lunes, 17 de octubre de 2011

'Seguro que no se acuerdan de lo que nos hicieron hace 20 años'


FERNANDO LÁZARO / Madrid

17/10/2011/El Mundo

Irene Villa y su madre denuncian el «regalito» de que el PSOE vaya a la conferencia promovida por ETA el día del aniversario del atentado en el que fueron mutiladas

Rubalcaba embusteroAlgunos hablan de paz, de procesos irreversibles, de soluciones al conflicto... Mientras, otros tienen que mirarse todos los días al espejo y recordar cómo sus vidas se vieron truncadas, cómo las pesadillas de las explosiones irrumpen en sus sueños y cómo su paz aún no ha llegado.

«Porque nuestra paz llegará con la derrota de ETA», dice Irene Villa, víctima de la banda, víctima de un coche bomba que hoy hace 20 años estuvo a punto de acabar con su vida y con la de su madre, María Jesús González, en una de las jornadas más duras que vivió Madrid en los 50 años de existencia de ETA.

Rubalcaba embusteroY, como bien apuntan ellas, tiene triste gracia, ya es «coincidencia», «vaya regalito», que la conferencia internacional sobre ETA que hoy se celebra en San Sebastián se lleve a cabo el día en que se cumplen 20 años de la explosión de aquel coche bomba que dejó a ambas al borde de la muerte.

Y seguimos sin saber quién ha sido», recuerdan madre e hija en una conversación con EL MUNDO. Irene y María Jesús saben que será muy difícil averiguar quiénes fueron los que aquel 17 de octubre de 1991 colocaron el coche cargado con explosivos, los que activaron el detonador, los que idearon acción tan macabra. «Está sin resolver. Nadie ha localizado indicios sobre la autoría», dice Irene, a la que le dan igual nombres y apellidos. «Fue ETA y ya está».

Su madre, María Jesús, recuerda que 1991 fue duro, muy duro. Pero que en 1992 se produjo una etapa de cierta calma en la actividad terrorista. «Lo triste es que en España prescriben los asesinatos, pero lo que no prescribe nunca es el dolor de los que hemos sufrido el terrorismo, el dolor de las víctimas», aún se emociona María Jesús cuando rememora aquella fresca mañana de 1991.

Pero también se muestra profundamente indignada con el Gobierno y con el PSOE. Han negociado con ETA y de nuevo apoyan este movimiento, que busca uno de los objetivos históricos de la banda: internacionalizar su conflicto. «Estoy fatal. Es una vergüenza y una traición a las víctimas, a la sociedad, a toda España. Y es que el Gobierno me tiene que cuidar a mí, nos tiene que cuidar a las víctimas, y lo que hace es darse el pico con ETA. Nos deja arrinconados, como en tiempos no tan lejanos, cuando se sentaba a hablar con los etarras y lograba que por las calles las víctimas pareciéramos los malos y encima tuviéramos que tener generosidad. ¿Generosidad? ¡Pero si casi dejamos nuestras vidas!», se lamenta María Jesús.

«Tengo poca esperanza en poner nombre y apellido a los que nos hicieron esto, pero yo lo que quiero es la derrota absoluta de ETA, sin condiciones y sin negociaciones; que los que nos hicieron esto a nosotras y los que hicieron todo a todos paguen por sus acciones y sean derrotados. A mí me vale así. Siempre he tratado de estar bien y buscar los aspectos positivos que nos brinda la vida», asegura Irene Villa en un ejemplo de la superación vital de la que ha hecho gala en sus últimos 20 años.

«Las víctimas de ETA lo hemos pasado muy mal. Hemos tenido etapas de auténtica soledad. Pero también otras de sentirnos muy queridas, de saber que la gente nos arropaba cuando tomábamos las calles para combatir la negociación con ETA», recuerda Irene. Su madre rememora así la etapa en la que, desde el Gobierno de Aznar, se impulsó la ilegalización de HB: «Se nos hizo caso». «No sólo se aprobaron leyes que nos beneficiaban, sino que se apostó por darnos el reconocimiento social que jamás habíamos tenido. Se nos sacó a la luz».

