Las sospechosas trabas de Rubalcaba a la investigación del 11-M

Bloquea la labor de la juez esgrimiendo que no puede dar datos 'secretos'

LA REITERADA negativa de Interior a facilitar los datos que le reclama la juez que investiga la actuación del jefe de los Tedax en los atentados del 11-M, no se sostiene. El Gobierno se resiste a informar de algo tan sencillo como a qué unidad de la Policía correspondía la custodia del material recogido en los focos y qué departamento era el competente para realizar los análisis, y lo hace con el pobre argumento de que eso es materia reservada. Todo indica que se trata de una estrategia para obstaculizar un proceso que, por esta razón, lleva ya tres meses paralizado. No es serio que Interior trate de hacer creer que esa información que se le solicita es secreto oficial. Si el departamento de Rubalcaba insiste en ese bloqueo, la juez debería presentar un conflicto jurisdiccional, como hizo Garzón en su día cuando el Gobierno se negó a desclasificar los papeles del CESID utilizando argumentos similares. Lo que no es de recibo es que agarrándose a la condición de un supuesto secreto oficial se niegue el derecho de los ciudadanos -en este caso, víctimas del 11-M- a contar con el auxilio de la Justicia. Que el trabajo de la Policía fue sospechosamente nefasto el 11-M queda corroborado con el testimonio que hoy publicamos del experto que dirigió los análisis. El pasado miércoles, ante el tribunal que juzga el atentado de ETA en la T-4, alardeó de haber analizado 300 muestras del foco de la explosión. Pues bien, en el 11-M sólo recibió 23 muestras de 12 focos... y lavadas con agua y acetona.