miércoles, 27 de enero de 2010

El ATC holandés, el modelo del futuro «cementerio» nuclear español



El almacén de residuos nucleares HABOG, en Holanda, se ha convertido en el modelo del futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) español, cuyo proyecto de construcción es prácticamente idéntico al holandés, aunque su capacidad será tres veces mayor.

La instalación holandesa "es seguramente el sitio más seguro de Holanda", ha asegurado a un grupo de periodistas españoles Hans Codée, director general de COVRA, la empresa pública que gestiona los residuos nucleares en Holanda y que es el equivalente a la española Enresa.

HABOG, siglas que en holandés se corresponden a las españolas ATC, ha sido diseñado a prueba de terremotos de grado 6, inundaciones, explosiones de gas licuado, huracanes o al choque de un avión F-16.

El impacto radiológico "sería nulo" en caso de que ocurrieran cualquiera de esos fenómenos, ha asegurado el responsable de COVRA, quien ha explicado que los muros exteriores de hormigón armado tienen 1,70 metros de espesor.

El almacén, que está en funcionamiento desde 2003, está ubicado en Borsselle, una localidad de unos 20.000 habitantes, que alberga también la única central nuclear en funcionamiento de Holanda, además de una central térmica, otra de carbón, una fábrica de aluminio y una planta de fosfatos.

Esta ciudad, además, podría acoger una segunda planta nuclear, cuya construcción se encuentra en debate en estos momentos, a pesar de que su alcalde, el socialista Jaap Gelok, fue un ferviente anti-nuclear en los años setenta.

Habog tiene capacidad para albergar entre 600 y 700 toneladas de residuos radiactivos y está dividido en tres secciones: la recepción, donde son recibidos los residuos que llegan en ferrocarril o en camión; el área de tratamiento y el almacén propiamente dicho, en el que permanecerán los residuos durante un periodo de cien años.

A pesar de que este tipo de instalaciones son conocidas popularmente como "cementerios nucleares", los responsables del almacén holandés insisten en presentarlo como una "obra de arte", diseñada por el artista local William Verstraeten, que la denominó "Metamorphosis".

El color de la selección holandesa
Precisamente una metamorfosis es lo que sufrirán las paredes del edificio, pintadas de naranja, con las fórmulas de Einstein (E=mc2) y de Max Planck (E/c2) escritas en verde. Ese color se irá degradando con el tiempo conforme los residuos almacenados vayan perdiendo radiactividad hasta ser "totalmente blanco" dentro de cien años. El alcalde de Borselle ha bromeado al asegurar que el almacén nuclear "da un toque diferente a la ciudad" y ha recordado que el naranja es también el color de la selección holandesa de fútbol.

Los habitantes de la ciudad tuvieron reticencias antes de que comenzase la construcción del almacén, pero ahora están "muy familiarizados con la instalación", según el alcalde. El municipio no recibe ningún tipo de compensación económica por albergar el almacén, salvo los impuestos que paga como cualquier otra instalación industrial.

Aunque sólo trabajan en él 53 personas, su efecto multiplicador hace que sean muchos los ciudadanos que indirectamente viven de esta actividad, lo que "es un impacto bastante positivo para la economía local".

El alcalde ha invitado a los regidores españoles a que opten al ATC, cuyo plazo de presentación de candidaturas acaba dentro de cuatro días.Hasta el momento, sólo dos localidades -Yebra (Guadalajara) y Ascó (Tarragona)- han hecho pública su intención de albergar el almacén, dos decisiones adoptadas en sendos plenos municipales que no han estado exentas de polémica.

1 comentario:

  1. Pues nada, sin debate político ni na, esto se pone en marcha.Ahora hay que poner media docena de centrales nucleares, y así ya no tenemos que depender de nadie para tener energía, y todos contentos y comieron perdices y fueron felices.

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