lunes, 20 de septiembre de 2010

La Policía detecta pasos de «Ternera» hacia la dirección de ETA



Su misión sería reforzar las maltrechas estructuras de la banda

Día 20/09/2010
José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, «Josu Ternera», podría haberse reincorporado a ETA para enderezar la nave a la deriva en que se ha convertido la banda criminal, una vez que todos los adversarios que le salieron al paso durante el último «proceso de paz» han sido neutralizados en diferentes operaciones antiterroristas desarrolladas en Francia.
ABC
«Josu Ternera», en una imagen de archivo
Es una hipótesis que manejan las Fuerzas de Seguridad basada en «indicios serios» y en «comentarios» procedentes de la «izquierda abertzale». En 2002 el entonces parlamentario de Batasuna «Josu Ternera» huyó de España para evitar ser investigado por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, que costó la vida a once personas, entre ellas cinco niños. De inmediato se reincorporó a la dirección de ETA. Pero no para llevar a cabo misiones operativas, sino como «asesor» de los cabecillas con el objetivo de afrontar una negociación con el Gobierno. Fue quien «cocinó», junto a Jesús Eguiguren, el último «proceso de paz». Pero a lo largo de las negociaciones tuvo serios enfrentamientos con otros integrantes de la cúpula, como Francisco López Peña, «Thierry», y Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», que manejaban el dinero, los explosivos y los «comandos». Así que, una vez que el proceso entró en fase terminal, «Ternera» optó por apartarse, probablemente, para ponerse a salvo de una nave sin rumbo. Sin embargo, ya desde ese mismo momento los expertos antiterroristas no descartaron que Urrutikoetxea se mantuviera a la espera de que llegara de nuevo su momento, para regresar, con la misma condición, como asesor ante una hipotética negociación.
Sus citas con Eguiguren
Los medios consultados advierten, con todo, que «Ternera» es un «duro entre los duros», «cruel entre los crueles» y, también, «estratega entre los estrategas». Así que, recalcan, habría que huir de esa imagen de «pactista» que en algún momento se pudo dar de él durante el «proceso de paz» con Zapatero. Una imagen alimentada por sus citas con Eguiguren en los que se trazó la «hoja de ruta». En este sentido, se recuerda que el «manual del negociador» que siempre ha manejado «Ternera» es el que se inspira en la «acumulación de fuerzas». Esto es, amontonar cadáveres sobre la mesa para presionar al Gobierno y forzarle a claudicar.
Los expertos antiterroristas vaticinan que, de confirmarse el regreso de «Ternera», lo primero que haría sería reforzar sus estructuras, recuperar el liderazgo de ETA como «vanguardia» de la «izquierda abertzale». Y todo ello alternándolo con movimientos estratégicos, con el objetivo de retomar la iniciativa, confundir al Gobierno, provocar división entre el Ejecutivo y la oposición... Otra cosa es que lo consiguiera, ya que la bestia está herida de muerte, aunque en su larga agonía los zarpazos aún pueden ser crueles.
No obstante, la capacidad de « Ternera» como interlocutor de la banda quedó en entredicho durante el «proceso de paz». En los prolegómenos, transmitió al Ejecutivo, vía Eguiguren, que había logrado el apoyo de prácticamente toda la banda, incluidos los veteranos, para afrontar una negociación con garantías de éxito. Y resultó que le salieron adversarios desde el primer momento. «Txeroki» le lanzó varios ultimátum que concluyeron con el salvaje atentado de la T-4.
Con todo, las circunstancias son ahora diferentes. «Josu Ternera», de confirmarse su regreso, se encontraría con una ETA descabezada y muy debilitada. Pero, al mismo tiempo, con más margen de maniobra porque los «Thierry», «Txerokis» y demás contrincantes están fuera de circulación.

1 comentario:

  1. A donde va a estar si no, haciendo obras de caridad??, no, con los suyos preparando alguna estrategia.

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