y recuerda en su carta al presidente González su buen hacer ante las autoridades francesas: «Todo ha sido posible gracias a mi absolutamente privilegiada relación con sucesivos ministros, gabinetes, cúspides policiales y magistrados y fiscales centrales, cazadores del antiterrorismo». Y continúa con más flores personales, que también extiende a su protector en Interior: «Relación que, bajo la sabía dirección de Rafael Vera, he podido ejercer a mayor eficacia y servicio de España y sus más vitales intereses».

El espía de Interior termina su exposición con un lamento y una petición de reconsideración: «Me encuentro ahora ante un grave dilema. Las singulares modificaciones que repentinamente nuestro Interior [se refiere al nuevo ministro Antonio Asunción] parece querer adoptar implicarán, normalmente, la desaparición de VERA [sic] y mía». Tras esa carta, Guerrero Lucas continuó en Interior y Rafael Vera fue apartado de la Secretaría de Estado.

En mayo de 1994, Guerrero Lucas envió dos nuevas cartas a su protector, Felipe González, porque el ministro Belloch y la secretaria de Estado Robles querían prescindir de sus servicios. El tono de las misivas es algo más serio, distante y amenazante. Habla de que sin él las autoridades francesas no colaborarán en la lucha antiETA y llega, incluso, a descalificar a Margarita Robles: «Las evidentes lagunas de estrategia operativa que la nueva secretaria de Estado viene creando por su quehacer negativo en la relación con Francia […] Víctima de su ignorancia y objeto de su boicot, voy a tener que marcharme, pero no aceptaré nunca […] la salida indecorosa que esta Dama [sic] precipita sin siquiera confesarlo». A pesar de todos esos sucesos, el espía masón continuó trabajando para Interior.

El 14 de marzo de 2004, el mismo días de las elecciones y tras los atentados del 11-M, Guerrero Lucas volvió a dirigirse al «Presidente GONZÁLEZ» y se ofreció, tanto a él como Rubalcaba, indicando que era «detentor de datos que considero de la máxima importancia para la Seguridad, que desde luego no he querido poner en manos del poder ahora saliente [...] he intentado, recientemente, sin éxito, enlazar con Rubalcaba; dada la posible urgencia de explotación de los mencionados datos».

1 comentario:

  1. Las otras corruptelas del psoe. Esto es un pozo sin fondo, cuando no están fuera de la ley, meten mano a la caja.
    Un disparate de partido, creo que maquiavelo, debiera echar algún reactivo para matar todos los bichos que tienen.

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