miércoles, 12 de octubre de 2011

ETA-Bildu organiza en la sombra la conferencia de paz internacional


M. ALONSO / San Sebastián

12/10/2011/El Mundo

Prepara un gran acto con el que pretende que líderes mundiales presionen al Gobierno

Rubalcaba, embustero y payasoLa organización pacifista Lokarri será la anfitriona de la conferencia internacional de paz que reunirá el lunes en San Sebastián a entidades que trabajan a nivel mundial en el ámbito de la superación de conflictos. Pero si Lokarri pone su imagen, tras esta jornada, según ha podido conocer este periódico de diversas fuentes, se encuentra la mano de Bildu, que está moviendo todos los hilos en la sombra, organizando y haciendo mediaciones para que este acto constituya un respaldo público de personalidades internacionales a su estrategia política.

Con el cercano horizonte de las elecciones del 20-N, la izquierda abertzale busca dar un golpe de efecto con un gran acto de relevancia internacional que refrende sus planteamientos en favor de un proceso de paz y presione al Gobierno central en este sentido.

Para ello, Bildu cuenta con el aval de Lokarri, situada en el nacionalismo pacifista, y los mediadores del denominado Grupo Internacional de Contacto, liderado por el abogado Brian Currin, junto a otras cuatro entidades en favor de los derechos humanos: Berghof Foundation, Conciliation Resourcers, The Desmond and Leah Tutu Legacy Foundation y Noref.

Fuentes consultadas por este diario aseguran que, tras este evento, se encuentra el Gabinete de la Alcaldía del Ayuntamiento de San Sebastián, con el abogado de presos de ETA Aitor Íbero al frente, que está liderando las gestiones para controlar todos los detalles y amoldar a la carta el contenido de la conferencia que se va a desarrollar en la Casa de la Paz de Aiete, de propiedad municipal.

La participación está muy estudiada. Ayer, en la presentación de la conferencia, el ex jefe de gabinete de Tony Blair y principal negociador del Gobierno británico durante 10 años con el IRA para el proceso de paz en Irlanda del Norte, Jonathan Powell, avaló las tesis de la izquierda abertzale al abogar por una resolución sin vencedores ni vencidos. Sostuvo que «la única condición» para que la paz sea «duradera» es que las diferentes partes implicadas en el conflicto «deben saber que han ganado».

Ante el tufo a mero acto de «propaganda» abertzale que proyecta el acto, los gobiernos central y vasco, así como el PP, no participarán en esta cita que reunirá a destacados «líderes internacionales», si bien su identidad aún se desconoce, ya que Lokarri no lo reveló ayer. En todo caso, se especula con la presencia de ex primeros ministros, entre ellos los de Irlanda Bertie Ahern y Reino Unido Tony Blair, y presidentes de diferentes países.

El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, fue muy rotundo y aseguró que el Gobierno no participará en una iniciativa que enmarcó en la «escenografía» del ámbito abertzale para condicionar el proceso de pacificación. Así, precisó que el Ejecutivo es «completamente ajeno» a un encuentro con el que «no tiene nada que ver» y al que tampoco cree que haya sido invitado. «En todo caso, no estaremos», aseveró.

De igual modo, el lehendakari, Patxi López, expresó sus recelos hacia una conferencia que encuadra en una fórmula de «propaganda» de la ilegalizada Batasuna. «Todo lo que sea avanzar hacia la paz bienvenido sea, otra cosa es si estas fórmulas son más para hacer propaganda de la izquierda abertzale que fórmulas efectivas», afirmó. Confirmó que tampoco ha sido invitado al acto. Pero, si hubiera sido así, no hubiese ido.

El PP, por su parte, no otorga ninguna credibilidad a la conferencia. El portavoz popular en el Ayuntamiento de San Sebastián, Ramón Gómez, denunció que es «evidente» que la ilegalizada Batasuna está «detrás» y que obedece a una «estrategia para contar el fin del terrorismo como ellos quieren» con el objetivo de «ganar votos» en las elecciones.

Mientras, el PNV da una especial relevancia al acto, hasta el punto de que su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, lo tildó de «hito muy relevante», y vaticinó que «marcará un antes y un después en el camino hacia la meta final de la paz definitiva». El presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, acudirá, y también EB. EA, formación integrante de Bildu, calificó de «irresponsables» al lehendakari y al Gobierno por no ir

VICTORIA PREGO

12/10/2011

Patatas calientes

ETA y su mundo están haciendo y deshaciendo a su antojo en estas interminables vísperas electorales. Organizan conferencias, anuncian comunicados que no llegan, administran sus silencios y tienen al Gobierno y al candidato socialista en un suspiro, ansiando que llegue de una vez la buena noticia procedente de la organización asesina pero haciéndose mientras tanto los despistados y poniéndose de perfil.

No hay dato alguno que indique que desde el Ministerio del Interior se esté alentando este despliegue propagandístico de los proetarras, pero es evidente que se les está dejando hacer, a ver si hay suerte y cae por fin el famoso comunicado de la banda diciendo que se disuelve.

Ese comunicado no llegará, no al menos en los únicos términos en que sería digno de ser atendido: una disolución sin condiciones. Pero precisamente para eludir esa exigencia esencial e innegociable de los demócratas está concebida la conferencia del lunes, cuyos participantes resultan ser especialistas en tratar situaciones que no tienen nada que ver con lo padecido en España: están entrenados en mediar en enfrentamientos entre comunidades armadas, como ha sido el caso de Irlanda, o en la reconstrucción de sociedades desgarradas por la guerra. No es éste el caso de nuestro país.

Aquí lo que ha pasado es que unos asesinos han estado matando a centenares de personas pacíficas y destrozando la vida de muchos miles más con el propósito de alcanzar unos objetivos políticos que han formulado públicamente cientos de veces. Y lo que sucede es que la tal conferencia está convocada para darle un aire internacional a las pretensiones de los terroristas y por eso se va a permitir el lujo de decirnos qué condiciones debe cumplir el Estado español para que los asesinos renuncien de una vez al crimen, porque a cambio de nada no va a ser.

Pero, si realmente se confirman los rumores que circulan estos días y el lunes llegan a estar presentes en San Sebastián líderes políticos del nivel de Tony Blair o del irlandés Bertie Ahern, será al Gobierno al que habrá que pedir explicaciones, porque entre sus obligaciones está la de enterarse de quiénes, y con qué propósitos, visitan nuestro país y advertirles de que la convocatoria no cuenta con la aprobación del Ejecutivo. No pueden nuestros gobernantes taparse los ojos y creer que con eso se han vuelto invisibles.

Si ETA estuviera decidida a dejar las armas definitivamente, conferencias de este tipo estarían de más. Pero aquí tenemos a un Gobierno y a un candidato que dicen que los demócratas estamos ganando cuando es evidente que la última partida, la definitiva, la más importante, está todavía sin jugar. Y esa partida es política porque lo que el Gobierno, éste o el siguiente, ha de asegurar a los ciudadanos es, justamente, que ninguna pretensión política de los terroristas va a ser atendida porque ofrezcan dejar de matar.

Parece que al Ejecutivo de Zapatero ya le quedan pocos días en el ejercicio del poder. Así que, cuente lo que cuente ETA, digan lo que digan los de la conferencia de San Sebastián, la respuesta ya no les corresponderá a ellos sino a sus sucesores. Una patata caliente más, y de qué envergadura, que añadir al ya muy cargado saco del Partido Popular

1 comentario:

  1. Les está bien empleado, para que si tenía dudas, salgan de ellas. Aunque están tan empecinaos, que no ven más que sus poltronas.

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