MIKEL SEGOVIA / Bilbao
26/07/2011/El Mundo
El lobby nacionalista vasco enfila ya el Congreso. Es el más fuerte y numeroso de la última década. El regreso de la izquierda abertzale a la Cámara Baja le permitirá elevar el altavoz a sus reivindicaciones independentistas en Madrid que, hasta ahora, sólo enarbolaban PNV y NaBai. A la espera de conocer la fecha de la cita con las urnas, y ante la posibilidad creciente de un adelanto electoral, los partidos nacionalistas han comenzado a diseñar la ruta. La izquierda abertzale regresará a la capital de España 11 años más tarde a bordo de Bildu y con un revitalizado apoyo social que le pueden otorgar los mejores resultados en elecciones generales desde la restauración de la democracia. Si Bildu repitiera el respaldo del 22-M, lograría entre cinco y seis diputados, o lo que es lo mismo, contaría con grupo parlamentario propio en una Cámara de la que lleva ausente desde 1999.
El suelo común de todos los partidos abertzales se sitúa entre dos extremos; la independencia que proclama Bildu y la reivindicación de un nuevo marco de autogobierno que defiende el PNV, una disparidad que complica una acción común de ambos partidos. En la coalición advierten ya de que su batalla en el Congreso se encaminará fundamentalmente hacia la reivindicación de la independencia, «que llevaremos hasta el final», según asegura Pello Urizar. En el PNV, en cambio, sus aspiraciones van por otro camino menos rupturista; la conformación de un nuevo espacio jurídico-político en las relaciones entre los gobiernos autonómico y central.
El pulso soberanista más reciente en la Cámara Baja lo libró Ibarretxe con su plan. Fracasó. Y Bildu no quiere que eso vuelva a ocurrir. «Lo que planteemos queremos llevarlo hasta el final. No nos echaremos atrás, como ya ha ocurrido. Defenderemos que somos una nación y los derechos de nuestro pueblo. Si el PNV está dispuesto a mojarse, colaboraremos», dice Urizar. Bildu tiene claro que el Congreso, como el resto de instituciones, debe ser una plataforma «para defender el independentismo y el soberanismo». «Y nosotros vamos a intentar reforzar esa apuesta basada en unos derechos que nos son propios», asegura el secretario general de EA. La unidad de acción en el seno de la coalición de cara a las elecciones generales no está en cuestión. El líder de Alternatiba, Oscar Matute, recuerda que Bildu se creó con una «reflexión» que prolongaba el proyecto más allá de la pasada cita municipal. «Y ahí seguimos». Insiste en que una posible legalización de Sortu «no cambiaría el proyecto» en Bildu.
Con la mira puesta en el Congreso, el PNV también ha empezado a desempolvar un discurso que, hasta ahora, mantenía en segundo plano: el derecho a decidir. Será el eje de su campaña. «Defender al autogobierno vasco y los avances en ese campo en Madrid es para nosotros fundamental», asegura un portavoz. Pero eso no garantiza el entendimiento con el resto de partidos vascos que puedan ocupar un escaño en Madrid. «A Bildu no le interesa nuestro modelo», recuerdan en el PNV; «será complicado coordinar una estrategia común» en Madrid.
Tienen claro que la reivindicación del derecho a decidir que hará en el Congreso estará soportado en el modelo fijado en su plan Ados. En él se defiende un nuevo marco jurídico-político en las relaciones entre el País Vasco y España. El PNV confía en impulsarlo tras recuperar el Gobierno vasco o una mayoría abertzale en el Parlamento autonómico.
El peso que el soberanismo vasco podría adquirir puede torcerse si Bildu no da los pasos definitivos que le reclaman el resto de formaciones, en especial el PNV, para exigir la disolución definitiva de ETA.
En todo este tiempo, Sabin Etxea ha intentado tutelar el regreso de la izquierda abertzale a las instituciones. Primero denunció su ilegalización, después defendió con insistencia ante el Gobierno español su presencia en las elecciones y finalmente se negó a apoyar frentes anti-Bildu en la constitución de las instituciones tras el 22-M. El último gesto del PNV con Bildu lo hizo recientemente el presidente de la primera formación, Iñigo Urkullu. Recordó a la coalición que el tiempo se le «agota» y que es hora, antes de que el PP acceda al poder, de decir «de manera pública y clara» a ETA que debe cesar su actividad y disolverse. Para Urkullu, un Gobierno en manos del PP dispararía las «tentaciones» para retomar la senda de ilegalización de la izquierda abertzale. «Se juegan su futuro político», advirtió, hasta el punto de poner en peligro «el proceso de pacificación», que podría verse sometido a un nuevo «torbellino».
Por ahora, el PNV tan sólo ha dado los primeros pasos para preparar su campaña a las generales. La cuestión más delicada, la elaboración de listas, está en fase inicial. La gran incógnita es el papel que el partido reservará al actual portavoz, Josu Erkoreka, uno de los nombres que más suena como candidato a lehendakari del PNV en 2013.
Ya tenemos la murga otra vez, por mi, que les den lo que quieran, pero eso si, los demás también queremos nuestras historietas. Se ponen unos muros para separar a los que se separan, nunca mejor dicho, y volvemos a la guerra fria. Estos batasunos están mal de la olla, siempre tienen alguna escusa para dar por saco, y después de la independencia que??, majaderos. Si todos hubiésemos hecho lo que vosotros, arropados en un grupo de asesinos, hoy no existiría España como nación, ya que estaríamos en guerra permanentemente. Pero es muy facil exigir esto y lo otro, teniendo detrás a los de las pistolas, sin ellos no seríais NADA, NADA NADA, enteraros de una p. vez.
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