lunes, 12 de septiembre de 2011

'Català, a l'atac!'


D. G. SASTRE / G. GONZÁLEZ / Barcelona

12/09/2011/El Mundo

RubalCARA, embustero y payasoMas y Montilla (PSC-PSOE) aplaudieron por la mañana las agresivas consignas en favor de la inmersión obligatoria y encapuchados quemaron por la tarde banderas de España y el retrato del Rey
La Diada empezó con una defensa casi unánime de la inmersión lingüística y acabó con quemas de banderas españolas y de fotos del Rey. La fiesta oficial de Cataluña se convirtió desde el principio en una jornada de protesta contra la decisión judicial de que el castellano sea, junto al catalán, lengua vehicular en las aulas. El escritor Màrius Serra incluso declamó un palíndromo alusivo: «Català, a l'atac!» (catalán, al ataque).

La Diada se había puesto muy reivindicativa ya por la mañana. La tradicional ofrenda floral ante el monumento a Rafael de Casanova contó con menos público que otros años, en parte gracias al blindaje policial para evitar las protestas ciudadanas. Ello no evitó, sin embargo, que los dirigentes políticos elevaran el tono de sus mensajes.

La defensa de la inmersión lingüística después del auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que insta a que el castellano sea también lengua vehicular fue protagonista desde el principio. El presidente del grupo de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, dijo por ejemplo que Cataluña no va dar marcha atrás en el autogobierno y en el modelo educativo «ni con un ejército de Garcías Albiols», en referencia al alcalde de Badalona, del PP.

RubalCARA, embustero y payasoEl acto principal de la Diada siguió la misma tónica. En el parque de la Ciutadella de Barcelona, ante más de 5.000 personas, el escritor Màrius Serra hizo una primera referencia a la inmersión. Después de leer una cita de Pompeu Fabra -considerado el padre de la lengua catalana moderna- mostrándose partidario de dar prioridad a que los niños adquieran el «uso corriente» de la lengua más que a profundizar en las cuestiones gramaticales, Serra subrayó: «A esto hoy lo llamamos inmersión lingüística».

«Necesitamos más inmersión lingüística que nunca para tener un futuro capicúa, con el corazón y con la cabeza», clamó Serra entre aplausos de la concurrencia. Y acabó con un anagrama, pronunciando la palabra «català» del revés: «Català, a l'atac» (catalán, al ataque).

A la ovación se unió la clase política en pleno excepto la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho. El líder de Ciutadans, Albert Rivera, no asistió a la celebración.

El presidente de la Generalitat no se quedó en la defensa de la lengua. En su parlamento después del acto, Artur Mas dio por iniciada la «transición nacional» que él mismo anunció en su investidura. Según él, ese camino hacia mayores cotas de soberanía ya está en marcha, y se ha acelerado gracias a los «ataques» a la lengua y el autogobierno.

Por parte del PSC, la ministra de Defensa, Carme Chacón, prefirió poner el acento en los problemas sociales que provoca la crisis económica, pero también defendió la inmersión. «Es fundamental sobre todo para los chicos que viven en un entorno en castellano, y también ha servido para la cohesión», dijo.

Por la tarde, tal y como se esperaba, la izquierda independentista estaba más pendiente de hacer su particular homenaje a la foto del Rey y a las banderas española y francesa, con fuego purificador, que del conjunto de reivindicaciones nacionalistas de la Diada. Varias plataformas políticas, como la CUP, Endavant o Maulets, encabezaron una marcha alternativa, que terminó con la quema de una bandera española en el paseo Lluís Companys.

Cuando la manifestación llegó al Fossar de les Moreres los organizadores leyeron manifiestos en defensa de la independencia «de los Països Catalans». Después, un grupo de encapuchados subió a un escenario para quemar la fotografía del Rey y las banderas española y francesa. Fuentes policiales explicaron que los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para tratar de identificar a los autores de estos actos, ya que la quema de estos símbolos está considerado como delito en el Código Penal. Un grupo de agentes controlaba la protesta para evitar que se produjesen incidentes.

