domingo, 21 de noviembre de 2010

El Gobierno pide a la Fiscalía que investigue ‘las tarjetas del 11-M’



09:04 (21-11-2010) |La gaceta

LA GACETA demostró que las SIM prepago siguen vendiéndose sin pedir identificación. La AVT lo denunció ante Industria e Interior. La ley obliga a mostrar el documento de identidad.

Roberto R. Ballesteros. Madrid

El Ministerio de Industria anunció el pasado 2 de noviembre que trasladará a la Fiscalía la denuncia efectuada el 20 de septiembre por la Asociación Víctimas del Terrorismo. La AVT alertaba entonces de que en algunos locutorios de Madrid y Barcelona se podían comprar tarjetas telefónicas prepago sin necesidad de mostrar el documento de identidad. Este modus operandi contraviene la Ley 25/2007 de conservación de datos, que desde el 9 de noviembre de 2009 obliga a todos los usuarios de una SIM prepago a identificarse ante las operadoras.

La AVT puso la denuncia ante los ministerios de Industria e Interior después de que LA GACETA mostrara a través de un vídeo, emitido por Intereconomía TV, cómo estas tarjetas continúan vendiéndose sin control, exactamente igual que antes de que entrara en vigor la normativa. El vídeo hizo la comprobación en los madrileños barrios de Lavapiés y Villaverde y en la barcelonesa zona de El Raval.

La denuncia de las víctimas servirá también para que el Gobierno se ponga las pilas. “Los hechos denunciados serán considerados en el desarrollo de las actuaciones de control e inspección que esta Subdirección (de Inspección y Atención al Usuario) realice sobre el cumplimiento de las obligaciones de la Ley 25/2007 por parte de los operadores de telecomunicaciones”, informó Industria a la AVT.

El vídeo mostraba cómo un periodista con cámara oculta entraba en los locutorios y pedía una tarjeta prepago diciendo explícitamente que no tenía intención de identificarse. En la mayoría de los casos, no había problema para adquirir la SIM. “Tengo Movistar, tengo Vodafone, tengo Orange, tengo todo”, explica amablemente uno de los dependientes. “Pero éstas las cojo, las meto en el móvil y ya puedo hablar. ¿No? Porque yo no quiero líos de registros”, respondemos. “No, no, la metes y ya está”, contesta con seguridad. “¿Pero luego no me llamarán y me dirán que si no me registro me cortan el teléfono? ¿No me pedirán documentos ni nada? Es que ése es mi problema”, insistimos. “No, no, tú no te preocupes”, nos tranquiliza desde el otro lado del mostrador.

En ocasiones, la respuesta no era tan tajante. El vendedor asegura que en ese momento no tiene tarjetas prepago para vender sin identificar, pero que podría conseguirlas en unas horas. “Pásate a las dos”, dijo uno. “Si te vienes a las seis, ya la tendremos”, afirmó otro.

Otras veces era especialmente llamativo el procedimiento utilizado. El dependiente nos pedía que le disculpásemos un minuto, se iba con la tarjeta oficial a un establecimiento cercano, hablaba con alguien, manipulaba el ordenador y volvía a los pocos segundos. “Ya está activa”, aseguraba a su vuelta sin haber recabado un sólo dato nuestro.

Las tarjetas prepago fueron utilizadas para explosionar las bombas colocadas en los trenes el 11 de marzo de 2004.

1 comentario:

  1. Parece que hay pocas ganas de investigar nada, y menos del 11-M. Tiene que haber siempre terceras personas que hagan que se denuncie y se instruya el sumario, porque el gobierno, anda un poco vago en este aspecto, si le reportara votos ya andaría presto.
    No nos merecemos un gobierno que nos mienta (palabras dichas por rubalcaba).

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