Basagoiti llama a vencer a las ideas que apretaron el gatillo contra Miguel Ángel
. Resulta imposible recorrer las calles de Ermua sin recordar el vivo retrato de Miguel Ángel Blanco. Más aún, olvidar dónde estaba uno cuando, 15 años atrás, ETA le asesinaba a cámara lenta por defender una Euskadi en libertad. Ayer, esa pregunta estaba en la mente de muchas de las personas que se acercaron hasta el municipio vizcaíno para rendir un cálido homenaje. Allí, hace 15 años una jovencísima Mari Mar contenía estoicamente sus lágrimas para, micro en mano, llevar a millones de españoles a pisar asfalto en manifestación y así plantarle cara a ETA. Ayer, volvió a alzar su voz para denunciar lo que otros no se atreven: que la «gentuza» de ETA está «tocando el poder» con Bildu «sin dar ni un solo paso» y sin condenar ningún atentado.
El Espíritu de Ermua volvió ayer a latir con fuerza en su cuna de nacimiento. Más de un centenar de personas, convocadas por el PP vasco, guardaron un minuto de silencio frente al monolito en honor a las víctimas del terrorismo y rindieron un sentido homenaje al símbolo de la rebelión cívica contra ETA. Otros prefirieron pasar inadvertidos y seguir el acto desde calles colindantes o desde sus balcones. Este hecho llamó la atención del líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, que les invitó sin suerte a participar a pie de calle. «Acercaos los que estáis en las esquinas y balcones, que Miguel Ángel no sólo era uno de los nuestros», indicó después de realizar una ofrenda floral ante el retrato del joven.
La parlamentaria del PP y hermana del concejal popular, Mari Mar Blanco, resaltó que aquéllos que instigaron su muerte ahora gobiernan a través de Bildu. «Quince años después vuelven a acariciar y tocar el poder sin que hayan condenado la muerte de mi hermano y del resto de víctimas, y sin que hayan colaborado con la Justicia», lamentó Blanco, que sí reconoció que este aniversario, «a diferencia de los anteriores», podía celebrarse bajo un punto de «optimismo y esperanza». Aun así, recordó que «queda mucho por hacer», pues la banda aún se resiste «a echar la persiana de su negocio», y expresó que el PP «pondrá todo el empeño en hacer que esa gentuza reconozca el daño, condene todos los atentados y se disuelva».
Por su parte, Basagoiti fue muy gráfico para dar a entender que la batalla aún no está ganada. «Hemos vencido a la pistola que asesinó a Miguel Ángel Blanco porque sus asesinos están en la cárcel, pero aún queda ganar a las ideas antidemocráticas que empujaron el gatillo que asesinó a nuestro compañero y amigo», dijo, y recordó que ETA comenzó a cavar su propia tumba con aquel asesinato.
Basagoiti abogó por preservar la memoria de todas las víctimas de ETA para que nadie olvide que «detrás de la imposición, de la separación que defiende Bildu» sigue estando la pretensión de los asesinos de los ediles del PP: «La idea de una independencia obligatoria y falsa para Euskadi». Recordó que quienes son incapaces de condenar el asesinato de Blanco no tienen «la legitimidad moral» para decidir el futuro de los vascos. «Quienes ahora quieren imponer su Euskal Herria por el hecho de haber matado a 857 blancos no se merecen ningún apoyo ni respaldo».
Basagoiti destacó que su testimonio y su memoria «han servido para poner a ETA contra la cuerdas» y para que la banda haya cesado. Por ello, reivindicó el «País Vasco de Miguel Ángel Blanco, el de la libertad, la pluralidad y el entendimiento».
>Videoanálisis de Leyre Iglesias.