La otra manifestación fue más respetuosa con los símbolos y se centró en la reivindicación de la independencia y en lamentar «el ataque» que ha sufrido el modelo de inmersión lingüística. Unas 10.000 personas reclamaron que no se acate esta decisión judicial para que el castellano sea también lengua vehicular.

Por su parte, las entidades convocantes, Plataforma pel Dret a Decidir (PDD), Sobirania i Justícia y Sobirania i Progrés, también instaron a esta desobediencia además de volver a pedir un Estado propio. Tras ellos varios partidos políticos, como Solidaritat -que contaba con la presencia del portavoz de Bildu, Txelui Moreno-, Reagruapament o ERC. En la manifestación se pudieron ver esteladas de varios metros de largo así como constantes alusiones al ex presidente del Parlament Heribert Barrera, fallecido hace unas semanas

JORDI RIBALAYGUE / Badalona

12/09/2011

CiU exige que Albiol defienda la inmersión ( lo que supone ir contra las resoluciones judiciales)

El alcalde de Badalona es abucheado durante su ofrenda floral de la Diada
Cuanto más esperpento regala Badalona, más cámaras se desplazan a la ciudad. El 11 de septiembre de 2011 será recordado en la localidad porque el alcalde, el popular Xavier García Albiol, reapareció en una fecha que ha ignorado en los últimos años y en la que, como estaba cantado, no se salvó de una ensordecedora bronca. «Albiol dimisión», «fuera PP de Badalona» e «independencia» fueron las consignas más coreadas. También fue la jornada en que la oposición se reencontró en una imagen forzada por las circunstacias.

Ayer volvió a ser uno de esos días en que, con demasiada frecuencia, la atención recae en el morbo de las desavenencias y las salidas de tono de los dirigentes de Badalona, incapaces de estrecharse la mano cuando las convenciones más elementales así lo exigen. La mañana pintaba caldeada después de que el Ayuntamiento sacrificara los dos actos institucionales tras el plantón que PSC, CiU e ICV-EUiA anunciaban contra Albiol como protesta por difuminar el signo catalanista de la festividad.

En cambio, sí se mantuvo la ceremonia en la que el Consistorio convoca a las entidades, en la que las cuatro formaciones con representación en el Ayuntamiento participaron. Las 200 personas que se concentraron con esteladas y senyeres frente al monumento que recuerda a los vecinos de Badalona caídos en el cerco de 1714 silbaron y abuchearon a la comitiva del PP. El alcalde también fue increpado mientras atendía a los medios. «Vete a España», «fascista» y «traidor» gritó una multitud a modo de improperio al mandatario, que se marchó de la plaza escoltado.

«Con mi presencia, pongo de manifiesto que la Diada se ha celebrado en Badalona, que la ha organizado el Ayuntamiento y nadie más y que ha estado pagada con los impuestos de todos los vecinos», se defendió frente a los micros el popula, que renunció el viernes a ofrecer el discurso de cada año. Albiol acusó a sus adversarios políticos de cometer un «chantaje» al repudiar que la enseña española no se descolgara del Consistorio, como ocurrió en los últimos nueve años: «La ofrenda institucional no se ha podido hacer porque PSC, CiU e ICV-EUiA no han aceptado la propuesta de hacer cumplir la ley de las banderas, al igual que en Hospitalet o Barcelona».

Las tres fuerzas de la oposición respondieron al alcalde con una ofrenda conjunta que acordaron tras saberse que parte del programa de la festividad se anulaba. La concurrencia aplaudió y vitoreó el inusual gesto de unidad. Especialmente duro con Albiol fue el líder local de CiU, Ferran Falcó, quien le puso en bandeja la Alcaldía al desbaratar un pacto a tres con socialistas y rojiverdes. Aunque fue críptico e interpuso muchos matices, el nacionalista dejó caer la posibilidad de forzar una moción de censura contra el PP si el alcalde ataca la inmersión lingüística en catalán en las escuelas.