Ahora, la llamada Conferencia Internacional de Paz «trata de legitimar un proceso de negociación con los terroristas», denuncia Irene sin perder el sosiego. Sabe que por chillar más no se tiene más razón.

Recuerda que ETA siempre ha querido internacionalizar «lo que ellos llaman conflicto» y ahora lo ha conseguido con el sorprendente apoyo de los socialistas vascos. «Han logrado que les hagan caso en una conferencia que trata la situación como si hubiera dos bandos que buscan una reconciliación». Y eso la exalta: «¿Dos bandos? Aquí están los que han matado y los que han muerto. Tratan de aplicar la misma solución que al conflicto de Irlanda. Y no tiene nada que ver. Hay un sistema democrático y hay unos asesinos». «Legitimar la conferencia es darle la razón a los etarras. No es justo. Han trasformado la realidad. Y eso que partimos de la base de que todas las víctimas, toda la sociedad, toda España, queremos que no haya más muertos. Faltaría más».

Irene recuerda que hay un partido, Bildu, que no condena toda la historia de ETA. No. Condena a partir del momento en que no ha habido atentados mortales. «¡Qué casualidad!». En la conferencia «seguro que no se acuerdan de los niños muertos por ETA, ni de las imágenes dantescas de los atentados. Seguro que no se acuerdan de lo que nos hicieron hace 20 años. Esto es lo peligroso de la conferencia, que tratarán de reescribir la historia del terrorismo y no se ajustará en nada a lo que ha pasado ni reflejará lo que hemos sufrido».

«Lo más difícil para las víctimas es alcanzar la paz interior». Y se queja: «Anda que no hay fechas para celebrar citas que tiene que ser el día de nuestro atentado. Será casualidad».

OORBYT.es

>Vea hoy en EL MUNDO el análisis de Irene Villa sobre la conferencia de San Sebastián

ROSA DÍEZ

17/10/2011

La conferencia de la claudicación

Llega hoy al País Vasco un grupo de personajes que se ganan las habichuelas (con jamón de Jabugo y regadas por un buen vino) haciendo de mediadores entre inexistentes contendientes.

Lo siento mucho por ustedes, buenas gentes que nos dicen cada día que lo importante es la paz cuando lo único que quieren es que les dejemos en paz; siento molestarles, pero les contaré que la reunión de esos modernos soldados de fortuna es un macguffin de la banda terrorista ETA: mientras todos hablan de paz, ellos siguen narcotizando a toda la sociedad y consolidando su presencia dentro de las instituciones democráticas a las que siempre han querido destruir.

Siento darle otra mala noticia a tanta gente de buena fe que anda suelta: nadie hubiera podido organizar ese encuentro entre profesionales internacionales de la mediación a sueldo si el Gobierno de España y el Gobierno del País Vasco no lo hubieran consentido y/o avalado.

Les contaré que entre los asistentes estarán algunas víctimas de grupos terroristas foráneos, víctimas que merecen un reconocimiento y aprecio de los verdugos que tutelan el evento que contrasta vivamente con la descalificación y desprecio con que tratan a las víctimas propias; que se lo pregunten, por ejemplo, a Rubén Múgica.

Les contaré, buenas gentes que me leen, que aquellos que abogan por un final sin vencedores ni vencidos son los que siempre han justificado la historia de ETA, aunque hayan criticado -y no siempre, según quien fuera la víctima- sus crímenes.

Les contaré que nuestros dos gobiernos (el nacional y el vasco) acaban de dar a ETA una de sus victorias más ansiadas: la internacionalización del conflicto.

Es la pieza que les faltaba por lograr: que el mundo sepa que hay un territorio invadido por España y Francia cuyos ciudadanos ansían recuperar la libertad.

Un territorio en el que los luchadores por la paz se han visto obligados a matar a sus convecinos para conseguir la verdadera democracia. Un territorio en el que los verdugos merecen reconocimiento y las víctimas olvido y/o desprecio.

Les contaré que por mucho que les cuenten, en el País Vasco nunca ha habido una guerra entre vascos; los vascos, como el resto de los españoles, participaron en el siglo pasado en una guerra civil y unos lo hicieron en el bando republicano y otros en el bando llamado nacional. Guerrearon entre españoles, no entre vascos. Y, por cierto, si los nacionalistas no se unieron a Franco en Santoña fue porque éste no les aceptó entre sus filas.