Bildu se niega a «condenar» el uso de la «violencia física»
La coalición rechaza que San Sebastián repruebe las amenazas de Ibazeta
. Bildu sigue sin querer asumir el lenguaje de la condena. Ni siquiera a referirse tangencialmente a ese término que tanto aterra a la izquierda abertzale y que ayer llevó al alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, a rechazar una iniciativa del PP para «condenar y reprobar» desde el Ayuntamiento de San Sebastián las amenazas de su ya ex secretario, Josetxo Ibazeta, hacia varios aficionados de la selección española. Izagirre decidió no cruzar su Rubicón demostrando así que, al tachar el día anterior el incidente de «inaceptable», se había limitado a hacer un calculado amago.
Un día después de oficializarse la dimisión de Ibazeta, el portavoz del PP en San Sebastián, Ramón Gómez, reclamó al resto de portavoces del Consistorio que secundasen un texto de censura contra la actitud del ex asesor municipal. En su moción de reprobación, los grupos «debían condenar públicamente la actitud del señor Ibazeta y de quienes, como él, utilicen la violencia física o verbal para defender sus ideas». A pesar de ser un texto de mínimos y sin referencias expresas a ETA, la iniciativa no pasó el corte de Bildu, que se negó a apoyar la moción de condena. Tampoco lo haría el PNV, que con su voto de abstención impidió que la propuesta fuese aprobada con los votos a favor del PP y del PSE.
El alcalde de Bildu, Juan Karlos Izagirre, no se atrevió a ir más allá plasmando su firma en un texto donde ni siquiera se exigía la condena a la banda terrorista, auténtica línea roja de la izquierda abertzale. Izagirre argumentó, frente a los requerimientos del edil popular, que el tema ya había quedado «zanjado» con la dimisión de Ibazeta y que no había por qué condenar sus amenazas «porque en el vídeo no se demostraban» tales hechos.
El representante del PP le replicó que era importante que el Ayuntamiento se pronunciase públicamente contra esos hechos, más allá de su gesto del pasado miércoles. Izagirre insistió en que el asunto ya había quedado cerrado y se negó si quiera a acordar un texto alternativo. Además, aseguró que Ibazeta seguiría como funcionario y afirmó que el ex asesor le había planteado la dimisión totalmente «consciente» de que había cometido un error.
Para Gómez, la negativa de Bildu a apoyar la moción demuestra que a la coalición todavía le cuesta mantener «una actitud firme» contra las amenazas y el terrorismo. El representante del PP donostiarra, a pesar del rechazo de la moción, tratará de llevar la iniciativa al próximo Pleno del día 25 de julio, donde sí espera contar con el apoyo nacionalista.
El portavoz del PNV, Eneko Goia, rehusó apoyar la iniciativa dado que entendió que este tema no era «urgente» y que podía ser debatido en otro momento. Esta actitud indignó al coordinador territorial en Euskadi de UPyD, Nicolás de Miguel, que aseguró que la actitud de la formación nacionalista «le señala como máximo responsable de que los totalitarios impongan su ley en San Sebastián». De Miguel lamentó que la moción de urgencia no saliera adelante pese a la «gravedad» de la actuación de Ibazeta, «verdadero rostro de lo que esconde el conglomerado de la izquierda patriota».
El portavoz del Partido Sosialista de Euskadi, Ernesto Gasco, que sí apoyó la moción de reprobación, lamentó que Bildu no se atreviese a condenar oficialmente las amenazas de su ex secretario municipal, cuya baja fue tramitada ayer, según fuentes de la oposición. «Lamento profundamente que Bildu haya rechazado hacer un pronunciamiento contra la actitud de Ibazeta y que no se atreva a reconocer el daño que ha causado ETA», dijo Gasco, que le recordó a Izagirre que el casoIbazeta iba a «seguir abierto» mientras no condenase su actuación.
Vergüenza torera de los batasunaris, y coraje de Mari Mar. Ya sabn bien lo que tiene que hacer los batasunaris, por tanto, ellos van a los suyo, y los demás, deberíamos más entorpecerles lo que hacen.
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