XIANA SICCARDI / Barcelona
27/10/2011/El Mundo
Al poco tiempo de asumir la Consejería de Interior, Felip Puig ya anunció que sería inflexible con las conductas violentas que periódicamente protagonizan algunas decenas de personas, sobre todo en Barcelona. Tanto es así que, desde el pasado 1 de mayo, Interior ha abierto expediente de sanción a 212 personas por participar en manifestaciones no comunicadas, realizar pintadas, destrozar el mobiliario urbano o realizar cortes de tráfico, según ha podido saber EL MUNDO.
De esta forma, Puig quiere dejar clara su distancia respecto a su predecesor en el cargo, el ecosocialista Joan Saura, acusado muchas veces de ser tibio en el castigo a alborotadores y antisistema. Fuentes de Interior explicaron ayer que «las leyes para castigar estas conductas ya existían, pero ahora han comenzado a aplicarse». Concretamente, las multas citan la disposición adicional de la Ley Orgánica 1/1992 de 21 de febrero -que da potestad a las comunidades autónomas para sancionar cuando se trate de garantizar la seguridad ciudadana- y, también, el artículo 8 de la Ley Orgánica 9/1983 del 15 de julio, que regula el derecho de reunión y establece que toda manifestación debe comunicarse.
Con esta base, Interior ha tramitado multas administrativas de 200 euros, un importe más elevado, lógicamente, en caso de que haya habido altercados o daños.
El 1 de mayo, Día del Trabajo, se registraron graves disturbios en la zona alta de Barcelona. Se rompieron escaparates y coches y se realizaron pintadas en sucursales bancarias. Tres personas fueron multadas.
El 20 de julio, un grupo de indignados cortó el tráfico para bloquear la ciudad en protesta por los recortes presupuestarios. Interior consideró que no se hizo prevalecer el derecho general de libre circulación y 70 personas recibieron la multa.
En agosto, otras dos personas fueron sancionadas por organizar una manifestación antifascista en Salt (Gerona) frente a la que había convocado, a su vez, el líder de Plataforma de Catalunya (PxC), Josep Anglada, contra las mezquitas. Interior prohibió manifestarse a PxC, pero 100 personas recorrieron las calles de Salt en una protesta antifascista que no se comunicó.
El 20 de septiembre, un grupo de indignados intentó impedir la entrada de los trabajadores a la Bolsa y varios de ellos, el día antes, irrumpieron en una sucursal de Deutsche Bank. Veinte de ellos han tenido que hacer frente a una multa.
Y el 2 de octubre, otra manifestación antifascista no comunicada intentó coincidir de nuevo con otra de Anglada. Las multas recayeron esta vez sobre más de 100 personas
Pues que bien, que le pidan ayuda a iu, ya que al parecer, es el que saca tajada.
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