lunes, 4 de abril de 2011

ETA: la segunda oportunidad


FONDO

CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO / El Mundo

Zapatero embusteroLas actas redactadas por ETA de las reuniones mantenidas con los representantes del Gobierno de Zapatero son un reflejo bastante fiel del proceso que se siguió durante más de dos años.

Las negociaciones se iniciaron antes de la tregua de ETA y concluyeron un mes antes de que la banda decidiera volver a matar el 6 de junio de 2007.

Los terroristas esgrimieron en el comunicado en el que daban por terminada la tregua dos argumentos:

1º «La justicia española ha dejado fuera de estas elecciones antidemocráticas [se refiere a las municipales de 2007] a miles de ciudadanos y a la izquierda abertzale, que es el principal activo del proceso».

2º «A la suspensión permanente de actividades armadas ofrecida por ETA, el Gobierno español ha respondido con detenciones, torturas y persecuciones».

Es importante tener en cuenta que es ETA y no el Gobierno quien decide romper la negociación. En el informe a la asamblea de ETA que se celebró en 2008 (http://bit.ly/e8paeQ ) se dice: «Uno de los principales errores de la negociación fue creer que el PSOE estaría dispuesto a buscar una salida al conflicto vasco para mantenerse en el poder».

En ese mismo informe, ETA reconoce la sobrevaloración que hizo de su propia posición estratégica, al dar por hecho que Zapatero necesitaba cerrar un acuerdo para volver a ganar las elecciones de 2008.

Voy a añadir algunos datos más para que tengan el cuadro completo y así poder explicar qué es lo que realmente ocurrió durante el proceso negociador.

ETA quería ir deprisa. La tregua se declaró en marzo de 2006 con el objetivo de que la izquierda abertzale pudiera presentarse a cara descubierta en las elecciones municipales de mayo de 2007.

Por su parte, el Gobierno hizo gestos de buena voluntad hacia la banda (chivatazo, excarcelación de De Juana, destitución de Fungairiño como fiscal jefe de la Audiencia...) pero no pudo cumplir todos los compromisos a los que los negociadores se habían comprometido.

Tras el robo de las pistolas en Francia, se produjo una tensa reunión con los enviados del Gobierno en octubre de 2006 en la que ETA amenazó con la ruptura de las negociaciones. El penúltimo día de diciembre de ese mismo año, ETA cometió el atentado de la T-4, en el que fueron asesinadas dos personas, y lo justificó como una «respuesta» a las «agresiones» por parte del Gobierno español.

¿Cuál fue la respuesta? En la rueda de prensa posterior al atentado, Zapatero habló de «suspensión» de las negociaciones con ETA. Fue Rubalcaba quien habló de «ruptura». Posteriormente, el presidente rectifico y asumió también ese término.

¿Qué significaban esas dudas? Sencillamente que el Gobierno iba a modificar su táctica. La T-4 supuso un salto cualitativo que dio al PP y a las víctimas del terrorismo la razón en su denuncia de la negociación con ETA. La opinión pública no hubiera admitido entonces que Zapatero habría seguido hablando con los terroristas tras la bomba de Barajas.

Es a partir de ese momento cuando Zapatero decide mantener las negociaciones -a pesar de que públicamente dice lo contrario- con un objetivo muy simple: que ETA no vuelva a matar, que mantenga su tregua el máximo de tiempo y, si es posible, hasta después de las elecciones de 2008.

En esa estrategia de marear la perdiz, de dar a entender a los terroristas que, a pesar de la T-4, aún pueden conseguir réditos políticos, se enmarca la legalización a medias de ANV, que logró 73.000 votos en el País Vasco y otros 20.000 en Navarra, lo que le proporcionó un total de 490 concejales en las municipales de 2007.

Tiene razón Rubalcaba cuando dice que las actas están llenas de mentiras. A partir del atentado, los emisarios del Gobierno sólo tenían un objetivo: dar largas, tratar de que ETA no rompiera la tregua utilizando para ello señuelos y promesas que sabía que «no podrían cumplir» (como han declarado ante el juez Ruz).

