viernes, 18 de noviembre de 2011

El BCE salva a España del rescate...


  • MARÍA VEGA MADRID
  • 18/11/2011/El Mundo
  • ECONOMÍA
  • El banco emisor interviene después de que la prima de riesgo alcance los 500 puntos

    Rubalcaba embusteroDespués de largos meses poniendo en duda la solvencia de España, el mercado dio ayer un paso más y dejó claro que empieza a no interesarle comprar deuda pública española. Y el resultado fue un descontrol de la prima de riesgo, que obligó al Banco Central Europeo (BCE) a salir en auxilio del país con compras masivas de deuda para evitar una intervención, cuando la prima de riesgo marcaba los alarmantes 500 puntos.

    Para cumplir con el calendario de emisiones y mostrar que España puede financiarse pese a las turbulencias, el Tesoro Público celebró ayer una subasta de bonos a 10 años en la que pretendía colocar hasta 4.000 millones de euros. El desafío no sólo costó caro en términos económicos -tuvo que pagar un interés récord en la historia del euro-, también de credibilidad.

    Para cerrar la emisión, el Tesoro pagó un 6,97% a los inversores, es decir, el mercado demandó a España el 7% de rentabilidad que marcó el rescate de Grecia, Portugal e Irlanda. Pero lo peor, fue que ni siquiera ofreciendo esa remuneración (Alemania sólo paga un 1,8% por su bono equivalente), logró abrir el apetito de los inversores.

    Los conversaciones entre la Unión Europea y el FMI para que el BCE contribuya al Fondo para rescatar a los países más grandes de la Eurozona ayudó a frenar la presión.

    España lleva en el punto de mira de los mercados desde 2010, cuando el paro y las poco creíbles previsiones de déficit del Estado y las autonomías empezaron a inquietar a unos inversores nerviosos por la epidemia de deuda helena. Sin embargo, hasta ahora, el mercado sólo había mostrado sus recelos hacia España pidiendo más intereses por su deuda. Ayer la situación empeoró cuando el Tesoro recibió menos peticiones de bonos de lo habitual. La demanda se situó en el 1,5%, frente al 1,8% de la última subasta similar en la que la rentabilidad era del 5,4%. Se trata de la menor demanda de una subasta desde 2008, año de la caída de Lehman Brothers. Al final, el Tesoro sólo colocó 3.560 millones de euros. «Ha sido una subasta muy, muy mala. Han ofrecido la mayor rentabilidad de la historia del euro y aún así la demanda ha sido tibia. Mal asunto», dice un estratega de IG Markets.

    Un portavoz de Economía insistió en que se ha «mantenido el apetito inversor» en las dos subastas de esta semana. El martes, el Tesoro ya pagó los intereses que afrontaba hace 14 años, por colocar letras a 12 y 18 meses, pero al menos mantuvo un buen nivel de peticiones.

    Ahora, ni siquiera el cambio de Gobierno que vaticinan las encuestas calma al mercado, que empieza a descontar ya el contagio italiano y señala a España como la próxima ficha del dominó en caer. Tras esta reacción tan radical se esconde un rumor: la cámara de compensación LCH Clearnet podría aumentar los márgenes que exige para comprar títulos de deuda española. Así, la cámara británica que actúa como intermediario seguiría los pasos dados con Italia la pasada semana, cuando subió hasta el 11,65% las garantías para asegurar sus bonos argumentando que con la prima por encima de 450 puntos crecen los riesgos en el emisor soberano.

    En el caso español, esas garantías se mantenían en el 8,53%. Pero, ayer la prima cerró en 465 puntos, pese a la intervención del BCE. Si Clearnet cumple la amenaza, la deuda española sufriría ventas de fondos y entidades que no están dispuestas a aumentar el coste para tomar posiciones en sus bonos.

