domingo, 16 de enero de 2011

Una investigación vincula al PNV de Álava con una red de espionaje


IKER RIOJA ANDUEZA / Vitoria/ El Mundo

El dirigente Tellería tenía hilo directo con la unidad de información de la Ertzaintza

Zapatero embustero

La Unidad de Información y Análisis de la Ertzaintza (UIA), ahora conocida como División Antiterrorista y de Información (DAI), recopilaba datos sobre políticos, empresarios o miembros de la Guardia Civil. Una investigación judicial ha descubierto que dos miembros de esa unidad trasladaban parte de esa información confidencial al que hasta marzo del año pasado era un peso pesado dentro de la estructura del PNV en Álava, Aitor Tellería. Los tres están acusados de revelación de secretos y de infidelidad en la custodia de documentos.

El 17 de marzo de 2010, el juez Roberto Ramos ordenó la detención de ochos dirigentes nacionalistas de la provincia, entre ellos el número dos del partido, Alfredo de Miguel, y el propio Tellería. Ellos y Koldo Ochandiano, junto a sus tres esposas, habían constituido en 2005 la sociedad Kataia Consulting. Se sospecha que empleaban esta empresa sin actividad aparente para el cobro de comisiones a empresarios a cambio de la adjudicación de obra pública.

Se practicaron numerosos registros con el fin de hallar indicios sobre los movimientos de Kataia Consulting, en los que la Policía se incautó de abundante material informático. En el análisis de un disco duro externo de Tellería aparecieron seis documentos de word, que habían sido previamente borrados por el ahora investigado. Incluían datos sobre la vida personal de personalidades de la vida pública alavesa, como el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz (PSE-EE), o Santiago Abascal (PP). Había, incluso, una referencia al presidente del Senado, el socialista Javier Rojo.

Por su aspecto -estaban redactados en mayúsculas- y por su contenido -se hablaba de la existencia de una red de informantes- se concluyó que eran documentos de factura policial, aunque no constaran en la base de datos de la UIA, el grupo de elite de la Ertzaintza que, en Álava, está liderado por una docena de miembros, todos ellos de la máxima confianza del PNV -muchos son familiares directos de sus dirigentes-. Un ulterior análisis informático permitió determinar la fecha de creación de los archivos, junio de 2008, y sus autores, Axier (un informe) y Karlitos (los otros cinco).

El primero no ha sido identificado, pero sí el segundo. Es un agente de la UIA que, en las fechas de creación de esos documentos, realizó varias consultas sobre los temas filtrados en la base de datos de la Ertzaintza. Enviaba sus reportes a Tellería desde una cuenta personal de correo electrónico y no empleaba su equipo de comisaría.

Karlitos es militante del PNV y mantiene una relación de amistad con Tellería, según han reconocido ambos ante el juez. Entre el 9 y el 18 de junio de 2008, el policía llamó en 17 ocasiones a su supuesto enlace en el exterior. Algunas de las conversaciones se prolongaron durante casi una hora. En una de las fichas de seguimiento incautadas, Karlitos apunta, textualmente, que el 11 de junio «se le comenta el tema a Aitor Tellería por teléfono». Ese día, efectivamente, el propio agente llamó al dirigente del PNV a las 12.53 horas.

A partir de este hallazgo casual, el juez Ramos ha tratado de desentrañar una presunta red de espionaje en la UIA, aunque no siempre ha contado con la plena colaboración de los actuales responsables de la Ertzaintza, reacios a desclasificar cierta información por su naturaleza comprometedora. Entre los datos que figuran en el sumario del caso, que abarca 1.600 folios a los que ha podido acceder EL MUNDO, se revelan varios trabajos inusuales en unos profesionales que, en teoría, dedicaban sus esfuerzos a luchar contra ETA.

Uno de los miembros de la UIA, por ejemplo, preguntó al líder de los socialistas alaveses si tenía «una querida». En otra ocasión, se ha descubierto que ertzainas reportaron sobre un encuentro de miembros de la agrupación monárquica Reales Tercios en una zona privada de un hotel de Vitoria. En muchos informes policiales aparecen anotaciones genéricas que instan a los confidentes a «seguir informando» sobre el PP de Vitoria o sobre la Guardia Civil.

En su declaración, Tellería explicó que todos los datos que recibía los empleaba para su actividad política y que, en algunos casos, los canalizaba a sus compañeros en función del tema tratado. Una empleada del PNV admitió que Tellería dio la orden de que cualquier dato sensible sobre sus rivales políticos debería serle remitido a él para su análisis.

La investigación también ha demostrado los vínculos entre Karlitos y otro hombre fuerte del PNV en Álava, Alfredo de Miguel. Se reunieron, por ejemplo, un mes antes de que éste fuera detenido.

1 comentario:

  1. Siguen los de la kgb haciendo de las suyas. Estos del peneenuve, con tanto poder tantos años, al final se creen dioses.

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