domingo, 12 de septiembre de 2010

Vandalismo y ridículo victimista en la Diada


Zapatero embustero

LA QUEMA de una foto del Rey y de una bandera española en la marcha independentista celebrada ayer en Barcelona demuestra una vez más la cobardía y el vandalismo que definen a los sectores más radicales del nacionalismo catalán. Estos intolerables actos, cometidos por unos encapuchados, son la guinda a una Diada en la que también afloró otro rasgo inherente a los independentistas: su victimismo. En su discurso previo, Montilla había abogado por reconstruir «las relaciones dañadas entre Cataluña y España». La bravata del president no sació a los independentistas como Puigcercós, para quien «no mejorarán las relaciones mientras Cataluña no sea un Estado». Ese victimismo nacionalista resulta aún más delirante al comprobar que la autonomía de que goza Cataluña es envidiada hasta por el PKK, a cuyo líder hoy entrevistamos: «Con la autonomía de Cataluña, depondríamos las armas». Los celos de un grupo terrorista como el PKK vienen a resaltar lo ridículo de las desmesuradas ambiciones nacionalistas y de sus actos de gamberrismo.

1 comentario:

  1. A estos les daba yo también por el pelo, encima aún se quejan, son unos viciosos, y siempre amenazando.

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