    El nerviosismo del mercado, obligó al BCE a intervenir con compras masivas de deuda española. Esto permitió que la rentabilidad del bono español a 10 años cerrara en 6,5%.En los últimos días, la expansión de la crisis de deuda a países como Francia, Bélgica o Austria y el empeoramiento de la situación en España y sobre todo Italia, ha hecho que el BCE mantenga sus compras de deuda. Una estrategia, ya insuficiente para el mercado.

    Pese a que España pagó ayer por sus bonos intereses propios de un rescate, el coste medio de financiación es del 3,98% para este año, un nivel sostenible, según Economía. Además, la emisión de ayer (3.565 millones) es pequeña en relación al saldo vivo de deuda de 730.000 millones con el que cerrará el año.

    >Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt cómo Casimiro García-Abadillo analiza la emergencia de la deuda.

  • C. SEGOVIA MADRID
  • 18/11/2011
  • ECONOMÍA
  • ... y Zapatero pide auxilio «inmediato» a Europa

    Asegura que España debe recibir ayuda del BCE a cambio del poder que ha transferido a Fráncfort, pero Merkel se opone

    El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se jactó el pasado día 4 tras la Cumbre del G-20 de que España llegaba a noviembre «sin tener que pedir ayuda internacional». Pero ayer, 17 de noviembre, el presidente reclamó auxilio «inmediato» a Europa en un tono inhabitual de indignación y petición de ayuda.

    En su opinión, la situación «exige una respuesta inmediata, inmediata», reiteró. «Desde aquí reclamo a la Comisión Europea, que para eso la hemos transferido poder; al Consejo Europeo, que para eso le hemos transferido poder; y al Banco Central Europeo [alzó en ese momento la voz] que para eso le hemos transferido gran parte de las competencias de cada banco central», manifestó gesticulando y con el lema electoral Pelea por lo que quieresde fondo.

    La Comisión Europea es el máximo órgano ejecutivo de la Unión Europea y el Consejo Europeo, el que agrupa a los gobiernos de los estados miembros, entre ellos el del propio Zapatero. El BCE asumió tras la creación del euro la máxima autoridad monetaria para los países de la moneda única. Todas estas instituciones deben salir ahora en auxilio de países como España, según la airada intervención ayer de Zapatero en un mitin en Soria. El presidente sostiene que el BCE debe comprar deuda española directamente en subastas como la de ayer sin límite y cuando sea necesario como hacen la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra. Nein, mantuvo ayer mismo también la canciller alemana, Angela Merkel, tras conocer el duro resultado de la subasta española.

    «Los que creen que el BCE puede resolver como un prestamista de última instancia las debilidades de la Eurozona plantean algo que no puede funcionar», dijo Merkel en un congreso organizado por el diario Süddeutsche Zeitung. En su opinión, eso y los eurobonos implicarían un cambio en los Tratados de la UE que trasladaría aún más inestabilidad. El BCE tiene prohibido rescatar países y cuenta con la lucha contra la inflación como única misión. Para Merkel «se equivocan» los partidarios de utilizar el BCE. «Mi posición es sólida», advirtió.

    Zapatero replicó que otro cambio que debe producirse en Europa es que Angela Merkel pilote casi en solitario las riendas comunitarias. «Lo que queremos no es que mande uno, dos o tres países, sino que mande Europa», remachó.

    También hizo inusualmente frente a Merkel, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. El belga defendió la implicación del BCE: «No podemos gestionar una crisis aplicando sólo las soluciones del día a día. Debemos ser capaces de utilizar métodos no convencionales, métodos que no se encuentran en los libros de texto de economía»

    La vicepresidenta económica, Elena Salgado, descartó que España necesite someterse a un plan de rescate. En declaraciones a la cadena Ser, la ministra consideró «fuera de toda duda» la sostenibilidad de la deuda española y resaltó que incluso tras la subasta ahorrará 3.000 millones en pago de intereses sobre los 27.000 presupuestados para este año. Pero Salgado sí reclamó agilidad en la UE para diseñar el nuevo fondo europeo de rescate y remarcó que, mientras tanto, «nadie se opondría a que el organismo tuviera mientras tanto una acción decidida».

