Bermúdez deja en libertad a dos secuestradores de Cordón

ÁNGELES ESCRIVÁ MADRID

22/07/2012 PORTADA/El Mundo

Impone 10.000 de fianza a los 'grapo' Ontanilla y Sarasa

. El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez dictó ayer un auto en el que decreta la prisión eludible con una fianza de 10.000 euros para los grapo Manuela Ontanilla y Vicente Sarasa, por su participación en el secuestro de Publio Cordón. A ambos, los investigadores los relacionan con el cobro de los 400 millones del rescate exigido a la familia cuando el industrial ya estaba muerto.

El instructor deduce, por tanto, que hay motivos para dictar la prisión, pero considera que los dos tienen razones para no escapar: la terrorista, sobre todo, porque su compañero, José Ramón Teijelo, sí se queda en prisión, y Sarasa porque está obligado a comparecer todos los días en el juzgado más próximo.
La Fiscalía recurrirá esta decisión, que ha causado perplejidad en la Guardia Civil.
Gómez Bermúdez sí dictó prisión provisional para Teijelo. No es muy explícito el instructor sobre las razones por las que toma esta decisión. Según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, éste terrorista y María Victoria Gómez Méndez, otra de las grapo involucrada y que estaba ya en la cárcel, participaron en el alquiler de la casa en la que Publio permaneció secuestrado durante 15 días, le custodiaron, y después ayudaron a Fernando Silva Sande a enterrar el cuerpo del empresario en un paraje de Mont Ventoux.

El juez revela únicamente que «sus propias manifestaciones [de Teijelo] acreditan indiciariamente que tiene un conocimiento de los hechos investigados que parece impropio de quien no ha tenido relación alguna con ellos, dando carta de verosimilitud a determinados datos y hechos objetivos aportados por los investigadores». Gómez Benitez añade que «la extrema gravedad de los hechos y la pena a ellos asociada implica un alto riesgo de sustracción a la acción de la justicia».

Resulta indicativo que, de los tres comparecientes ayer, José Ramón Teijelo, fuera el único que se prestó a declarar. Según la investigación, el contrato de alquiler de la casa de Lyon en la que estuvo Cordón traía su firma bajo una identidad falsa. En esa casa todavía estaba, 17 años después, el armario ue los secuestradores del empresario emplearon como zulo y las muescas con las que éste contaba los días que habían pasado desde el inicio de su rapto.
La declaración realizada por Fernando Silva Sande, uno de los más importantes dirigentes de los Grapo, hace tres años, provocó la busqueda infructuosa del cuerpo en un bosque y el hallazgo de la citada casa hace apenas un mes. Silva también detalló la participación de los miembros del comando y aseguró que Cordón murió al intentar escapar. Logró escabullirse del zulo, salió por la ventana y cayó al perder el equilibrio. Quedó malherido y los terroristas prefirieron no llevarlo a un hospital y dejarlo morir porque eso les permitía cobrar el rescate.

La decisión de Gómez Bermúdez indica que el instructor no confiere entidad a las declaraciones de Silva Sande y parece que tampoco a las pruebas halladas contra Ontanilla y Sarasa. O que considera que el delito que se les imputa es de menor gravedad. El hecho es que, a pesar de que determina que no pueden salir del territorio nacional y que tienen la obligación de presentarse diariamente en la comisaría o en un juzgado, establece que, «junto al hecho de la edad», la situación de preso preventivo de su compañero en el caso de Ontanilla y, en el caso de Sarasa, su arraigo y su comparecencia ante la justicia por otros procedimientos, aconsejan adoptar medidas «menos gravosas» contra ellos.
La fiscalía, que había pedido la prisión para todos ellos, recurrirá una decisión del juez que ha dejado perplejos a los investigadores. En la Guardia civil también provocó enfado la decisión de Gómez Bermúdez de abrir diligencias por revelación de secretos en relación con el contenido de una comisión rogatoria solicitada a Francia. El instructor alega que las filtraciones de una información que considera clasificada, y que ha leído en los medios, repercuten negativamente en la colaboración internacional y en la investigación. Ha pedido que se le especifique si se ha hecho alguna copia del documento.

Gómez Bermúdez realiza esta consideración después de que el ministro Fernández Díaz haya protagonizado dos ruedas de prensa en las que facilitó datos de la investigación. Este es un procedimiento común después de que se produzcan detenciones de terroristas pero algunos jueces de la Audiencia Nacional solían pactar su contenido con Interior en los últimos años.

>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Ángeles Escrivá.

PEDRO SIMÓN MADRID

22/07/2012 ESPAÑA

«Me gustaría que le hubiera pasado al padre de Bermúdez»

Carmen, hija de Cordón, critica al juez: «El auto es una oda a lo absurdo de este país»

Estaba Pilar Muro con los ojos como platos a la hora en que otros duermen la siesta, cuando sonó un teléfono que traía un mensaje espoleta.

Era el ministro. El ministro y una noticia como para no dar. Jorge Fernández y esos prolegómenos del a-ver-cómo-se-lo-cuento-yo-a-esta-mujer.

Le dijo lo de la puesta en libertad de dos de los tres terroristas del Grapo. Pilar primero creyó escuchar mal. Después estalló. Y finalmente decidió quedarse muda.

-Esto es lo que hay, Pilar -le contó el ministro a la viuda-. Así funciona la Justicia. No podemos hacer nada. La Justicia es independiente. Pero si os llaman de los medios, no dudéis en hablar.

Nos lo cuenta con minuciosidad de denunciante Carmen Cordón, hija del empresario secuestrado y muerto hace 17 años. Carmen, su padre, el recuerdo y este sofoco.

«Me vas a perdonar, pero mi madre no quiere hablar con nadie hoy», nos cuenta. «He hablado con ella hace 10 minutos y estaba que se subía por las paredes... Uff. Ella opina lo mismo que yo, sólo que en zaragozano».

-¿Y cuál es tu opinión?

-Pues mira... Que me gustaría que todo esto hubiera pasado con el padre de Berdúmez.

En zaragozano o en swahili, el estado de ánimo de la familia era una mezcla de incredulidad y de rabia, de incomprensión y de impotencia. Carmen tuvo que leer dos veces la noticia. O tres. «Este auto es una oda a lo absurdo de este país».

«Ya dije en muchos medios de comunicación que nos quedaba un larguísimo recorrido: el de la Justicia. Así ha sido. Desgraciadamente no han pasado ni 24 horas y ya estamos luchando contra la Justicia para que se haga justicia...».

 «Estamos ante una inconsciencia absoluta, porque se pueden escapar. Estos terroristas tienen la información que necesitamos para resolver el caso de mi padre... Lo secuestraron, nos robaron, 17 años han vivido ellos sus vidas bien tranquilas, en paz con sus vecinos, veraneando en Andalucía... Y, cuando los cazan, los ponen en libertad. ¿Qué crees que van a hacer? Escapar».

La familia lamentaba ayer no sólo el revés judicial, sino la atadura de manos consiguiente. Esto es, la imposibilidad de recurrir dado que existe un secreto de sumario. O el «tirar por tierra» todo el trabajo de la Guardia Civil. O el «poner en riesgo» la investigación. O ese grial que ahora se aleja más: el de hallar los restos mortales del padre...

«Supongo que el juez Bermúdez tendrá sus razones judiciales para soltarlos, pero seguro que también podría interpretar lo contrario para no haberlo hecho. 24 horas después de cogerlos, los suelta... Esto es una falta de sensibilidad cruel. Estos días son muy agridulces. Hemos estado 17 años en vilo, cada día, que sí, que no, que sí, que no... Ya no nos sorprende esta burla».