Les recuerdo que en Euskadi, desde que finalizó la Guerra Civil española, nunca nos ha faltado la paz. Pero aquí nunca hemos tenido libertad.

La única secuela totalitaria del franquismo sigue viva y hoy organiza una conferencia de paz con la misma legitimidad que Franco festejaba sus «25 años de paz».

Les recuerdo que a lo largo y ancho de toda la historia de la Humanidad nunca han empatado democracia y totalitarismo. Ha ganado la una o el otro. Los dos, jamás.

Aviso de que hay aún algunas gentes en Euskadi dispuestas a no quebrar el ánimo ni la voz. Algunas gentes que nunca abrazamos la paz de Franco y nunca reconoceremos como una victoria de la democracia la paz de ETA.

Algunas gentes que estamos dispuestas a contar a nuestros hijos y a nuestros nietos la verdadera historia del terror; algunas gentes dispuestas a juzgar y a condenar no solamente a los verdugos, sino a toda su historia de indignidad.

Aviso de que no descansaremos hasta que ETA tenga su Nuremberg. Les contaré que nunca aceptaremos que consigan nada de aquello en cuyo nombre instauraron su primera víctima.

Aviso de que señalaremos bien alto y claro, sin descanso, no sólo a los verdugos, sino también a los colaboracionistas y a los tibios. Aviso de que recordaremos quién hizo qué en cada momento; quién prefirió la compañía de los verdugos a la comprensión de las víctimas.

Advierto de que escribiremos la historia para que nadie la olvide, y de que estará llena de testimonios que avergonzarán a los nietos de quienes fueron culpables y responsables del dolor y de la humillación sufrida durante tantos años de lucha.

Advierto de que habrá muchos prohombres de hoy que no podrán mirar a sus nietos a los ojos cuando éstos les pregunten por qué lo hicieron, por qué fueron tan indignos y tan cobardes.

Aviso de que nunca perdonaremos a los traidores.


Rosa Díez es portavoz de Unión Progreso y Democracia (UPyD) y candidata a la Presidencia del Gobierno en las elecciones generales del 20-N

SANTIAGO GONZÁLEZ

17/10/2011

Guest stars

Tony Blair era hace unos días el señuelo de la Conferencia. Quién lo iba a decir. Durante mucho tiempo, la foto de las Azores ha sido la encarnación del mal, y ahí estaba inmortalizado, a la derecha del bellaco mayor Bush, en posición simétrica a la del bellaco menor, que era el nuestro, pero Blair había llevado más armas.

Las fotos de Blair siempre han tenido mucha polisemia. En enero de 2004 recibió a Rajoy en Downing Street y la foto no le pareció adecuada a Bono. «Nuestro colega Blair es un gilipollas integral, ¿no?», dijo entonces. Zapatero insistió en la puta fotografía durante su primera investidura: «Lo que quiero es sacar a España de la foto de las Azores» (15 de abril de 2004). Dos días después, ordenó la vuelta de las tropas y explicó el significado: «Supone poner fin a la foto de las Azores…». En octubre de 2006, recibió a Blair en La Moncloa y glosó los sabios consejos de Blair a su proceso de paz: «Siempre merece la pena intentar la paz. A veces es muy difícil, pero lo correcto es hacerlo». Nuestro presidente agradeció la lección magistral: «Muy útil».

Tras la espantada de Blair, la figura estelar es Kofi Annan, nobel de la Paz (como Kissinger, Arafat y Rabin). Él era responsable, en 1994, de las operaciones de paz de la ONU y descartó la intervención de los cascos azules cuando conoció que se había puesto en marcha un programa para el exterminio de los tutsis en el país de las mil colinas. Tres meses después empezó la matanza de Ruanda.

Sí viene Bertie Ahern, que fue primer ministro irlandés entre 1997 y 2008 y sobrevivió al escándalo que se produjo al conocerse, y él reconocer, que había aceptado 60.000 euros de empresarios en dos ocasiones, 1993 y 1994, para hacer frente a un divorcio en el que su ex le estaba sacando los ojos. Otro día contaré lo de Pierre Joxe.

