13:05 (09-01-2011) | La gaceta
"La destrucción física de los creyentes de la cruz no es suficiente para que la Alianza de Civilizaciones o Rubalcaba emita una leve señal de protesta. No hay atisbo de indignación porque no hay atisbo de dignidad", afirma el coordinador de Presidencia y Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas,
El coordinador de Presidencia y Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, ha denunciado el silencio del Gobierno español y de la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones ante los recientes ataques a las minorías cristianas en varios países musulmanes, entre ellos Egipto e Irak.
"La destrucción física de los creyentes de la cruz no es suficiente para que la Alianza de Civilizaciones o Rubalcaba emita una leve señal de protesta. No hay atisbo de indignación porque no hay atisbo de dignidad", critica en su blog en Internet, en un artículo que recoge Europa Press.
Moragas compara esta actitud con la defensa que "la Alemania de Merkel o la Francia de Sarkozy" han hecho de la "libertad religiosa" frente a esos atentados terroristas. "Mientras, esta España oficial solo tiene voz para los vendedores de alfombras y de cortinas, para caudillos sin gracia aunque estén instalados en el delicioso Caribe y para sí mismos. Siempre fuertes con el débil y temerosos ante el poderoso. Lo social para muchos de ellos es un ripio de verdad", se queja.
Esa defensa le han valido a esos países fuertes críticas de Egipto, a los que acusa de ideología "derechista", meintras que en España se prefiere que el Ejército ayude a construir escuelas islámicas, cuyo único objetivo es enseñar el Corán, en Afganistán..
Moragas recuerda además que "persiguen y liquidan a las minorías cristianas en Oriente y... no tan lejos". El año pasado Marruecos expulsó a varias decenas de cristianos a los que acusó de proselitismo, entre ellos dos españoles.
"Mientras nuestra ministra de Sanidad (Leire Pajín) se erige en paladín de la delación de fumadores y nos conduce a la ingeniería social en nombre de la igualdad", la Conferencia Episcopal Italiana se pregunta si los cristianos son perseguidos "porque hablan de dignidad e igualdad de las personas, sean hombres o mujeres, predican el amor, el perdón y el Estado de Derecho", continúa.
Rubalcaba, hombre del momento
La diferencia entre estos dos ángulos sobre la igualdad y dignidad de las personas es, según Moragas, que el segundo "habla desde la concordia" y la primera "desde la discordia" que le inyecta "3 hombres del momento: Alfredo, Perez y Rubalcaba".
Moragas también critica que el Gobierno español no abordara la situación de los Derechos Humanos en China durante la visita del viceprimer ministro, Li Keqiang, la semana pasada, centrada en la economía y en la compra de deuda española por parte del gigante asiático.
Ni el primer ministro británico, David Cameron, ni el presidente estadounidense, Barack Obama, ni la canciller alemana, Angela Merkel, ni el presidente francés, Nicolas Sarzoky, "renunció a tratar" este tema cuando se encontraron con las máximas autoridades chinas a lo largo de 2010, recuerda.
"No se trata de que nada más pisar la Sala de Autoridades en el aeropuerto de Madrid se le suelte al invitado chino una arenga pro derechos humanos (*) Se trata sencillamente de comportarse como una democracia occidental avanzada y no como un gobierno líquido de un país pobre, débil e hipócrita", expone.
"Si EEUU, Francia, Reino Unido o Alemania hacen esa mención a los derechos humanos no es porque Obama, Merkel, Sarkozy o Cameron sean más sensibles al sufrimiento ajeno sino porque son más sensibles a lo que piensan y defienden sus sociedades. Creo que le llaman democracia occidental", ironiza el dirigente 'popular'.
En su opinión, algún miembro del Ejecutivo español podría como mínimo "haberle susurrado al oído (a Li) que las dictaduras juegan con injusta ventaja a la hora de ser competitivos en plena globalización". "No hubiera costado nada hacerlo y no habríamos perdido la cara ante el resto de cancillerías del mundo occidental y más allá", cree.
Moragas concluye mostrando su convicción de que el PP le dará "la vuelta a todo antes de que no quede nada" y asegura que "hay barco y capitán en el puente de mando" del partido.
La cagada de la alianza, sería mejor decir. Ahora que debe de demostra para que vale, calla, lo cuál demuestra para que se hizo, mejor me callo, porque me enerbo.
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