lunes 18 de julio de 2011
El empeño de los nacionalistas vascos, con el aval del PSE, por empañar la reciente historia de Euskadi y convertir las últimas décadas de nuestro pasado en un escenario irreal en el que ha habido “muchas clases de sufrimiento” está alcanzando niveles absolutamente surrealistas cuando apenas se están esbozando las primeras aproximaciones para la futura puesta en marcha del Centro de la Memoria impulsado por el Consejo de Participación de las Víctimas del Terrorismo.
En este sentido, la visita de tres días que representantes del Gobierno y del Parlamento de Vitoria han realizado a diferentes centros de la memoria de Berlín y Cataluña (fotografía) ha servido a estos partidos para ir planteando posibles soluciones al que se está configurando ya como uno de los grandes retos ideológico-simbólicos de los próximos meses: cómo poner en marcha una iniciativa permanente de reconocimiento histórico a las víctimas del terrorismo transmitiendo, al mismo tiempo, la idea falsaria defendida por el nacionalismo vasco, y por una parte importante de los socialistas vascos, de que en los “nuevos tiempos políticos” que se viven “no hay ni vencedores ni vencidos” y se homenajea a las víctimas de “todas las violencias”.
Pues bien, en este sentido, Iñigo Iturrate, que ha sido el representante del PNV en este periplo institucional, ha planteado crear un Instituto de la Memoria que recoja los diferentes centros y monumentos que se pongan en marcha alrededor de los diferentes grupos de víctimas y que mantenga "una memoria inclusiva para no dejar en la cuneta a nadie". De este modo, y según explica Iturrate, bajo este paraguas, “se podría incorporar al Instituto de la Memoria centros ya existentes como el Museo de la Paz de Gernika o el monumento a la batalla de Machichaco.”
El PNV quiere impulsar una red de Centros de la Memoria que lo mismo recuerden a las víctimas del terrorismo de ETA que a los oficiales republicanos muertos en la Batalla del Machichaco
Por su parte, la directora de Derechos Humanos del Gobierno de Patxi López, la socialista Inés Ibáñez de Maeztu, también aboga por el “reconocimiento y la reparación de las víctimas de otros sufrimientos." En un artículo publicado en la última edición de la revista Bake Hitzak-Palabras de Paz, Ibañéz de Maeztu explica que “hablar de violación o vulneración de derechos humanos en el País Vasco nos obliga una y otra vez a poner la mirada en las víctimas del terrorismo, como las provocadas por ETA, los GAL, la Triple A o el Batallón Vasco Español”, pero precisa que en Euskadi también “ha habido más sufrimientos”, como el derivado de “la actuación ilícita de agentes y cuerpos de seguridad”. Para Ibáñez de Maeztu, una de las representantes más preclaras de esa ética blanda y acomodaticia especializada en extender la responsabilidad de la barbarie a toda la sociedad, explica que “estas víctimas de vulneraciones de derechos humanos son especialmente significativas, desde un análisis cuantitativo, durante los últimos años del franquismo y los primeros de la transición.”
Por su parte, Gorka Maneiro, portavoz parlamentario de UPyD, ya ha respondido con rotundidad a este estrategia alimentada por nacionalistas y socialistas: “La pretensión de mezclar a unas víctimas con otras, la pretensión de mezclar a víctimas de malos tratos, a víctimas de torturas, a víctimas de agresiones injustas, a víctimas de determinados excesos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a víctimas de balas perdidas y, en un futuro cercano, a las víctimas de la dictadura franquista… con las víctimas del terrorismo de ETA es una idea que nosotros no compartimos en absoluto”. Maneiro reconoce que en los últimos años se han podido producir “situaciones injustas y excesos policiales que deben ser reconocidos y resarcidos”, pero, en su opinión, “los daños a resarcir y las reparaciones que sin duda merecen estas víctimas deben serlo a título individual, a diferencia del colectivo de víctimas del terrorismo, un colectivo de personas que fueron asesinadas o perseguidas para la obtención de fines políticos”.
Artículo: Los vascos apuestan por el olvido y la impunidadEl Gobierno de Patxi López engrasa económicamente la ética blanda de Baketik y concede 8.700 euros a UGT para educar por la paz en el mundo virtual de "Second Life"
A estos se le a ido la chola. Mira que mezclar churras con merinas, es lo que nos faltaba para seguir vomitando. Asi parece que pagan los que dicen ser socialistas que no lo son, y el lehendakari de palo, a los de siempre, el pnv y sus secuaces.
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