Lástima que no hayan llamado a Albert Reynolds, antecesor de Ahern en los agridulces años del divorcio y el cohecho, el taoiseach que sí negoció la paz del Ulster y lo hizo con estas palabras, recogidas por Rogelio Alonso: «Si no hacen esto bien, se pueden ir a tomar por saco. No quiero oír nada acerca de un alto el fuego de seis meses o seis años; nada de temporal, indefinido o condicional; (…) sólo que se ha acabado. Y punto. Si no, me retiro. (…) Ellos, el IRA, se pueden volver a otros 25 años de asesinar y de ser asesinados. ¿Para qué? Porque después de esos 25 años volverán justo a donde están ahora [pero con] más miles de personas muertas, y todo para nada. Así que o lo hacen ahora, en el nombre de Dios, o si no, adiós».

Esto explica a la vez dos cosas: que no lo hayan invitado a una conferencia como ésta, con las conclusiones precocinadas, y que él sí consiguió la paz en el Ulster.

La paz no tiene precio político, dijo Zapatero la otra vez. No es cierto. Sólo una metáfora para no decirnos cuánto nos va a costar

ÁNGELES ESCRIVÁ / Madrid

17/10/2011

ETA ideó la mesa de hoy como 'abrelatas' de la negociación

Según documentos incautados a la banda
Un grupo de etarras propuso la creación de la conferencia por la paz para que funcionara como «abrelatas», como una primera parte del futuro proceso negociador. Según el documento que hicieron llegar a los dirigentes de la izquierda abertzale, «la agenda y, especialmente, la resolución de la conferencia tiene que estar pactada previamente entre la izquierda abertzale, el PSOE y observadores internacionales». Y no sólo la resolución, sino el «orden de acontecimientos básicos» -treguas, legalizaciones y sucesión de comunicados- para asentar el proceso de negociación.

Las conclusiones de la conferencia, en cualquier caso, «se trasladarían a Euskal Herria como una referencia básica para una segunda parte en la que surgiría el Foro por una Solución Democrática».

El texto fue redactado a finales de 2009 por un grupo de etarras en plena discusión entre los posibilistas de Arnaldo Otegi -ponencia Zutik- y los más radicales -ponencia Mugarri-. Ambos sectores perseguían la misma finalidad, el desarrollo del denominado proceso democrático de ETA, la hoja de ruta de la banda terrorista para conseguir sus objetivos, aunque discrepaban en los medios. La posición de estos etarras estaría más próxima a la del ex portavoz de Batasuna, que prefería por razones prácticas la presencia disuasoria de ETA, en vez de la comisión de una campaña de atentados.

La propuesta de estos terroristas se asemeja casi milimétricamente a lo que está ocurriendo en estos momentos. Con la única diferencia de que concebían la celebración conferencia internacional en Irlanda, Londres o Bruselas.

Según el documento, el objetivo es crear un foro por una solución democrática, un espacio político, sindical y social, cuya «transversalidad» sirva de «colchón», de «blindaje social» para que pueda llevarse a cabo una «negociación» y un «acuerdo político» con éxito y sin condicionamientos. La idea es que en este foro participen las formaciones con un espectro social lo suficientemente amplio como para que si algunos sectores del Estado o del PP se oponen, estos «atascos» o «estrategias de condicionamiento» no puedan frustrar los objetivos de ETA.

Los redactores sostenían que «los condicionamientos del PSOE y las limitaciones de la izquierda abertzale hacen imposible la constitución autónoma del foro». Por eso plantean que la comunidad internacional, «como receptora de la voluntad de las partes y tras el punto cero que marca la decisión de ETA de declarar una tregua, podía organizar, a fecha definida con anterioridad, una conferencia internacional por la paz y por las soluciones políticas».

«Estaría abierta a personalidades internacionales, organizaciones políticas de Euskal Herria y del Estado español y francés», dice el texto que plantea que «no será un acto improvisado, sino atado por la comunidad internacional que viene y que irá supervisando y aportando en el proceso de diálogo y negociación entra la izquierda abertzale y el PSOE».