«Si esa línea roja se traspasara y por lo que hace a nuestra voluntad, a este alcalde le quedarían pocas horas en el cargo», advirtió Falcó, quien consideró un «error garrafal» suspender la ofrenda oficial, aunque negó que pudiera resultar un detonante para derribar a Albiol. El edil tampoco dio por decisiva la posición que los populares tomen hoy respecto a la moción a favor de la inmersión, que saldrá adelante con el apoyo de PSC, CiU e ICV.

La opción de interponer una moción de censura se ha comentado con mucha mesura hasta ahora en Badalona. El PP controla el Ayuntamiento gracias a los intercambios entre nacionalistas y populares para asegurarse la gobernabilidad de las principales instituciones catalanas. Además, el PSC ha enfriado las relaciones con sus ex socios de CiU, con los que se repartieron el ejecutivo local hasta junio pasado. Los socialistas no han tomado un atajo para recuperar la tercera ciudad más poblada de Cataluña, aunque está por ver cómo reaccionarían si los convergentes cortan amarras con el PP.

El ruido que levantó el anuncio del alcalde de fulminar parte del festejo dio una notoriedad nada esperada a la Diada en Badalona. Albiol ha irritado al nacionalismo con su actuación y de ahí que algunos de los portavoces más importantes de las entidades catalanistas se presentaran en la ciudad. Fue el caso del presidente de Acció Cultural del País Valencià, Eliseu Climent, y la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals. «Ojalá que al alcalde se le contagie un poco de catalanidad con esta ofrenda», deseó Casals.

OORBYT.es

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Barcelona

12/09/2011

El PP culpa a Trias de que la 'estelada' presida el acto oficial

El presidente del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, culpó ayer al alcalde de la capital catalana, Xavier Trias, de que la bandera estelada -independentista- presidiera el acto institucional en el monumento de Rafael de Casanova. El líder popular recordó que el año pasado se logró que la bandera independentista no estuviera presente y lamentó por ello que con la llegada de Trias al Consistorio haya regresado a la celebración este símbolo separatista.

Fernández Díaz pidió que la bandera independentista desaparezca del monumento en las próximas ediciones ya que «los actos institucionales los presiden las banderas oficiales y no las independentistas», informa Europa Press. En este sentido, el líder del PP en el Consistorio reclamó también a Trias que cumpla la Ley de Banderas, ya que en algún distrito no figuraba ninguna de las oficiales como Sants-Montjuïc, o incluso en el de Gràcia únicamente ondeaba la bandera catalana.

La presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, aseguró que su partido no se desentiende de la Diada porque es una festividad de todos, aunque justificó que el alcalde popular de Badalona, Xavier García Albiol, suspendiera los dos principales actos oficiales porque la oposición le ha plantado.

Camacho destacó que los concejales del PP en Cataluña y el alcalde popular de Castelldefels, Manuel Reyes, sí participaron en la Diada, y retó a CiU y al líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, a explicar «por qué en Vic está ondeando la estelada» este domingo

Barcelona

12/09/2011

Difunden por Twitter la falsa muerte de Fernández Díaz

Una noticia corrió ayer como la pólvora por Twitter provocando más de un millar de visitas en poco tiempo: la muerte de un infarto del líder municipal del PP en Barcelona y vicepresidente de la Diputación, Alberto Fernández Díaz. Pese a que esta noticia fue desmentida poco después por el mismo político, generó muchos comentarios y muestras de pésame. La falsa noticia copiaba la tipografía y formato de la edición digital de La Vanguardia, lo que daba más apariencia al engaño, aunque se albergaba en otro dominio.

