miércoles, 5 de enero de 2011

El PP acaricia el sueño de acabar con 28 años de dominio socialista


DAVID VIGARIO / Mérida/El Mundo

IU será decisiva si entra en el Parlamento ante el empate entre PSOE y 'populares'

Corresponsal

Zapatero embustero

Habrá emoción hasta el recuento final para conocer cuál es el próximo presidente de la Junta de Extremadura. Y eso ya es noticia, porque por primera vez tras 28 años -siete legislaturas consecutivas-, el PSOE tiembla en una comunidad convertida en un habitual y fiel granero de votos para los socialistas. Sólo una vez, en 1995, en plena caída del felipismo, el entonces Gobierno de Juan Carlos Rodríguez Ibarra perdió la mayoría absoluta. Pero fue la excepción, porque las victorias del PSOE en esta comunidad han sido siempre plácidas y hasta abrumadoras.

De hecho, la sustitución en 2007 -después de 24 años en el poder- de Rodríguez Ibarra, que fue uno de los barones socialistas más poderosos, se produjo sin ningún trauma. Su sucesor, Guillermo Fernández Vara, logró incluso mayor porcentaje de votos en las elecciones autonómicas de 2007 que Ibarra cuatro años antes. Este resultado le permitió sacar una distancia abrumadora al PP -más de 14 puntos, los que van del 52,9% obtenido por el PSOE al 38,8% que tuvieron los populares- y que provocó el enésimo cambio en el cartel electoral de la oposición.

Este año, el encargado de medirse con Fernández Vara será José Antonio Monago, que sustituyó en 2008 a Carlos Floriano como presidente del PP extremeño.

Sin embargo, según el sondeo de Sigma Dos para EL MUNDO, el huracán de cambio que se respira en toda España también está cerca de conseguirse en Extremadura. Los datos ofrecen un empate entre ambas formaciones, con un 45,6% de los votos para el PSOE y un 45,5% para el PP. Traducido en escaños, los socialistas se quedarían en 32, uno por debajo de la mayoría absoluta, y los populares oscilarían entre 31 y 33, dependiendo de la atribución de diputados en las provincias, lo que le podría dar el poder por la mínima aun teniendo menos porcentaje de voto.

La clave para el resultado final la puede tener IU, que tras dos legislaturas fuera del Hemiciclo tiene opciones de obtener representación parlamentaria. El sondeo le da el 4,9% de los votos, a tan sólo una décima de lograr el 5% mínimo exigible para entrar en el Parlamento, tener uno o dos diputados y convertirse en la llave de la gobernabilidad.

El demoledor efecto Zapatero puede, por tanto, llevarse por delante a un Vara que en 2007 representó el cambio tranquilo dentro de su partido, pero al que le han comenzado a aparecer las primeras grietas, sobre todo con algunos casos de corrupción, como el del Ayuntamiento de Plasencia.

En junio de 2009, el presidente extremeño ya vio en las elecciones al Parlamento Europeo cómo el PP comenzaba a acercarse peligrosamente: el PSOE logró el 48,59% de los votos y el PP, el 44,13%. Y en las encuestas de 2010 incluso se ha dado la victoria a los populares. Entre ellas la de Sigma Dos para EL MUNDO del pasado mes de mayo, que daba el 48,4% de los votos al PP (33-35 escaños) y sólo el 44,4% al PSOE (30-32 escaños).

La caída en picado en la estimación de voto socialista en Extremadura parece, sin embargo, haberse frenado y en estos momentos se produce un empate técnico con una ligerísima ventaja de Fernández Vara.

El gran mérito del candidato popular es que, en apenas dos años como líder de la oposición, ha unido un partido en el que, al menos por el momento, no hay disputas; algo importante en una organización en la que la división interna ha sido la tónica habitual en los últimos años. De hecho, Monago ha recuperado a críticos como el ex alcalde de Mérida Pedro Acedo o el regidor de Navalmoral, Rafael Mateos, y podría recuperar la mayor parte de los grandes ayuntamientos, en estos momentos gobernados en su totalidad por el PSOE, con la excepción de Badajoz. Además, el líder regional del PP se ha recorrido en este tiempo la mayor parte de los pueblos extremeños, donde antes este partido apenas tenía presencia.

La encuesta refleja que las diferencias entre los dos partidos principales se han estrechado fundamentalmente en la provincia de Badajoz, donde los populares han pasado de perder por casi 16 puntos en 2007 a estar tan sólo a tres (44%-45% frente al 47%-48%).

En Cáceres, donde las diferencias eran más estrechas, los socialistas caen derrotados y el PP vence por tres puntos.

1 comentario:

  1. Pues haber que ocurre, porque del dicho al hecho hay mucho trecho. Espero que sea para bien.

    ResponderEliminar