En las condiciones que establecían los citados etarras para su celebración, se especificaba: «Es imposible con una ETA activa y con todo un Estado con toda su maquinaria de negación y persecución contra la izquierda abertzale», es decir, es necesario que antes la banda esté en tregua y el Estado legalice a la izquierda abertzale o dé prácticamente por amortizada la Ley de Partidos, que es lo que ha ocurrido en el proceso judicial contra Bildu.

Y para conseguir esta situación, son necesarios los compromisos previos, los contactos y los pactos. «La cuestión pasa por establecer un cronograma de compromisos (PSOE, izquierda abertzale y comunidad internacional) donde ubicar el momento para que la conferencia y después el foro se proyecten en el marco de un proceso democrático embrionario. Es decir, una de las claves es pactar un orden de acontecimientos básicos para que el proceso se asiente y dé paso al diálogo y a la negociación hacia el acuerdo político», se aconsejaba.

Respecto al paso siguiente, la constitución del Foro por una Solución Democrática, se trataría de conseguir la complicidad de partidos que no sean nacionalistas para sacar adelante el proceso democrático (Prodem) diseñado por ETA. Los documentos en los que la banda explicaba el llamado Prodem datan de 2008, aunque recogen planteamientos que se remontan a principios de los 90. Su pretensión es crear un frente soberanista uniendo a los partidos nacionalistas que se presten -lo han hecho EA, Alternatiba y Aralar- con el fin de obtener una representación en las instituciones lo suficientemente fuerte como para condicionar su orientación. Y después, provocar una negociación política entre todas las formaciones vascas cuya conclusión sea presentada al Estado como algo ineludible.

Lo mismo persiguen y con la misma estructuración los etarras que elaboran el documento. Conciben la conferencia internacional como la llave para el foro que ha de ser «transversal». El foro sería un «instrumento del proceso de diálogo-negociación» y acuerdo y el frente soberanista un «instrumento de cambio político». La función fundamental del foro será «dotar de cobertura ideológica y también mediática el proceso de negociación y acuerdo».

[El diario británico The Guardian publicaba ayer que la banda terrorista podría anunciar esta misma semana el «final definitivo» de más de cuatro décadas de violencia. El periódico, que cita «fuentes cercanas a las negociaciones», señala que «el llamamiento de Kofi Annan y otros mediadores (...) ofrecerá a ETA una excusa para declarar su disposición a abandonar las armas, según las mismas fuentes»].

OORBYT.es

>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Ángeles Escrivá

ANA VELASCO VIDAL-ABARCA

17/10/2011

El PNV y la paz

La actual situación de entreguismo y claudicación frente a las exigencias del terrorismo se la debemos en gran medida al PNV. Sin necesidad de remontarnos a los tiempos en que nombraron a Josu Ternera presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco o se negaron a cumplir la sentencia del Supremo que obligaba a disolver el grupo parlamentario de Sozialista Abertzaleak después de su ilegalización, es fácil comprobar que los esfuerzos de los nacionalistas moderados se centran, hoy como ayer, en ayudar a los radicales a que consigan sus objetivos y a liberar a los presos -léase asesinos-.

Gracias a su indudable habilidad, el PNV no ha desaprovechado ninguna ocasión para imponer sus planteamientos. La más reciente muestra la tuvimos cuando el Gobierno necesitó sus votos para aprobar los Presupuestos. El Ejecutivo acató las exigencias nacionalistas de legalización del partido de ETA, impunidad para los criminales y legitimación de su ideología. Lo ocultaron ambos, sólo reconocieron un puñado de transferencias y el cambio de nombre de las provincias vascas. Sin embargo, el PNV consiguió que hayan sido sus pautas las que han marcado la política antiterrorista, que para ellos no debe ser tal sino un «proceso para lograr la paz».

Fue el PNV el que hizo posible que los proetarras se presentasen a las elecciones, el que ha permitido que Bildu controle Guipúzcoa. Es el PNV el que alienta sus actividades propagandísticas y conferencias-señuelo, el que se propone gobernar con ellos para lanzarse al asalto final de su plan de independencia.

