martes, 18 de octubre de 2011

Un plan secreto de la UE prevé inundar Europa con 50 millones de africanos



Alerta Digital.- Existe un plan secreto de la Unión Europea para atraer a Europa a cincuenta millones de inmigrantes africanos hasta el año 2050, según revela el diario ‘Daily Express’. Los euroburócratas renunciarían así a la posibilidad de incentivar los nacimientos entre familias autóctonos europeas y dejarían en manos extracomunitarias el futuro tanto social como cultural y económico del viejo continente.

En ese sentido, desde Bruselas se justifica esta medida ante la necesidad de incorporar a millones de trabajadores que palien el crecimiento de la población anciana. De hecho, las medidas abortivas y contra la natalidad promovidas en casi todos los países comunitarios ha desembocado en un crecimiento vegetativo cero. La organización de analisis de Mercado ‘Stiftung Marktwirtschaft’ ya se ha pronunciado sobre las políticas migratorias en ciernes, que considera “absurdas y negativas”.

Escasa cualificación laboral

Creen los analistas de ‘Stiftung Marktwirtschaft’ que los inmigrantes que llegaron a Europa en los últimos 40 años contaban con una escasa cualificación laboral. Por ese motivo, los que encontraron trabajo percibían salarios mínimos que a la larga redujeron los ingresos impositivos por parte del Estado. “En síntesis, estos extranjeros pagan menos al Estado y tienen que recibir luego prestaciones sanitarias, sociales y de jubilación”, que es lo que ya ocurre en países como Francia, Bélgica y Holanda. Es decir, que los extranjeros del tercer mundo nos cuestan mas de lo que aportan.

Se cita también el dato de que los inmigrantes que siguen llegando de África, mayoritariamente analfabetos y con un promedio de IQ (coeficiente intelectual) de 59 y 79, no tienen ninguna oportunidad de incorporarse al mercado laboral en los países industriales europeos.

Esta circunstancia no es nueva. De hecho, ya en el 2001 se alertó a la UE del disparate que constituían las políticas migratorias en favor de personas sin apenas formación y que fueron la base de los insoportables gastos sociales y de la pérdida de competitividad que lastran la salida europea de la crisis.

El 8 de febrero de 2001, el entonces ministro del Reino Unido Jack Straw (laborista), criticó el fracaso de la convención en Dublin, celebrada un año antes, que dio ‘luz verde’ al derecho de cada extranjero que entrase en la UE a acogerse al derecho de asilo. Opinó que el derecho de asilo terminaría convirtiéndose en el “asilo económico” y que sólo beneficiaría a los abogados sin escrúpulos. Así fue. De nuevo los fatales acontecimientos desbordaron la capacidad previsora de los europeos. Straw pidió incluso el envío de refuerzos militares a los Balcanes para evitar el flujo de ilegales.

Segun Straw, desde aquella región procedía el 60% de los ilegales. En Belgrado, más de 50 000 chinos esperaban la oportunidad de entrar ilegalmente en Europa, mientras que en Sarajevo, decenas de miles de extranjeros, procedentes del este de Europa, de Turquía y hasta de Pakistán, se hallaban también al acecho para penetrar en territorio comunitario. Ningún Gobierno europeo demostró capacidad de respuesta para impedir estas avalanchas, que finalmente se llevaron a cabo casi con sospechosa impunidad.

El caso de Alemania

El antropólogo Gunnar Heinsohn ha ofrecido algunos datos demoledores que probarían la pulsión al suicidio de la vieja Europa. De los 12 millones de inmigrantes llegados a Alemania desde 1990, sólo un 10% pudo ser laboralmente aprovechado. “Alemania fue a buscar trabajadores al extranjero. Los que vinieron eran analfabetos o fracasados escolares en sus países. La incapacidad de muchos de estos inmigrantes para integrarse no ha sido ajeno a su escasa formación. Si tenemos en cuenta que los países productores de inmigrantes tienen un promedio IQ entre su población inferior al de Alemania y que, a pesar de ello, nosotros nos traemos a sus fracasados escolares, los resultados estan a la vista”, señala Heinsohn.

Denuncia asimismo que los políticos alemanes, no sólo favorecen esta inmigración escasamente cualificada, sino que también animan a sus integrantes a que tengan hijos, muchos hijos, obteniendo por ello toda clase de beneficios. Advierte que el resultado será una inmensa clase proletaria de incontrolable crecimiento frente a una minoría productora de riquezas. En la actualidad, el 33% de los niños por debajo de los 5 años nacidos en Alemania provienen de familias migrantes frente a un 19% de niños alemanes. Ello ya ha provocado que se tengan que poner en marcha servicios de integración en la enseñanza pública, lo que está repercutiendo negativamente en su calidad y reduciendo por tanto el valor del capital humano de la nación que alumbró a Beethoven.

1 comentario:

  1. Seguro que a los cabeza cuadradas de los alemanes, se les a ocurrido semejante enjendro. Nos quejamos ahora de lo que tenemos, y vamos a meter más...., de todos modos, nos está bien, haber si a base de palos aprendemos algo.

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