  • JOSÉ LUIS MARTÍNEZ CAMPUZANO
  • 18/11/2011
  • ECONOMÍA
  • Tensiones de liquidez

    El Tesoro pagó el martes una rentabilidad del 5% en letras a 12 y 18 meses. En la emisión de ayer a 10 años pagó una rentabilidad media sensiblemente inferior al 7%. Se trata de tipos de interés poco coherentes con el escenario actual (y futuro) de la economía española. Y poco racionales, si consideramos el tamaño de la deuda pública y el fuerte esfuerzo realizado hasta el momento para reducir el déficit. ¿No les surgen muchas preguntas?

    ¿Por qué este nivel tan elevado de tipos? Podría hablarles de los problemas de la economía española, de los esfuerzos que aún deben realizarse para seguir con el ajuste del déficit o de la incertidumbre sobre el sector financiero español. Pero, en mi opinión, se trata del agravamiento de la crisis de deuda europea que acentúa las debilidades de los países. Los inversores están confusos, todos lo estamos, ante los mensajes ambiguos de las autoridades europeas. La confusión lleva al miedo, y el miedo lleva a tomar decisiones equivocadas. Aunque debo admitir que son racionales.

    ¿Son tipos de interés sostenibles? El gasto financiero no llega en las cuentas públicas al 3% del PIB, uno de los más bajos de la zona. Sí, a corto plazo no habría problema. Pero, a medio y largo, no lo tengo tan claro. Son tipos por encima del crecimiento promedio esperado para la economía, lo que obligará a aumentar el tamaño del ajuste fiscal para cumplir el objetivo de déficit. Pero lo que realmente me preocupa es la dificultad de financiación que implican estos elevados tipos de interés para el sector privado. Y en este punto hablamos también del cada vez más complicado acceso al crédito. Nos encontramos con menor acceso a la financiación y más cara.

    ¿Qué se puede hacer para bajarlos? Les podría decir que acentuando el ajuste fiscal podríamos recuperar la confianza del mercado. Pero podría no ser así, dada la desconfianza en el escenario económico previsto.

    Además, creo que realmente la desconfianza es europea. Y como Europa debe resolverse. Sería lógico que el BCE combatiera de forma más decidida la inestabilidad financiera.

    ¿Puede ser rescatada España? No tiene sentido. Pero reconozco que el deterioro del mercado es de tal calibre que ya no se puede descartar ninguna opción. Como de hecho ya están haciendo las propias autoridades europeas al cuestionarse la permanencia en el euro de algunos estados. Ya no hay tabúes en Europa. Pero no creo que sea necesario ayudar financieramente a España. Al menos, no de forma contundente como se ha hecho con otros países.

    José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España

  • JOHN MÜLLER
  • 18/11/2011
  • ECONOMÍA
  • Rajoy no quiere estar quieto en Bruselas

    Ayer, España se situó en zona de descenso tras colocar su deuda a 10 años al 7,088%, dando carpetazo así al Gobierno de Zapatero, un presidente que llegó a presumir de tener un país que jugaba en la Champions League y que respiraba en la nuca del PIB de Italia o de Francia.

    Una actitud tan jactanciosa nunca tuvo su correlato en nuestra política exterior y mientras mayor es nuestro aislamiento e irrelevancia, más admirables me parecen los logros de nuestra diplomacia en el pasado. Es obvio que si no se tiene un aliado poderoso, como el que Felipe González halló en Kohl (gracias a su audacia política de apoyar la unificación alemana sin miramientos) o en Mitterrand por su hermandad ideológica, o Aznar con Blair por pura estrategia global, es inevitable que te tienes que alinear con la burocracia europea. Por eso, tarde o temprano ambos buscaron a Delors o a Prodi cuando les vino bien.

