martes, 8 de mayo de 2012

Basagoiti da por roto el pacto vasco y deja a López sin mayoría

  • M. RAMÍREZ BILBAO
  • 08/05/2012 PORTADA/El Mundo
  • ¡Nunca más bancos públicos! ¡Nunca más políticos y/o sindicalistas gestionando empresas con fondos públicos! Los políticos y los sindicalistan sólo engendran corrupción e ineficiencia .
    La cuerda se ha roto. El pacto para el cambio en el País Vasco que alzó al PSE al Gobierno de esta comunidad en mayo de 2009, como alternativa a tres décadas de nacionalismo, ha saltado por los aires tres años después con el anuncio, ayer, por parte del presidente del PP, Antonio Basagoiti, de que el acuerdo está «prácticamente agotado» y hay que pensar ya en la convocatoria de nuevas elecciones.
    El escenario generado tras los comicios del 20-N estaba teniendo una repercusión muy difícil de digerir para los populares vascos. El partido de Basagoiti se venía encontrando en el último mes con una formación socialista crecida a raíz de los recortes sociales acordados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Lo que daba oxígeno electoral al PSE y a su modelo de inversión pública, vendido como alternativa a la contención exclusiva del déficit, lastraba la continuidad de una alianza edificada sobre el lastre del terrorismo etarra, actualmente en fase de extinción.

    La retirada a López del apoyo del PP pone al lehendakari en la disyuntiva de elegir entre aguantar en minoría hasta la primavera de 2013 o ceder ante la precariedad de su situación y convocar elecciones en otoño, en octubre en concreto, según la fecha barajada por los populares. El lehendakari lo aclarará hoy en la comparecencia prevista para celebrar el tercer aniversario de su llegada a Ajuria Enea, aunque la frase repetida desde su entorno de que el Gobierno «sigue trabajando» parece indicar que apostará por continuar adelante, al menos de momento.

    De forma sintomática, el principal partido de la oposición, el PNV, ganador en la urnas, que tantas veces ha venido reclamando la convocatoria de elecciones, rebajó sus exigencias solicitando que Patxi López se someta a una cuestión de confianza para resaltar la soledad a la que le condena la decisión de Basagoiti.

    Los socialistas han hecho bandera del autogobierno y se han sumado al PNV en la defensa de la presunta inconstitucionalidad de las medidas adoptadas desde Madrid. Ayer, poco antes de que los consejeros de Educación y Sanidad del Gobierno vasco, Isabel Celaá y Rafael Bengoa, anunciaran en rueda de prensa la interposición de recursos ante el Tribunal Constitucional y la aplicación de medidas «paliativas» que eviten la traslación al País Vasco de los recortes, Antonio Basagoiti utilizaba una entrevista en Punto Radio para dar por «agotado» al Gobierno del cambio.

    El líder del PP vasco llamó a anticipar las elecciones. Su presión para que se produzcan cuanto antes, previsiblemente en otoño, quedó patente al afirmar que «cada día carece más de lógica el que Patxi López siga gobernando».

    La reacción del Gobierno aludido apenas se tradujo en una nota de contraataque, de tres párrafos. En ella se aseguraba que Basagoiti opta «por hacer seguidismo» de las políticas de Madrid antes que por «defender el autogobierno de Euskadi y los intereses de la ciudadanía vasca». Con el añadido de que el pacto suscrito con el PP no contemplaba el «debilitamiento» del autogobierno vasco, ni «el desmontaje [sic] de los servicios fundamentales del Estado del Bienestar».
    El distanciamiento entre el PSE y el PP se venía observando crecer en las últimas semanas en el Parlamento vasco. El jueves pasado, el portavoz popular, Antón Damborenea, resumió la opinión del partido: «Mantenemos el pacto de legislatura para que gobiernen aquí, no para que hagan oposición allí [en Madrid]».

    Pese a la buena relación que, a lo largo de la legislatura, han mantenido López y Basagoiti, éste último ha acusado el órdago y respondido de la misma manera, sin anticipar al lehendakari sus intenciones.

