Usabiaga entra en prisión para que no prosiga con la estrategia etarra

MANUEL MARRACO / Madrid

20/09/2011/El Mundo

«Nunca he sido miembro de ETA», afirma antes de ser enviado a Soto del Real

A Rafael Díez Usabiaga le pasó ayer lo que suele pasarle a quienes acaban de ser condenados a 10 años de cárcel por terrorismo: que ingresó en prisión. Al final de la mañana, unas horas después de notificarle en persona la sentencia, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional atendía la petición de la Fiscalía y de la asociación de víctimas Voces contra el Terrorismo de que ingresase inmediatamente en prisión provisional.
Las dos acusaciones del caso Bateragune adujeron ante el tribunal que la imposición de una condena tan elevada justificaba el cambio de situación procesal del ex responsable de LAB, en libertad bajo fianza desde abril de 2010. Según sostuvieron el fiscal Vicente González-Mota y el letrado Juan Carlos Rodríguez Segura, la prisión era la única vía para evitar el riesgo de fuga y el de reiteración delictiva. Es decir, de que aproveche para huir antes de que el Tribunal Supremo pueda declarar firme la sentencia o de que, hasta entonces, prosiga con la actividad que ha justificado su condena: la ejecución en la izquierda abertzale de la estrategia marcada por ETA.
Tras una breve intervención de su abogado, Iñigo Iruin, el propio Usabiaga quiso intervenir. Y lo hizo en la línea del discurso empleado durante el juicio, «Yo nunca he sido miembro de ETA, y mucho menos dirigente», dijo, antes de subrayar que siempre había cumplido con las medidas cautelares y que no tenía intención de huir. «Me considero inocente de las imputaciones y voy a ser coherente. Conmigo ustedes no van a tener ningún miedo de que vaya a eludir la decisión judicial», añadió.
El dirigente abertzale escogió un tono más solemne -incluso se refirió a sí mismo en tercera persona- para cerrar su alocución: «Aquí o donde me tenga que ir, esta persona va a seguir luchando por su país, por la paz y por las soluciones democráticas».
De nada sirvió. Un par de horas más tarde el tribunal estimaba que «la gravedad de los hechos perpetrados, la elevada penalidad que se ha impuesto al acusado y la variación de la concepción sobre su conducta que se ha producido con motivo del reciente pronunciamiento condenatorio [...] conllevan un gran riesgo de fuga y de reiteración delictiva que ha de conjurarse mediante la adopción de tan drástica medida cautelar».
El tribunal también acoge el argumento de las acusaciones de que los otros condenados ya cumplen prisión: «Debe tenerse en cuenta [...] la situación de evidente desigualdad fáctica y jurídico-penal que supondría la permanencia en libertad que un condenado a 10 años de prisión que sólo ha estado privado de libertad preventivamente medio año, frente a otros condenados a pena inferior (ocho años) que ya han estado en prisión provisional casi dos años».
En cuanto al argumento de que debe cuidar de su madre, que provocó su excarcelación por parte de Garzón, la Sala considera que «la madre del acusado no precisa de la imprescindible ayuda de éste y puede ser atendida por otros familiares y allegados».
En concreto, el tribunal ordena la prisión provisional hasta la mitad de la pena impuesta, el máximo legal cuando ésta aún no es firme. En este caso, cinco años a los que habría que restar los seis meses que ya cumplió. Tiempo más que de sobra para garantizar que estará entre rejas hasta que el Supremo revise el caso.
La cuenta atrás de Usabiaga hacia su ingreso en Soto del Real comenzó ayer a las 10 de la mañana. Llegó a la Audiencia con su abogado y escoltado por un selecto grupo de dirigentes abertzales: Joseba Permach -procesado por terrorismo-, Rufino Etxeberria -detenido él mismo en la operación de Bateragune-, Txelui Moreno -que compartió banquillo con Usabiaga y fue absuelto- y el dirigente de Bildu en Navarra Maiorga Ramírez. Allí recibió una copia de la sentencia que Arnaldo Otegi, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez acababan de recibir en los calabozos.
«Entendemos que no es una sentencia contra la izquierda abertzale, entendemos que es una sentencia contra la sociedad vasca, una sociedad vasca que está apostando por la paz y por la normalización mientras que el Estado, el PP y el PSOE apuestan por la confrontación y por la represión», afirmó Moreno a las puertas del tribunal una vez que se supo que también Usabiaga iba a ingresar en prisión
Á. E. /Madrid

20/09/2011

Foro Ermua alerta sobre Nanclares

Afirma que abre el miércoles una zona nueva para acercar etarras y el Gobierno lo niega

El Foro Ermua denuncia que una sección de la nueva prisión de Nanclares va a abrirse el miércoles próximo con la finalidad de acoger a numerosos presos de ETA. Esta organización cívica teme que estos traslados puedan deberse a la intención del Gobierno de hacer gestos hacia la izquierda abertzale con el fin de garantizar la permanencia del alto el fuego de la banda. Su portavoz, Inma García de Cortázar, asegura que la situación ha generado preocupación en el juez de vigilancia penitenciaria y también entre los funcionarios de prisiones. Por eso, sostiene, la Administración Penitenciaria está teniendo problemas para cubrir las plazas de los trabajadores destinados al nuevo centro que tiene cabida para 715 reclusos.
Los responsables del Foro Ermua sostienen que el Gobierno ha aplicado en 26 ocasiones el artículo 100.2 para que otros tantos reclusos puedan salir de prisión por motivos laborales o de estudios, aunque no han precisado cuántos de los beneficiados son etarras.
No es la primera vez que el Foro alerta sobre el destino que pueda tener el nuevo recinto ubicado en Vitoria. A principios de agosto sus responsables aseguraron que la prisión estaba destinada a recibir un traslado de suficiente envergadura como para constituir el acercamiento de etarras que nacionalistas y abertzales han venido exigiendo.
Fuentes del Gobierno aseguraron a este periódico que no está previsto dar un paso más en el terreno político ni en el de los presos. Según las fuentes consultadas, tras la legalización de Bildu y en una situación de adelanto electoral, el Gobierno «ya ha hecho bastante». Desmintieron, además, el contenido de la denuncia del Foro. Fuentes de Instituciones Penitenciarias precisaron que sólo van a ser trasladados los etarras que están en las instalaciones viejas y firmaron los documentos para ser acercados al País Vasco.
La controversia sobre la situación de los presos se ha visto revitalizada en los últimos meses. La izquierda abertzale, que ha comprobado que puede organizar manifestaciones a favor de ellos sin impedimento, ha retomado esta reivindicación. El Ejecutivo sostiene que son mayoría los que apuestan por la vía política, pero los datos también indican que no está claro que los batasunos quieran organizarla a cambio de nada.
Los presos más evolucionados estarían dispuestos a firmar la Declaración de Guernica que pide a ETA una demostración de la «voluntad» de dejar la violencia, pero Batasuna ha vaciado esa declaración y les habría impedido, según datos policiales, acogerse a beneficios penitenciarios que puedan colocarles fuera de su control.
Los abertzales han centrado su próximo banderín electoral, en Arnaldo Otegi y Díez Usabiaga