    Pero nos ha fallado tanto el cálculo que hemos aceptado socavar el papel de Barroso apoyando el de Van Rompuy y sólo hemos contribuido a aumentar el caos de una UE que ahora carece de referencias.

    Está claro que Mariano Rajoy, si es elegido presidente, no va a seguir estas aguas. El líder del PP ha manifestado en diversas ocasiones que quiere una fuerte compenetración entre las carteras de Economía y Exteriores. Ha puesto tanto énfasis en ello que algunos han creído que hasta podría unificar ambas carteras. Pero Rajoy entiende como nadie que la política exterior es un pilar fundamental en una «zona económica de mercado administrado» como es la Unión Europea (para desazón de los que creen que se trata de una «zona económica de libre mercado»), donde el intervencionismo político campa a sus anchas a pesar de que se vista de ropajes liberales.

    Y la mejor prueba de que Rajoy no se va a estar quieto es que sus eurodiputados, en especial el vicepresidente de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, José Manuel Garcí-Margallo, están promoviendo una solución rápida a la crisis de la deuda soberana que el líder del PP conoce y considera que es buena para España.

    La propuesta técnica que García-Margallo defendió ayer ante Van Rompuy consiste en una cesta de deuda que se emitiría de forma mancomunada por los países del euro que no han sido rescatados. Las garantías sobre cada tramo de deuda serían nacionales, pero la emisión la haría la UE en nombre de todos. Esta cesta de bonos devolvería a la deuda soberana su condición de títulos sin riesgo, pero no sería un cheque en blanco que libraría a los países despilfarradores de aplicar medidas de ajuste.

    Hay otras cuatro propuestas sobre la mesa de Barroso y Van Rompuy, pero ninguna tiene las ventajas de ésta: puede ponerse en práctica ya porque no requiere modificar los tratados europeos, según ha comprobado el propio Van Rompuy.

    La cumbre europea de diciembre será el momento de decidir si este plan se aplica o no. Pero hay una gran diferencia entre no tener nada que decir ni defender en Europa y pasar a presentar propuestas concretas en la mesa del consejo.

    john.muller@elmundo.es

  • JAVIER G. GALLEGO BRUSELAS CORRESPONSAL
  • 18/11/2011
  • ECONOMÍA
  • El PP impulsa la emisión de deuda mancomunada

    Plantea una emisión de bonos europeos que no incluya a los países rescatados

    El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tiene encima de la mesa una propuesta presentada por los grandes bancos de la UE a fin de habilitar al actual fondo de rescate para que emita deuda conjunta de los países de la Eurozona. A diferencia de los eurobonos, esta opción no establece una responsabilidad solidaria de las emisiones, sino que cada país respondería únicamente por la cantidad que le corresponde para hacer frente a sus necesidades de financiación. El equipo económico de Mariano Rajoy está promoviendo esta alternativa como paso intermedio entre el actual fondo de rescate y la futura creación de los eurobonos, ya que su puesta en marcha puede ser inmediata y ayudaría a reducir las presiones del mercado sobre la deuda europea.

    El documento presenta esta alternativa como una «cesta de bonos» que podría ser gestionada por el actual fondo (EFSF, por sus siglas en inglés) y de la que se excluiría a los países que ya están bajo un programa de ayuda externa -Grecia, Irlanda y Portugal-. La participación de cada Estado sería fija, de acuerdo con la cantidad de vencimientos que tienen de aquí a 2015 y que en conjunto superan los dos billones de euros. Así, Italia y Alemania tendrían una cuota de cerca del 25% de las emisiones, Francia de un 20% y España de algo menos del 15%.