    Lo hizo ayer públicamente, de forma tajante, sorprendiendo a sus socios. «No es normal que un Gobierno plantee permanentemente iniciativas que agreden al que le apoya», denunció, señalando la raíz del problema, aunque ofreciendo a su vez una voladura controlada del pacto.

    Su posición de «colaborar para la estabilidad del país» y no hacer «saltar todo por los aires» se traduce en poner punto final a la legislatura de forma ordenada. «Quiero hablar con el lehendakari para llegar a un cierre pactado sobre las leyes pendientes, como la de Cajas de Ahorros o Municipal, pero no estoy dispuesto a admitir su jugada partidaria, el giro electoral a la izquierda que intenta construir apoyándose en nosotros para hacer oposición a Rajoy», declaraba a este periódico minutos después el propio Basagoiti.

    «Era una situación absurda, no podíamos seguir apoyando al lehendakari y el PSE para que éstos arremetieran contra Rajoy a diario en el Parlamento y cada fin de semana en sus mítines», justifica Damborenea.

    El enfrentamiento, la tensión era evidente; pero no tanto la inmediatez de la salida, ya que las advertencias del líder del PP se diluían a diario en su compromiso para desarrollar la legislatura con «normalidad». Pocos de los suyos conocían que la decisión se acordaba este fin de semana con el aval imprescindible del secretario general, Iñaki Oyarzábal.

    La dirección nacional del PP cerró filas con Basagoiti. El vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, concluyó ante los periodistas que «no tiene ningún sentido que Patxi López siga siendo lehendakari, cuando está más preocupado en hacer oposición y seguir al dictado las directrices de la dirección del PSOE que en el interés de los vascos», informa Luis Ángel Sanz. Para la dirección nacional hay dos «razones muy poderosas» para la ruptura: «La deriva nacionalista del lehendakari, que ya no entienden ni sus propios votantes», y su acción de Gobierno, convertida «en un ariete contra elementos básicos de la política económica del Ejecutivo».

    >Vea hoyel videoanálisis de Montse Ramírez.

  • JAVIER G. NEGRE VITORIA
  • 08/05/2012 ESPAÑA
  • El acuerdo que sobrevivió a Sortu, pero no a los recortes

    «Como en el amor, ninguna pareja se rompe por un calentón de un día». Así de gráfico se mostraba ayer un dirigente del PP vasco a la hora de valorar la inesperada ruptura del pacto con el PSE. No mentía. El idilio entre populares y socialistas concluyó ayer de forma oficial después de varios meses de disputas y reconciliaciones que fueron colmando la paciencia de los dirigentes del PP vasco. Éstos sí aguantaron los continuos guiños del PSE hacia Batasuna, pero no pudieron resistir cómo el lehendakari iba más allá en su estrategia de desgastar «a lo Rubalcaba» al Gobierno central con su recurso de inconstitucionalidad.

    Desde los primeros compases de la legislatura, la consigna de la dirección del PP vasco había sido situar el pacto lejos de todo rifirrafe político. De ahí se explica que los dirigentes del PP vasco siempre se esforzasen en torear «las provocaciones» o los «errores del PSE» para blindar un pacto que también le había granjeado unas cotas de protagonismo desconocidas para el partido. Frases como «somos personas de palabra» o «agotaremos la legislatura» eran entonadas por Antonio Basagoiti cada vez que saltaban chispas entre ambos partidos, para acallar así las ansias nacionalistas de forzar un adelanto electoral.

    Sin embargo, fueron varios los dirigentes del PP vasco que en la intimidad valoraban la necesidad de romper un pacto que desdibujaba el ADN del partido y lo ligaba, primero a un PSE volcado en «guiños hacia la izquierda abertzale» y, después, y como detonante principal, al ariete del PSOE contra el Gobierno del PP. Esta última fue la razón principal que precipitó la decisión de Basagoiti de forzar la ruptura del idilio.

