domingo, 3 de julio de 2011

ETA admite que la “agresión islamista” del 11-M favoreció su negociación con los socialistas


  • 03-07-2011 | La Gaceta

    La banda aseguró en un documento interno de 2009 que la masacre “trajo el cambio del Gobierno de España”. Consideró que la victoria de Zapatero “echó al suelo el muro del PP que parecía insuperable”.

  • Alberto Lardiés. Madrid

    La banda terrorista ETA reconoce en su documentación interna que el 11-M favoreció que se articulase su negociación con el Gobierno socialista presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. En la ponencia Mugarri, elaborada por ETA y sus comisarios políticos de EKIN en octubre de 2009, se deja claro que la organización criminal atribuye a la masacre “el cambio del Gobierno de España”. Un cambio que sirvió para “echar al suelo el muro del PP que parecía insuperable”, según reza el documento que obra en poder de LA GACETA.

    En el epígrafe 1.5 del citado texto, titulado “2001-2005: reflexión renovada y Propuesta de Anoeta”, los pistoleros vinculan la ilegalización de su brazo político con los atentados del 11-S de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York. “En la línea de los sucesos del 11 de septiembre, el Estado extrajo provecho al recorte de los derechos habidos a nivel mundial para dar un paso importante: dejar fuera de la ley a Herri Batasuna-Euskal Herritarrok-Batasuna y, de paso, para profundizar en la apuesta de sacar a la Izquierda Abertzale de las elecciones y las instituciones”, explican.

    “Sin embargo –continúan–, aun siendo dura la represión, la Izquierda Abertzale no cayó en la tentación de marginarse y ocultarse. No se perdió por esa vía. Tras forzar la cohesión interior, aceleró la iniciativa política y en las elecciones vascas de 2003 demostró que aguantó la ofensiva”. En esta interpretación de los hechos queda claro, como siempre han asegurado las fuentes de la lucha antiterrorista, que la Ley de Partidos de 2002 fue un instrumento básico para debilitar al entramado terrorista.

    “Obstinado”

    Pero, según el relato de los etarras, llegó el atentado del 11 de marzo de 2004 para cambiar la situación. “La agresión islamista habida en Madrid el 11 de marzo de 2004 trajo el cambio de Gobierno en el Estado español”, afirman. “En aquella época, el que el PP estuviera obstinado en anular el movimiento de lucha de Euskal Herria y el que estuviera ciego le llevó a su pérdida. En las elecciones, imprevistamente, ganó el PSOE”, sostienen.

    Las palabras de los terroristas demuestran que estaban sufriendo bastante cuando el Ejecutivo se centró en intentar la derrota de la banda a toda costa. Tildan de “insuperable” el escenario al que se enfrentaban antes del 11-M. “La nueva situación [con Zapatero en el poder] echó al suelo el muro del PP que parecía insuperable [...] esos resultados electorales volcaron el panorama político”.

    Los contactos

    El análisis de la negociación por parte de ETA se hace más explícito en el siguiente punto de la ponencia Mugarri. Dicho epígrafe, numerado como 1.6 y titulado “2005-2007. Proceso de negociación”, detalla los pormenores del mal llamado proceso de paz. “Antes de que el PSOE ganara las elecciones y mientras firmaba el Pacto Antiterrorista con el PP, se efectuaron las primeras reuniones entre representantes de Batasuna y del PSE”, afirman, en referencia a las ya conocidas conversaciones entre Otegui y Eguiguren.

    Y en este punto los terroristas vuelven a incidir en el impacto positivo que tuvo para el diálogo con el Estado la masacre del 11-M. “En el año 2004, tras la acción de los islamistas de Madrid del 11-M y como consecuencia de los resultados electorales, el cambio de Gobierno se convirtió en razón para realizar una reflexión sobre la situación y la línea”, argumentan los pistoleros.

    “La Organización abrió la línea de contactos con el Gobierno de España en 2005. Entre tanto, las reuniones entre Batasuna y el PSOE se aceleraron”, confirman. “En octubre de 2004 –prosiguen–, el enemigo llevó a cabo una gran operación policial. En ese momento, cuando se estaban dando los primeros pasos para desarrollar un proceso de negociación con el Gobierno de España, la lectura de esa operación policial no se hizo a fondo, así como a los objetivos que quiso alcanzar el enemigo ni al análisis del calado de los mismos”. Con este extraño tono de autocrítica, los etarras se refieren, naturalmente, al arresto, en 2004, de los jefes de la banda Mikel Albizu, alias Mikel Antza, y Soledad Iparraguirre, Anboto.

    El debate

    La ponencia Mugarri, que contiene todos los datos expuestos, fue elaborada por ETA y los sectores más ortodoxos de Batasuna –injertos en EKIN– en octubre de 2009 como documento opuesto a la ponencia elaborada por los posibilistas encabezados por Otegui. Estos días, en el juicio por el caso Bateragune, en que se juzga a Otegui, Usabiaga y otros seis batasunos, los propios acusados, los abogados y sus testigos arguyen que el hecho de que el documento Mugarri no fuera debatido por las bases de la izquierda abertzale demuestra la valía de su “apuesta estratégica” por las “vías exclusivamente políticas”.

    Sin embargo, los informes policiales y los documentos incautados a Otegui y sus compinches apuntan a que ETA sí conocía y aprobaba los pasos de su brazo político.


1 comentario:

  1. Estamos apañaos con toda esta cuadrilla. Agresión islamista, manda carallo, y seguro que vosotros no sabéis nada....., por eso estáis ahora como estáis.

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