martes, 26 de abril de 2011

Lo importante es el trabajo bien hecho



Rosa Díez

Todos los dirigentes políticos critican las encuestas cuando éstas les dan resultados negativos y las publicitan y comentan en sus foros cuando les gustan los datos que se reflejan en las mismas. Los argumentos suelen ser los mismos: están manipuladas. Si el resultado es negativo, es porque están manipuladas; si es positivo, es menos positivo que lo que realmente ocurrirá porque están manipuladas.

Que la proyección de voto está manipulada es tan cierto como ello que forma parte de la técnica electora. Claro que depende del énfasis con que se actúe la manipulación resultará más o menos grosera y desvirtuará más o menos la realidad de lo que piensan los encuestados.

Una cierta manipulación (manejo personal de los datos) es inevitable. A la intención de voto que expresa la persona encuestada el encuestador sumará otros datos que suelen tener que ver con la simpatía y el recuerdo (comportamiento) de otros procesos electorales similares; y de ahí (más o menos) se extrae el resultado que luego se publica como intención de voto.

Dicho todo esto –es un repaso simple, los profesionales lo explicarían de forma mucho más compleja porque intervienen otras muchas variables—, es importante que sepamos que hace ya mucho tiempo que las encuestas electorales no se hacen para conocer lo que piensan votar los ciudadanos sino para orientar el sentido de su voto. Les explico: las encuestas proporcionan datos sociológicos importantes que, convenientemente tratados, ayudan a los partidos políticos a enfatizar o esconder sus propuestas. Suministran, además, datos sobre el estado de opinión colectivo respecto a diversos temas y respecto de los líderes y/o partidos políticos en general. Con todo ello, suficientemente cocinado, se elaboran los titulares que otorgan ventajas electorales a unos u a otros; y que expulsan del campo a quienes interesa.

Para hundir las expectativas de un partido político nuevo basta con no citarlo nunca. O con citar, expresamente y tras haber cocinado de forma artera los datos, que no entrará en una institución. Si la gente no ve reflejada nunca en una encuesta las siglas que le gustaría votar, tendrá la sensación de que su voto resultará inútil y votará su segunda opción, aunque esa segunda opción simplemente le resulte la menos mala o la considere la más útil para expulsar o evitar que gane aquel que le desagrada más todavía. Por tanto, quien no pregunta por UPyD o titula que no estaremos en tal o cual institución (después de no haber preguntado directamente por nosotros) está condicionando el voto y favoreciendo un determinado resultado electoral.

Téngase además en cuenta que, –salvo las encuestas del CIS, a cuya metodología es posible acceder unos días después de su publicación–, nadie conocemos cómo se hicieron todas esas encuestas que pueblan los medios de comunicación y van orientando el voto de los ciudadanos al crear un determinado clima de opinión. Si a eso le añadimos que en nuestro caso resulta muy difícil hacer una suma objetiva de otros factores al voto directo (no hay memoria con la que comparar) para UPyD las encuestas resultan un instrumento para condicionar el voto. Si se empeñan en que no estamos, habrá muchas posibilidades de que, en algún caso, tengan éxito y consigan desanimar a los ciudadanos para provocar que no estemos; es la teoría de la profecía autocumplida.

Bueno, todo esto era para deciros que lo que tenemos que hacer es seguir a lo nuestro; y lo nuestro es trabajar para darles a los ciudadanos un instrumento para cambiar la política y la forma de hacer política. Lo nuestro es favorecer que millones de ciudadanos que se sienten hartos de la política se reconcilien con ella y vuelvan a comprometerse con la democracia. Lo nuestro es hacer propuestas, romper tabúes, escuchar a la gente, debatir con los ciudadanos, dar argumentos, hacer propuestas positivas, no resignarnos, pensar con ambición en el futuro de nuestro país, pedir a los jóvenes que nos acompañen y tomen las riendas, no dar ninguna batalla por perdida.

Lo nuestro es no descansar hasta que no haya ni un solo imputado en ninguna candidatura en ningún proceso electoral; lo nuestro es trabajar para que la educación recupere su papel cohesionador e igualitario; lo nuestro es conseguir que cada ciudadano español, al margen de donde viva, tenga garantizados los mismos derechos sanitarios; lo nuestro es trabajar para que los jóvenes investigadores no tengan que irse de España para desarrollar su conocimiento; lo nuestro es que los padres puedan elegir la lengua en la que educan a sus hijos; lo nuestro es que los órganos de dirección las Cajas de Ahorro dejen de estar ocupadas por personas nombradas por los partidos políticos<, lo nuestro es que la Justicia sea independiente y desaparezcan las cuotas de poder en sus órganos de Gobierno y en el Tribunal Constitucional; políticos; lo nuestro es acabar con el despilfarro y las duplicidades del conjunto de las instituciones públicas; lo nuestro es una reforma laboral que prime el contrato indefinido y que imposibilite que las empresas con beneficios hagan ERES mientras dan bonus millonarios a los directivos que las han puesto en apuros.

Lo nuestro es lo que importa a la gente. Estamos aquí porque creemos que somos necesarios, que alguien tiene que defender estas cosas, que alguien tiene que plantear estos debates. Estamos aquí porque hemos decidido no relegar nuestras responsabilidades como ciudadanos; estamos aquí porque queremos incorporar a otros muchos ciudadanos a los que el país necesita para regenerar la democracia y para darles un horizonte a nuestros hijos. Esto es lo único que nos importa, que nos debe importar.

De lo único que nos podemos responsabilizar es de hacer bien nuestro trabajo. Y, vaya que si lo hacéis…!! Más de siete mil ciudadanos van en las listas de UPyD, lo que posibilitará que más del cincuenta y uno por ciento de los españoles podrán elegir candidatos a su ayuntamiento que defienden los principios y las propuestas de nuestro partido. El esfuerzo y la generosidad de las personas que componen este joven partido son extraordinarios. A todos os doy una vez más las gracias. A los candidatos por querer ser la voz y los ojos de los ciudadanos que os necesitan como interlocutores antes los poderosos; a los otros, –las hormiguitas que han estado trabajando para presentar todas las candidaturas en tiempo y forma–, por haber estado hasta el mismo domingo arreglando “entuertos” para hacerlo posible. No puedo citar a los siete mil candidatos; pero en su nombre y en el de todo el partido quiero daros las gracias a quienes habéis hecho posible que sus nombres estén hoy en el boletín oficial: Alvaro, Alba, Adolfo, Inés, Mayse, Elvira, Juan Luis…, a todos los representantes legales de toda España, ¡ enhorabuena y buen trabajo!

1 comentario:

  1. Efectivamente, esa es la cuestión, el trabajo bien hecho.
    Estamos hartos de siempre lo mismo, la partitogracia, o rojo o azul, siempre la misma historia. Hay alternativa, ni rojo ni azul, color magenta, UPyD.

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