viernes, 15 de abril de 2011

Velasco envía al Supremo la querella contra los negociadores


MANUEL MARRACO / Madrid / El Mundo

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha enviado al Tribunal Supremo la querella presentada por Manos Limpias contra los tres negociadores del Gobierno en el proceso de paz, Jesús Eguiguren, José Manuel Gómez Benítez y Javier Moscoso. El magistrado se ha declarado no competente para investigarlos, y ha remitido «testimonio de lo actuado hasta el momento» sobre la denuncia y posterior querella al Tribunal Supremo para que resuelva al respecto.

Manos Limpias atribuye a Moscoso, Eguiguren y Gómez Benítez delitos de colaboración con banda armada y encubrimiento durante los encuentros que mantuvieron con representantes de la banda terrorista en el Centro Henry Dunant.

El magistrado explica que tanto el presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Jesús Eguiguren, como el vocal del Consejo General del Poder Judicial José Manuel Gómez Benítez tienen la condición de aforados, como han ratificado en sendas certificaciones el CGPJ y el Parlamento vasco. Por ello, «el único órgano competente» para investigarles sería la Sala Segunda del Alto Tribunal, indica Velasco, que explica que tampoco puede pronunciarse en el caso de Moscoso -que no es aforado- debido a que separar su caso de los otros dos podría provocar una ruptura de la continuidad de la causa y «un riesgo evidente de resoluciones contradictorias».

A juicio de Manos Limpias, los tres «mediadores» sobrepasaron «los límites de cualquier negociación». «El fin no justifica los medios, y en esas reuniones se ofertaron por parte de los mediadores propuestas ilícitas», señala la denuncia inicial, según informa Europa Press. El escrito concreta hasta 12 ofertas y comentarios realizados por los negociadores del Gobierno que, supuestamente, son delictivos. Entre ellos, la calificación como «accidente grave» de las detenciones de presuntos responsables del aparato de extorsión de ETA.

1 comentario:

  1. Haber si sirve para algo, porque tal como está la justicia, no esperamos nada bueno.

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