Lo más preocupante no es que el PNV pretenda rehabilitar a ETA y su historia criminal, que procure hacerle un hueco en una sociedad democrática. Lo realmente inquietante es que haya quien escuche sus cantos de sirena, quien esté dispuesto a acabar con ETA a base de concesiones. Quien esté dispuesto a apostar por un futuro en el que el terrorismo sea justificado desde los poderes públicos, a permitir la conculcación del derecho a la justicia de las víctimas. Quien no considere necesaria la victoria moral y efectiva sobre los terroristas en aras de un peligroso pragmatismo que antepone la búsqueda de una equívoca paz a la cada vez peor vista derrota del terrorismo.

Son muchos, cada vez más, los que dirigen sus esfuerzos en esa dirección, hasta el extremo de que las víctimas empiezan a ser consideradas un estorbo, porque son el incómodo recordatorio de la terrible realidad de lo que es ETA, del daño que ha causado y de cómo ha transgredido los principales derechos humanos. Pretenden, desde un síndrome de Estocolmo agudo, construir un futuro sin pasado, una paz fraudulenta e injusta tutelada por una banda criminal dispuesta a empuñar de nuevo las armas si lo considera necesario.

El gran fracaso del Gobierno vasco ha sido asumir las tesis de los nacionalistas en lugar de mantenerse leal al pacto que le permitió gobernar. El Gobierno vasco, en sintonía con el de Madrid, está traicionando ese pacto y alentando una claudicación que sigue al pie de la letra las imposiciones de los terroristas, disfrazando sus cesiones con eufemismos y lanzando mensajes plagados de mentiras. Mientras, los nacionalistas serán los grandes beneficiados de la falta de firmeza de nuestros gobernantes, entre ellos ese PNV que maneja los hilos y habla de paz y que ya prepara su próximo plan Ibarretxe, mientras ETA cubre las espaldas de la gran familia nacionalista.

Ana Velasco Vidal-Abarca es hija del comandante Jesús Velasco, asesinado por ETA en 1980, y de la fundadora de la AVT Ana María Vidal-Abarca

MIKEL SEGOVIA / Bilbao

17/10/2011

Los 'abertzales' copan Amaiur

Los cabezas de las candidaturas al Congreso por Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra, que fueron presentadas ayer, pertenecen a la izquierda 'abertzale'. Algunos son históricos miembros de Herri Batasuna, ex concejales de la antigua marca de la izquierda 'abertzale', y otros son abogados defensores de jóvenes de organizaciones juveniles ilegalizadas o que denunciaron torturas.

Los 'abertzales' sólo han cedido un puesto de peso y con opciones a uno de sus socios, el segundo por Guipúzcoa, que lo ocupa el histórico miembro de EA Rafael Larreina. Aralar ha colocado a gente suya en dos segundos puestos al Congreso: Jon Iñarritu por Vizcaya y Aritz Romero por Navarra.

En las listas al Senado el reparto ha sido más proporcional entre las formaciones, incluida Alternatiba.

Amaiur da por seguro que tendrá grupo propio en el Congreso, con cinco o seis diputados. Entre los cabeza de lista para la Cámara Baja destaca Iñaki Antigüedad, por Vizcaya, catedrático en Hidrología que ocupó un escaño en el Parlamento vasco por HB en 1990-94 y por Euskal Herritarrok en 1998-2001.

La candidatura por Guipúzcoa la encabeza Maite Aristegi, ex concejal de HB en Vergara. El número uno por Álava es el abogado Iker Urbina, y por Navarra va en primer lugar Sabino Cuadra, un conocido sindicalistaEl golpe de timón está dado. La izquierda 'abertzale' se ha hecho con el control de la coalición Amaiur, de la que forma parte con Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba para el 20-N

1 comentario:

  1. Pues claro que no se acordarán, ni se han acordado nuca. Estos de la casta que dicen que son socialistas, que no lo son, no tienen corazón, ni saben lo que es, solo tienen un sillón en la cabeza.
    Esperar al cabo de tantos años, para hacer esto, tanto sufrimiento para nada, tantas muertes estériles, tanto cabrón suelto...

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