Mar, 1 Nov 2016 El Plural.com
Imaginemos por un momento que pudiéramos dotar a un alimento de los que habitualmente tenemos en nuestro frigorífico de facultades extraordinarias, más allá de las que le corresponden desde el punto de vista saludable. Si en lugar de imaginar echamos un vistazo a la página web del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), entonces observamos una espinacas con el siguiente titular: "Plantas de espinacas pueden detectar explosivos".
Así es. Lo han descubierto expertos de este prestigioso centro tecnológico. En realidad, esta 'nueva' función se logra gracias a la nanotecnología. Estas súper espinacas, con la aplicación de esa manipulación, se pueden convertir e detectores de explosivos. Y no solo eso, sino que además son capaces de transmitir la información a un aparato similar a un smartphone.
Según explican desde el MIT, es una de las primeras demostraciones de lo que sus autores denominan "plantas nanobiónicas", puesto que cuentan con sistemas de ingeniería electrónica.
En este supuesto de las espinacas que ha aparecido ya publicado en Nature Materials, los investigadores han integrado nanotubos de carbono para que los vegetales adquieran ese función 'adicional'.
Funciones que no le son propias
Tal y como explica en un comunicado el responsable de la investigación y profesor de Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Michael Strano, el fin de este nanobiónica vegetal es "introducir en una planta nanopartículas que le confieran capacidades que no le son propias".
Precisamente, esas plantas de espinacas utilizadas en este experimento fueron diseñadas para detectar unos componentes químicos llamados nitroaromáticos, que se suele emplear en la fabricación de minas terrestres y otros explosivos. De este modo, cuando alguno de esos elementos químicos aparece en el agua subterránea, los nanotubos de carbono insertados en las hojas de las espinacas emiten una señal fluorescente que se puede leer con una cámara de infrarrojos, la cual puede ligarse a pequeño ordenador, similar a un teléfono, que envía un correo electrónico al usuario.
Strano asegura que "es una nueva demostración de cómo tenemos que superar la barrera de comunicación planta/humano" y va más allá al indicar que el poder de las plantas podría aprovecharse para alertar de la presencia de contaminantes o de algunas condiciones ambientales como las sequías.
En la investigación, se introdujeron sensores en el reverso de las hojas de espinaca para detectar los nitroaromáticos. A modo de conclusión, el responsable de la misma indica que este tipo de tecnología puede aplicarse a cualquier planta y puede ayudar a los botánicos a saber más sobre los procesos internos de las mismas, monitorizar su salud y aumentar el rendimiento de los compuestos sintetizados por algunas plantas que se usan en medicina.
Otro invento más, haber en que queda la cosa.
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