    Cada Estado sería responsable sólo de las emisiones que le corresponden, por lo que ningún país vería amenazadas sus actuales calificaciones crediticias. Alemania, por tanto, conseguiría mantener su máximo rating y no resultaría afectada si algún país participante incurriera en un impago. En ese caso, los bonos seguirían pagando su cupón, excepto en la parte correspondiente al país que no ha podido hacer frente a sus obligaciones. Según los actuales criterios de las agencias calificadoras, la cesta de bonos tendría una nota media de entre AA y A, aunque los costes de emisión variarían entre los países teniendo en cuenta factores macroeconómicos como los niveles de deuda, déficit, etcétera, convirtiendo así esta opción en un incentivo para corregir los desequilibrios presupuestarios.

    El vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo y eurodiputado, José Manuel García-Margallo, defendió el miércoles ante el propio Herman Van Rompuy esta alternativa, una vez demostrada la ineficacia de los modelos previstos hasta ahora. En su opinión, las opciones previstas han fracasado y es necesario convertir el EFSF en un Fondo Monetario Europeo «que pueda emitir bonos en cuantía ilimitada bajo el principio de responsabilidad mancomunada [la cesta de deuda] hasta que una reforma del Tratado le permita hacerlo con responsabilidad solidaria», explica.

    Esta propuesta se debatirá previsiblemente en la próxima cumbre europea de diciembre, cuando comenzará un debate inicial sobre la reforma del Tratado de Lisboa. El eurodiputado popular defiende que en dicha reforma debe modificarse el papel del BCE para que actúe como un «prestamista de último recurso», tal y como lo hace la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra, y «aumentar la coordinación de las políticas económicas de los países del euro como criterio para introducir el sistema de eurobonos con responsabilidad solidaria».

    Alemania rechaza la idea porque cree que los eurobonos encarecerían sus costes de financiación, actualmente por debajo de la inflación al actuar como refugio para los inversores. «Ese precio no va a ser siempre tan bajo. Además, el mercado que se crearía sería mucho más grande y reduciría los costes y, sobre todo, Alemania debe considerar qué le sale más caro: un mercado de eurobonos o rescatar a sus socios», apunta García-Margallo.

  • MARISA RECUERO MADRID
  • 18/11/2011
  • ECONOMÍA
  • «Sin elecciones, España tendría que pedir el rescate»

    Rubalcaba embusteroPedro J. Ramírez recuerda que el gran «problema» del país no es la prima de riesgo sino los cinco millones de parados

    «Hoy ha sido el jueves financieramente más peligroso de la democracia». Con estas palabras definió ayer el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, una de las jornadas económicas más duras que le tocó vivir a España. «Hay motivos muy serios para estar preocupados», no dudó en advertir, antes de considerar que «el problema» del país no son los 500 puntos que registra ya la prima de riesgo, sino los cinco millones de parados.

    «Si no hubiera elecciones el domingo, España estaría pidiendo un rescate a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional, o buscando una solución fuera de la política parlamentaria, al estilo de la de Grecia y la de Italia», precisó Pedro J. Ramírez ante un aforo repleto de jóvenes futuros profesionales de las finanzas, estudiantes del Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef).

    Con El primer naufragio como telón de fondo, la reciente obra escrita por el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez desgranó de manera pormenorizada la crisis económica y social que atraviesa España. Es más, no dudó al sentenciar ya «un naufragio de la democracia», teniendo en cuenta que, como se ha demostrado en Europa, a veces, «la aritmética parlamentaria no alumbra un Gobierno adecuado a las necesidades de un país y hay que recurrir a una solución de emergencia tutelada por organismos internacionales».

    Ramírez dejó claro que «las elecciones del domingo son las más importantes de la Historia democrática de España». En este sentido, manifestó su deseo de que «los responsables de que hayamos llegado hasta aquí, tengan su merecido castigo». No obstante, también reconoció que al Gobierno que le toque gobernar le espera «la tarea más difícil que ha tenido que afrontar ningún Gobierno de la democracia hasta ahora».

