Instalada hace un mes
El Español
La viuda de uno de los agentes denuncia que Pérez de Agreda ha relegado el homenaje del vestíbulo a una habitación.
Nuevo capítulo en el enfrentamiento entre las familias de los
policías asesinados en el atentado talibán de Kabul y el responsable de
la embajada. La viuda de uno de los agentes fallecidos acusa al
embajador en Afganistán, Emilio Pérez de Agreda, de menospreciar a las
víctimas al haber quitado del vestíbulo del edificio la placa
conmemorativa en recuerdo de Jorge García Tudela e Isidro Gabino
Sanmartín.
Según denuncia a EL ESPAÑOL Estefanía Vera, viuda de Isidro Gabino San Martín, el embajador ha decidido relegar esa placa a una habitación donde ha sido colocada “encima de un mueble”. “Demuestra lo poco que le importan las personas que velan por su seguridad y la falta de respeto a Gema (la viuda de Jorge García Tudela) y a mí”, lamenta esta mujer. Según dice, en un principio la placa había sido guardada en un cajón del edificio, y fue su queja en las redes sociales la que obligó al embajador a situarla en la estancia en la que está ahora.
Estefanía Vera basa su denuncia en lo que le han transmitido desde
Afganistán miembros de la colonia española en Kabul, que se han puesto
en contacto con ella y dicen haber visto el cambio de ubicación del
homenaje instalado inicialmente a la entrada de la embajada desde la
fecha en la que se cumplió en el primer aniversario del atentado.
El Departamento de prensa de Exteriores ha confirmado a este periódico el cambio de ubicación de la placa, pero aseguran que en el futuro volverá a situarse en un lugar preferente. Tras el atentado de 2015, las oficinas de la cancillería se trasladaron a la residencia del embajador, concretamente en la segunda planta del edificio. Actualmente se están realizando una obras para ubicar las oficinas en otro lugar, pero esos trabajos en ningún caso afectan a la residencia, según las mismas fuentes diplomáticas.
Durante un mes la placa y un libro de condolencias se colocaron en la entrada de la residencia, en la primera planta y en un lugar visible. Ahora, tanto la placa como el libro han sido ubicados en otro lugar menos destacado de la segunda planta. Preguntado acerca de cuál es la razón por la cual el embajador no ha esperado a que terminasen las obras de la nueva cancillería para quitar la placa del vestíbulo, las fuentes consultada no han sabido dar una explicación, tan solo han garantizado que en el futuro volverá a lucir en un lugar preferente. Estas fuentes tampoco han precisado cuándo terminarán las obras.
Emilio Pérez de Agreda se encuentra imputado en la Audiencia Nacional después de que el juez Santiago Pedraz aceptase a trámite una querella por delitos de homicidio imprudente y siete en grado de tentativa, por la falta de medidas de seguridad en el atentado contra la embajada en Afganistán cometido el 11 de diciembre de 2015. La querella también iba dirigida contra el segundo embajador Ramón Solá, actualmente en otro destino.
“Me llamó el segundo embajador que está ahora allí para anunciarme la colocación de la placa y me dijo que no se iba a quitar de ahí, que eso tendría un antes y un después para que todo el mundo se acuerde de ellos”, relata Estefanía Vera, quien describe la reciente decisión del embajador de quitar la placa como un “arrebato” del embajador. “Para que esté en un cajón que nos la manden a España”, zanja la viuda del agente fallecido.
Según denuncia a EL ESPAÑOL Estefanía Vera, viuda de Isidro Gabino San Martín, el embajador ha decidido relegar esa placa a una habitación donde ha sido colocada “encima de un mueble”. “Demuestra lo poco que le importan las personas que velan por su seguridad y la falta de respeto a Gema (la viuda de Jorge García Tudela) y a mí”, lamenta esta mujer. Según dice, en un principio la placa había sido guardada en un cajón del edificio, y fue su queja en las redes sociales la que obligó al embajador a situarla en la estancia en la que está ahora.
Informada desde Afganistán
El Departamento de prensa de Exteriores ha confirmado a este periódico el cambio de ubicación de la placa, pero aseguran que en el futuro volverá a situarse en un lugar preferente. Tras el atentado de 2015, las oficinas de la cancillería se trasladaron a la residencia del embajador, concretamente en la segunda planta del edificio. Actualmente se están realizando una obras para ubicar las oficinas en otro lugar, pero esos trabajos en ningún caso afectan a la residencia, según las mismas fuentes diplomáticas.
Durante un mes la placa y un libro de condolencias se colocaron en la entrada de la residencia, en la primera planta y en un lugar visible. Ahora, tanto la placa como el libro han sido ubicados en otro lugar menos destacado de la segunda planta. Preguntado acerca de cuál es la razón por la cual el embajador no ha esperado a que terminasen las obras de la nueva cancillería para quitar la placa del vestíbulo, las fuentes consultada no han sabido dar una explicación, tan solo han garantizado que en el futuro volverá a lucir en un lugar preferente. Estas fuentes tampoco han precisado cuándo terminarán las obras.
Emilio Pérez de Agreda se encuentra imputado en la Audiencia Nacional después de que el juez Santiago Pedraz aceptase a trámite una querella por delitos de homicidio imprudente y siete en grado de tentativa, por la falta de medidas de seguridad en el atentado contra la embajada en Afganistán cometido el 11 de diciembre de 2015. La querella también iba dirigida contra el segundo embajador Ramón Solá, actualmente en otro destino.
“Hasta el último policía”
La placa consta de un marco con una bandera de España con dos crespones negros. El mensaje dice: “En memoria de Jorge García Tudela e Isidro García Sanmartín Hernández, héroes de la Policía Nacional y ejemplo para sus compañeros. La fuerza de los valientes cuando caen, se pasa a la flaqueza de los que se levantan (Miguel de Cervantes)”. En la esquina inferior derecha se aprecia otra pequeña placa en la que se lee lo siguiente: “Esta bandera estará en custodia hasta el último policía en Kabul, para honrar su recuerdo”.“Me llamó el segundo embajador que está ahora allí para anunciarme la colocación de la placa y me dijo que no se iba a quitar de ahí, que eso tendría un antes y un después para que todo el mundo se acuerde de ellos”, relata Estefanía Vera, quien describe la reciente decisión del embajador de quitar la placa como un “arrebato” del embajador. “Para que esté en un cajón que nos la manden a España”, zanja la viuda del agente fallecido.