jueves, 7 de noviembre de 2013

EL 11-M DE AZNAR

DIARIOS DE AZNAR SOBRE EL 11-M:

  • 07/11/2013 PORTADA/El Mundo

«Un puñal cruel y helado

La escena cumbre del drama aznariano está en la página 304 de El compromiso del poder, su segundo libro de memorias. La fecha es el 14 de marzo de 2004 y el escenario la catedral de la Almudena, donde se va a celebrar el funeral por las víctimas de la masacre.
Antes de comenzar la misa, un hombre devastado por el dolor y la rabia se acerca al presidente del Gobierno y le dice: «Señor Aznar, le hago a usted responsable de la muerte de mis dos hermanas». Catorce palabras que se clavaron en el corazón del gran líder «como un puñal cruel y helado». Así es como lo escribió en su diario y así es como lo recordará toda su vida. Aquel hombre fue capaz de ponerle frente al espejo de su trágico destino. A él, a Aznar, el presidente que había puesto firmes a los grandes del mundo: Hassan, Chirac, Schröder, Putin, Rumsfeld. A él, que había tenido la oportunidad de compartir con GeorgeW. Bush en el rancho de Crawford el momento más trascendente del día de un presidente americano: el briefing en el que la CIA informa al líder del mundo libre de las novedades en materia de política y seguridad en los cinco continentes. El hombre que ni siquiera se identificó apuñaló su orgullo y desde entonces, Aznar camina por el mundo con esa herida abierta.
4 DIARIOS DE AZNAR SOBRE EL 11-MUna herida que ha querido compartir con todos los españoles en este libro. Cuenta Aznar que desempolvó esos pequeños cuadernos azules guardados en su casa, los leyó después de 10 años y decidió hacer públicas sus reflexiones personales de los días postreros de su mandato. Es en esas 22 páginas donde Aznar se muestra fieramente humano. No hay impostura que valga. Aunque parezca mentira, Aznar desnuda su intimidad. Sus anotaciones reflejan a un hombre deshecho, asolado y dolorido que no acepta responsabilidad alguna en el destino que el cielo le ha deparado. Por muchas preguntas que se hace, no entiende lo que ha pasado. De los acontecimientos que siguieron al 11-M, Aznar culpa a la izquierda política, social y cultural. La peor izquierda de Europa. A la espera de los resultados, el presidente escribe el 14 de marzo. «Actitud lamentable del PSOE e IU en la calle. La historia está ahí y tengo asumido que si perdemos es por mi culpa y si ganamos, a pesar mío. Me preocupan la inmadurez de la izquierda y el espíritu antidemocrático de una parte de ella. Ojalá los españoles se den cuenta». Los españoles no se dieron cuenta y votaron el 14-M a esa izquierda.
Cuando Aznar se sitúa ante la hipótesis de la derrota, sólo puede darse a sí mismo una explicación mágica. «Todo ha sido planificado por una mente implacable y diabólica».  Piensa en España. «He servido a mi país con decisión, entrega y una pasión que algunos pueden considerar hasta excesiva. Pero no estoy hecho para ocultar convicciones. Me duelen y desprecio tantas actitudes repugnantes que conozco….».
Los diarios son un documento de alto valor para cualquier buen psicólogo. Ahí está resumido todo lo que las personas hacen cuando la tierra se abre bajo sus pies sin siquiera avisar. Cuando esto pasa, las personas no paran. Hacen cosas de forma compulsiva. Ordenan los armarios, se meten en obras en casa, se apuntan a montañismo. Todo con tal de tener el cuerpo y la mente ocupados. Diario del 17 de marzo. «Estos  días no quiero pararme, hago cosas continuamente. (…) Recibí a AnaPalacio y luego me dediqué a ordenar la bodega; esto lo estoy haciendo personalmente». También pasea por el jardín con sus gatos. «Manolo, Lucas y Margarita no se separan de mí. Pobrecillos, espero encontrar a alguien que se ocupe de ellos. Me dan mucha pena, me los llevaría a todos, pero no es posible». Estas reflexiones íntimas se combinan con otras de tipo calderoniano. «No voy a aceptar que se mancille el honor del Gobierno ni el mío».
Para despedirse del poder, Aznar se va con su familia y sus fieles a Doñana. Allí tampoco descansa, sigue pensando en su actividad incesante. 4 de abril. «He procurado estar lo más ocupado posible, con el traslado de casa, hasta llegar a ilusionarme. He empaquetado, trasladado y transportado muchas cosas, sobre todo libros, cajas, papeles, preparando la casa y preparando el despacho de la fundación». 9, 10 y 11 de abril. «He dedicado el tiempo a disfrutar de largos paseos a caballo. El domingo por la mañana, largas galopadas por la orilla del mar. Hacía mucho tiempo que no tenía una sensación tan maravillosa. Te echaré de menos, Figo, le digo al caballo».
La profundidad de su trauma hay que analizarla a la luz del primer y último capítulo. Son dos triunfos suyos, personales, intransferibles: las generales de 2000 que le dieron la mayoría absoluta y las municipales de 2003 que ganó contra pronóstico pese a Irak. Su relato era victorioso hasta el 11-M. Pensaba despedirse en la cumbre de su gloria y un hombre corriente logró humillarle en la catedral de La Almudena. Aznar se presenta como el líder que quiso llevar a España a la cima del mundo y que por ello fue profundamente odiado por sus enemigos, a quienes presenta como unos resentidos. Esta es su explicación de las críticas que recibió por la foto de las Azores. «La izquierda no aceptaba que pudiera haber alcanzado un cierto grado de influencia para España en el mundo. Y sin poner soldados sobre el terreno. Me lo dijo una vez un amigo del PSOE. ‘Felipe habría ido a las Azores aunque fuese remando’. Y es que para algunos lo más irritante de esa foto no es que existiese, sino que los protagonistas no fueran ellos».

1 comentario:

  1. Todo son historias para no dormir, no hizo lo que debió de hacer en su tiempo, y ahora todos escriben, como si fueran dioses del olimpo. Este de sus batallitas, el otro dando lecciones de economia, cuando lo que mejor sabe hacer es contar nubes según dice él, y el otro que falta, fumando puros de la habana y cortejando a diestro y siniestro, y dando lecciones de como él pudo eliminar a la ejecutiva del terrorismo etarra y no lo hizo, supongo que estaba esperando a que zetaparo rematara su acción.
    En fin, un manojo de expresidentes que solamente se dedican a tener su dinero en paraisos fiscales, a seguir chupando de le teta del pesebre de la administración de tod@s los españoles, y encima nos refrotan por los morros sus batallitas de no se que, para más gloria de los imbéciles.
    España no se merece unos gobernantes de esta calaña.

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