domingo, 18 de diciembre de 2011

La izquierda 'abertzale' equipara a sus 'víctimas' con las de ETA


  • MIKEL SEGOVIA SAN SEBASTIÁN
  • 18/12/2011/El Mundo
  • 6
  • ESPAÑA
  • Dice que «el origen de la violencia sufrida» no convierte a nadie en «más o menos»


    Rubalcaba, embustero y maligno

    Dos pasos adelante, uno atrás. La izquierda abertzale volvió a hacerlo, a quedarse a medio camino. Dos meses después de que lograra que el Palacio de Ayete acogiera la Conferencia de Paz que precedió al cese definitivo de ETA, ayer los firmantes del Acuerdo de Guernica -que en septiembre de 2010 dio comienzo al proceso de desmarque de la violencia del entorno radical- eligieron el mismo escenario, la misma sala -Gandhi- para dirigirse directamente a las víctimas. A las de ETA y a lassuyas, a las de «todas las violencias». En un medido comunicado incorporaron manifestaciones desconocidas hasta ahora en su discurso, pero sin olvidar los viejos lastres de su particular dialéctica. Con un lenguaje menos ambiguo que en ocasiones anteriores y con un mensaje más conciliador, el entorno radical se dirigió por primera vez a las víctimas de la violencia etarra. Entre los avances, el traslado de su «pesar a los familiares de las víctimas mortales» provocadas por los atentados de la banda y su disposición expresa a «reparar el daño» causado y a «colaborar, participar e incentivar la convivencia y la reparación de todas las víctimas».

    Pero tras los pasos adelante, llegaron los viejos lastres. La izquierda abertzale y el resto de organizaciones firmantes del manifiesto volvieron a equiparar a los asesinados de la banda terrorista con las víctimas provocadas «por las estrategias represivas y de guerra sucia de los estados español y francés». Más aún, subrayaron que todas ellas deben ser tratadas «por igual, sin distinción ni categorías». En su mensaje afirmaron que «el origen de la violencia sufrida» no convierte a nadie en «más o menos» víctima.

    El texto, leído en castellano por el representante de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, y la portavoz de Alternatiba, Amaia Agirresarobe, acumula a partes iguales pequeños avances dialécticos y de contenido con flagrantes y medidos olvidos. Entre ellos, la autocrítica. En sus palabras no hubo ni una sola petición de perdón, ni mención alguna al papel jugado por la izquierda abertzale en todos estos años de violencia etarra o de su silencio ante el sufrimiento de las víctimas durante décadas de terrorismo. Tampoco incorporó una condena expresa de la acción terrorista de ETA ni exige su disolución definitiva.

    El manifiesto sí supone un cambio en algunos posicionamientos ambiguos mantenidos hasta ahora por el entorno radical ante las víctimas. Así, admite que para lograr una paz justa y duradera «es crucial» reconocer previamente el sufrimiento padecido por este colectivo y mostrar un compromiso «y una voluntad clara por cicatrizar las heridas abiertas». Los firmantes subrayan que en su caso este compromiso es «firme».

    Otra de las novedades del manifiesto se refiere a las llamadas a trabajar la reparación «del daño causado» que hizo Rufi Etxeberria. Una petición para la que reclamaron iniciativas individuales y colectivas «orientadas a restituir los derechos vulnerados de las víctimas».

    Las víctimas expresaron su rechazo al manifiesto denunciando su intento por equipararles con los terroristas. La AVT calificó de «paripé» la declaración y subrayó que la reparación que reclaman pasa porque ETA se someta a la ley y quienes le han apoyado le exijan «entregarse para ser juzgados y cumplir íntegramente sus condenas». El presidente de Voces contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz, considero «esperpéntico» su intento por «equiparar a víctimas y verdugos».

    1 comentario:

    1. Vomitivo todo esto, y lo más grave, que siguen sin condenar a sus amos los etarras.

      ResponderEliminar