Alerta Digital
Antonio Valdivia.- Todo es una tremenda mentira disfrazada de democracia. La dura realidad habla por sí misma y dice a gritos las verdades que muchos no quieren oír. Hoy, el pacto entre PP y PSOE, tutelado por ETA, clama como nunca contra los que dieron sus vidas, contra los que honradamente defienden la seguridad de todos, y aún contra los traidores, que siguen unos intereses en contra de sus propios muertos. Y estos intereses los tutela y los vigila ETA.¿Qué les debe el PP y el PSOE a ETA? ¿Por qué no sabemos nada sobre la verdad del 11 M, sobre el Faisán? ¿Qué tenía que decirle Zapatero al Ministro actual del interior? ¿Qué ocurrió en Méjico a Mariano Rajoy para que de un plumazo quitara de las estructuras del PP de Aznar a gente tan valiosa, y que puso a la ETA contra las cuerdas?
La liberación del miserable asesino Bolinaga es un paso más en la tan manida “hoja de ruta” pactada entre ETA y el PSOE de Zapatero y que, por extrañas circunstancias, abraza el PP de don Mariano.
Pero esto es un punto más en la larga lista de afrentas a los españoles, lista que resume perfectamente en su anterior artículo, don Luis Fuentes García, comandante retirado del Ejército Español.
El montaje partitocrático actual, responde a los intereses de unos pocos, una casta privilegiada, que se arroga los derechos que usurpa al resto de ciudadanos. La alternancia en el poder, la ocultación de agravios y delitos varios, el hoy por mi y mañana por ti, que disfrazan a diario con artilugios “legales” en los que se amparan, pero que no modifican las leyes que los hace posible.
La permisividad manifiesta de ultrajes a los símbolos patrios, la dejación de funciones en todos los órdenes administrativos, permiten a unos chulos saltarse a la torera las sentencias de los tribunales, amnistiar a delincuentes confesos y sentenciados por robos mayúsculos, a aplicar ventajas a aquellos que les bailan las aguas.
Durante todos estos años de vergüenza partitocrática, todos los partidos se han distribuido cargos de influencia, a ellos, a sus familiares y allegados, a los miembros de sus partidos y simpatizantes, a los que les deben favores. Bancos, cajas e instituciones, son acaparadas por esa turba de amigos y familiares y si faltan puestos, se hacen empresas públicas para ellos. ¿Quién está en el paro? No son ellos, ni sus amigos. ¿A quien se les condonan créditos?, pues a los políticos y partidos, no les basta con las subvenciones que se asignan a ellos mismos de nuestros dineros y trabajos.
Así viven cientos de miles mangantes en nuestro país, entre políticos, cargos públicos, sindicatos y un sin fin de chiringuitos a los que en estos duros momentos, ni tocan, ni piensan tocar. Hemos de pagarle la fiesta, sus puestitos de un “trabajo”, que no produce riqueza alguna, es más, frena la creación y la productividad de las que aún quedan.
En cuanto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la han convertido en otro nido de simpatizantes y “funcionarios a sueldo”, desposeyéndolas de su espíritu más íntimos y razón de ser. Hemos visto camarillas de policías bajo las órdenes de un oscuro ministro, puestos ahí por simpatías políticas y afinidades ideológicas. Al igual nos ha ocurrido con los Ejércitos, a los que han convertido en mero organismo de ayuda humanitaria y dónde, en la actualidad, existen funcionarios carentes de alma patria. A los que se les pedirá sacrificio alguno, que hoy, ninguno está por la labor de hacer.
Estos políticos, que nos lo han robado todo, todo lo han podrido con sus intereses, con sus egoísmos y sus pactos. Los ciudadanos hemos quedado para hacer el paripé del voto cada cuatro años y hacernos creer que vivimos en una democracia. Nada más lejos de la realidad. Y, lógicamente para pagarles su privilegios.
Para colmo de los colmos, ahora nos vienen con secesiones y amenazas de separatismo, queriéndonos hacer creer que es algo natural, que o pide el pueblo. ¡Que poca vergüenza!, ¡Que falta de respeto a los ancestro, a la historia, a la dignidad y al honor. Y para estos que dicen gobernarnos, todo vale si a ellos les reporta mantenerse en la mamandurria del presupuesto que todos pagamos y cada día más, porque sus chiringuitos ideológicos no pueden disminuir, así nos muramos los demás de hambre.
Un artículo muy acertado en esta época gris y triste que estamos pasando los españoles de bien.
ResponderEliminarLa justicia divina les pasará factura a estos de la casta podrida, tiempo al tiempo.