    Primeras tensiones
    La primera tensión palpable fue la intención del PSE de que el Parlamento autonómico expresase su deseo de que Sortu «evidenciase» que podía ser legalizada. Varios dirigentes populares no tardaron en sacar una tarjeta amarilla a su socio por un texto que, según expresó el presidente del PP guipuzcoano, Borja Sémper, atentaba «contra el espíritu y la literalidad del pacto para el cambio» suscrito por el PSE y el PP. Finalmente, los socialistas decidieron desistir en su intención de tramitar una iniciativa que abrió el primer cisma entre ambos.
    La siguiente crisis no tardó en estallar. Los populares censuraron internamente las declaraciones de López en favor de la legalización de Bildu y llegaron a plantearse la ruptura del pacto si no cambiaba de deriva el PSE.
    Más tarde, el Pleno de política general de septiembre de 2011 volvería a tensionar el acuerdo, cuando el lehendakari sorprendió al PP vasco con la presentación de un decálogo, que dejó descolocado a Basagoiti, para reclamar el acercamiento de los presos de ETA y la legalización de todas las opciones políticas.

  • MIKEL SEGOVIA BILBAO
  • 08/05/2012 ESPAÑA
  • Urkullu insta a López a someterse a una cuestión de confianza

    Exige al 'lehendakari' y a Basagoiti que revelen si siguen apoyándose
    .
    No habrá más manos tendidas. Es hora de certificar el final y hacerlo, además, recordando el daño causado. Es, al menos, el espíritu de la exigencia que ayer trasladó el PNV al lehendakari, Patxi López, y al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, para que se retraten y escenifiquen en el Parlamento autonómico si continúan apoyándose o si el acuerdo de bases que suscribieron y por el que el PSE asumió la Lehendakaritza está agotado.

    El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, lo hizo solicitando al lehendakari una cuestión de confianza para certificar quién le respalda. «Sométase a las reglas de la democracia y, en su caso, a la voluntad de la ciudadanía», dijo.

    El PNV, sin embargo, no tiene intención de forzar esta medida en caso de no producirse. Urkullu descartó que su partido presente una moción de censura contra López. Los jeltzales consideran que no se debe plantear «cuando hay un Parlamento incompleto», en alusión a la ausencia de la izquierda abertzale. La moción de censura obligaría al PNV a tener que presentar a un candidato alternativo, un requisito delicado, ya que el partido se encuentra inmerso en un proceso interno para designar a su aspirante a lehendakari. En la carrera participa el propio Urkullu. El PNV resolverá su cartel electoral en menos de dos meses.

    El líder de la formación evitó ayer reiterar su petición de elecciones anticipadas. Cuestionado al respecto, Urkullu puntualizó que sus exigencias se limitan por ahora a la cuestión de confianza, pese a que durante meses ha exigido un adelanto de la cita autonómica.

    El dirigente nacionalista consideró ayer «determinante» que el lehendakari clarifique cuántos de los 39 parlamentarios -PSE, PP y UPyD- que le respaldaron hace ahora tres años lo volverían a hacer: «Las consecuencias de esa fotografía serán las que deba asumir el lehendakari». En su opinión, la fragilidad del pacto que populares y socialistas suscribieron ha sido una constante durante toda la legislatura. Y lo es más ahora, cuando la situación se ha hecho «insostenible».

    En este contexto, el PNV no olvida, además, la relación que en todo el mandato han mantenido con el PSE. Urkullu aseguró que está «escarmentado» de las llamadas a la responsabilidad que hacia el PNV ha venido lanzando reiteradamente el lehendakari, «la última el pasado domingo». Urkullu recuerda que, cuando hace tres años el PNV planteó una oferta de gobierno al PSE, les «despreciaron» pese a ser la formación «más votada» en las últimas elecciones autonómicas. Esta actitud, recordó, se ha mantenido invariable desde mayo de 2009.

    En este sentido, citó los distintos ofrecimientos hechos por el PNV para colaborar en la salida de la crisis, ante las que el Gobierno de López no ha respondido. Reveló que el pasado 9 de marzo fue la última ocasión en la que habló con el lehendakari. En aquel encuentro, López, a instancia de Urkullu, se comprometió a cerrar otra reunión para abordar el empeoramiento económico. «Y hasta hoy...», lamentó.

    1 comentario:

    1. Antes deberían haberlo hecho, pero esto ahora mismo, me parece una cortina de humo.
      Que estarán maquinando o fagorizando??.

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