En el mismo Twitter también apareció el hashtag #fdzdiaz en el que muchos usuarios hicieron comentarios sobre esta información y destacaban el «mal gusto» de la broma, una vez se descubrió que la noticia era premeditadamente falsa

JUAN CARLOS GIRAUTA

12/09/2011

La anomalía de lo real

No sé qué habrá causado mayor perplejidad al curioso que se dejara caer ayer por Barcelona: las arrebatadas arengas de los actos públicos o la absoluta indiferencia ciudadana. Desde la explosión catalanista de 1976, los 11 de septiembre son la historia de una paulatina desaparición: la de las senyeres en los balcones. Su presencia fue ayer tan menguada que, si uno fuera nacionalista, estaría sumido en la depresión. Paralelamente a este proceso -el propio de una comunidad que ha ido viviendo, trabajando y transitando con tranquilidad mientras se consolidaban altísimas cuotas de autogobierno-, las instituciones, con la mayoría de partidos y la práctica totalidad de nodos de articulación social, desplegaban un proceso inverso que ha logrado alterar la percepción general sobre lo catalán.

¿Reina en Cataluña la normalidad o la anormalidad? ¿Estamos los catalanes, en términos generales, cómodos o incómodos dentro del gran proyecto español? La respuesta depende de nuestro campo de visión. De atender a la formación gobernante, hay graves motivos para la alarma. Jordi Pujol, el gran hacedor, nos insta a prepararnos para una batalla «fuerte, decidida y arriesgada» para impedir nuestra desaparición como pueblo. Su hijo Oriol, presidente del grupo de CiU en el Parlament, desafía las resoluciones judiciales que instan a considerar el castellano también como lengua vehicular en la escuela: «No se dará marcha atrás ni con un ejército de Garcías Albiols».

¿A qué viene García Albiol? ¿Cuál es el pecado del alcalde de Badalona, cuál el motivo de este señalamiento? Nada que tenga que ver con la inmersión lingüística. Simplemente decidió que la bandera española no se arriaba ayer en el acto institucional. Ofensa terrible que ha merecido el boicot del resto de partidos y la consiguiente anulación de una celebración a la que Albiol tendría que haber acudido en solitario.

Mientras otro nacionalista moderado, el jefe de las juventudes convergentes, acusaba a la Justicia de pretender un «genocidio lingüístico», el alcalde Trias permitía una estelada en el monumento a Rafael de Casanova y los dirigentes de ERC, en un gesto de modernidad, marchaban con antorchas a quemar el Decreto de Nueva Planta. Artur Mas, por su parte, consideró la reforma del artículo 135 de la Constitución como una quiebra de las reglas de la Transición y se negó a responder en castellano a una pregunta en la rueda de prensa: «Hoy no». Claro. En la supuesta Diada de todos los catalanes hay que eludir la primera lengua de Cataluña porque la lengua propia (concepto jurídico indeterminado) está en peligro. La posibilidad de que se impartan un par de asignaturas en la lengua de uso del 45,9% de los catalanes constituiría un gravísimo ataque a la lengua de uso del 35,6 %. Son datos de la Generalitat.

Nada nuevo bajo el sol. El nacionalismo, por definición, homogeneiza la sociedad en la que actúa hasta hacerla coincidir con su modelo de nación. Pensamiento circular: dado que presentamos rasgos distintivos, somos una nación y, como somos una nación, debemos eliminar cualesquiera otros rasgos. Las formas de eliminación varían según el contexto. En la Cataluña actual pasan por convertir lo real en anomalía, imponiendo un coste de facto a quien ose saltar al espacio público para recordar que el rey está desnudo.

El problema principal es que todas las ambiciones del catalanismo político clásico están conseguidas. El sentido de su existencia es la denuncia y corrección de agravios, y si estos no existen habrá que inventarlos y señalar el horizonte de la independencia con la ambigüedad por delante, al modo de la prensa del editorial único: nosotros no deseamos tal cosa, pero España no nos deja otra salida. Tramposa estrategia, pues en realidad se trata de un soliloquio del establishment catalán. Tiene apariencia de complicado diálogo y provoca un profundo cansancio, que es por donde viene venciendo y va a seguir haciéndolo el nacionalismo. Al PSOE ya lo tiene en fase REM

1 comentario:

  1. Todo esto, no es nada más que la imagen de los de siempre, hay que ver, que la indiferencia de la mayoría de los ciudadanos es latente, por tanto, estos son hechos aislados, que a los de siempre les molan, pero no a la mayoría de los catalanes, y eso es lo que vale.

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