    No por ello, Pedro J. Ramírez rehusó reconocer que «nuestros problemas se inscriben en el contexto de una crisis económica internacional y de sus singularidades dentro de la Unión Europea». A su juicio, ha quedado en evidencia «el diseño equivocado de una unión monetaria que no ha ido acompañada por una unión fiscal y un gobierno económico».

    No obstante, Pedro J. Ramírez no pasó por alto que España está atravesando una situación «crítica y desesperada», producto de «los catastróficos errores del Gobierno en los últimos años». En este sentido, manifestó su deseo de que el PSOE tenga «el peor resultado posible», además de que se produzca la necesidad de «refundar» ese partido que, en palabras del director de EL MUNDO, «cada vez que gobierna en España lo único que nos deja son calamidades», advirtió en el marco del III Encuentro Anual Cunef Alumni 2011.

    Ramírez comparó la situación de crisis actual con la vivida en 1996, cuando el PP ganó las elecciones y José María Aznar se convirtió en el presidente del Gobierno. «La oportunidad de atajar esos males está mucho más próxima, ya que el mandato que va a recibir el nuevo Gobierno va a ser más amplio y rotundo que el que recibió Aznar con su amarga victoria», señaló Pedro J. Ramírez, aludiendo al título del libro que escribió sobre el presidente popular. «La situación hoy es mucho peor».

    «En una sociedad, tener cinco millones de personas sin empleo, por mucha economía sumergida que exista, es mucho peor que un problema económico», afirmó. «El número de parados es el síntoma más claro que permite detectar la gravedad de la tragedia en la que ha desembocado la situación en la que está inmersa España».

    Ante la atenta mirada de más de un centenar de jóvenes, el director de EL MUNDO reconoció que «la situación que heredamos nos deja la sensación de que nuestro modelo de Estado no funciona».

  • J. G. G. BRUSELAS CORRESPONSAL
  • 18/11/2011
  • ECONOMÍA
  • Bruselas exige rapidez de decisión

    Pide al Gobierno que salga de las urnas el 20-N que tome medidas inmediatas

    El Gobierno que salga de las elecciones del próximo domingo no tendrá mucho tiempo para la celebración y deberá «actuar cuanto antes para demostrar que es capaz de cumplir con el objetivo de déficit comprometido con sus socios», según apuntó ayer una fuente comunitaria, que reconoció que existe preocupación sobre la presión a la deuda española.

    Bruselas espera que el nuevo Ejecutivo dé un mensaje claro cuanto antes y no contempla que España espere hasta mediados de diciembre, cuando volverán a constituirse las Cortes, para anunciar las nuevas medidas que exige la Comisión. Las mismas fuentes reconocen que la cifra del paro es «indecente» y que hay que seguir avanzando en la reforma laboral. «Lo que se ha hecho hasta ahora es un primer paso, pero hay que hacer más», añaden.

    El Ejecutivo comunitario atribuye el interés récord que tuvo que pagar ayer el Tesoro para colocar deuda a la «incertidumbre» y al «nerviosismo» en los mercados, aunque reconoce que la confianza no se recupera «de la noche a la mañana», en alusión a los cambios de Gobierno en Italia y Grecia. Sin embargo, también reconocen que sin el efecto que provocan estos dos países, España también sufriría la presión de los inversores por los desajustes en sus cuentas públicas.

    En la revisión de las perspectivas económicas, Bruselas identificó una desviación del déficit de seis décimas respecto al objetivo pactado este año. Esta cantidad equivale a 6.000 millones de euros y se debe sobre todo a que algunas comunidades autónomas excedieron sus límites en el primer semestre del año y a al menor crecimiento económico de lo esperado.

    1 comentario:

    1. Unas cuantas "gracietas" de zp, con la economía que nos tiene a costumbrados. Ahora a pedir socorro al bce, y antes no estábamos en crisis......., vaya cuadrilla de impresentables.

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