Por tanto, la negociación tuvo dos fases: una primera, en la que el Gobierno hizo concesiones palpables a la banda y admitió hacer todo lo posible para la legalización de la izquierda abertzale (ése era el sentido de la mesa política en la que se integró el PSE); y una segunda, tras el atentado de la T-4, en la que el único objetivo era alargar la tregua el mayor tiempo posible.

Cuando los terroristas se dieron cuenta de ese engaño, rompieron la negociación y dieron por concluida la tregua.

Desde el mes de junio de 2007, Zapatero cambió radicalmente su política contra ETA, dejó tirados a sus socios nacionalistas y de izquierdas y buscó de nuevo el respaldo del PP y la resurrección del Pacto Antiterrorista sobre la base de que Interior dedicara todos sus esfuerzos en la desarticulación de los comandos de la banda.

Cuando se celebraron las elecciones generales de 2008, la negociación con ETA no formaba ya parte de las agendas de los partidos. El PSOE no sufrió ningún desgaste por sus coqueteos con la banda porque llevaba meses deteniendo terroristas y había logrado el apoyo PP.

¿Qué sucede ahora? ETA, según el auto del Supremo, planificó el nuevo camino a seguir ya desde la primavera de 2009. Sortu, según el Supremo, sería una creación genuina de ETA.

Sin embargo, la izquierda abertzale podría estar en los ayuntamientos, de la mano de Eusko Alkartasuna, y, en el futuro con sus propias siglas si el Tribunal Constitucional admite su recurso contra la sentencia del Supremo.

Zapatero embustero El voto particular de los siete magistrados (de Jueces para la Democracia, de obediencia socialista) discrepantes del Supremo abre la vía al Constitucional para que permita la vuelta de Batasuna a la política activa. Su argumento es novedoso: la izquierda abertzale habría impuesto sus tesis políticas a ETA.

Lo importante es que los magistrados que defienden esa tesis son los más próximos al Gobierno. Es decir, que Zapatero/Rubalcaba pretenden ahora lograr lo que no consiguieron en la anterior tregua.

Hay gente que opina que la derrota de ETA es un hecho y que el fin de banda está amortizado. Yo creo que si Zapatero logra llegar a 2012 sin atentados y con ETA en situación de entregar las armas, habrá obtenido el mayor éxito de su segunda y agónica legislatura. O sea, el mejor regalo para el futuro candidato.

J. M. ALONSO / San Sebastián

Eusko Alkartasuna oficializa la coalición que cobijará a Batasuna

Urizar niega que sea «un plan B», sino «una oferta basada en la unidad soberanista»
La izquierda abertzale ya cuenta con la vía alternativa de EA para volver a las instituciones vascas. Bildu, la nueva coalición que dará cobijo a la ilegalizada Batasuna, se vistió ayer de largo en un acto en San Sebastián en el que llamó a independientes soberanistas y de izquierdas a «sumar fuerzas» para llevar a «Euskal Herria» a «una situación de paz verdadera y a un escenario donde todos los derechos sean respetados».

El nuevo polo soberanista, conformado por EA, Alternatiba e independientes de izquierdas, nace para articular un «proyecto serio y con proyección de futuro» que permita que «el soberanismo tenga en las instituciones el peso que tiene en la sociedad vasca». Por ello, sus promotores darán la bienvenida a agentes sociales abertzales que completen la «unidad soberana», pese a sus intentos por desligarse públicamente de Batasuna durante su estreno oficial.

El secretario general de EA, Pello Urizar, aseguró que la coalición «nunca ha sido un plan oculto ni un plan B para los que impulsamos Bildu», sino un intento de conformar «una oferta única del soberanismo». El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, aseveró con «rotundidad» que «no es un sujeto político electoral puntual o cortoplacista, sino que se proyecta en el tiempo con el ánimo de ir incluyendo a más personas y agentes en la construcción de una realidad política y social de cambio». Matute considera que la nueva plataforma necesita «sumar fuerzas en esta lucha por un cambio político y social en Euskal Herria».

La oficialización de Bildu llega un día después de que las asambleas generales de EA y Alternatiba respaldaran por unanimidad esta apuesta electoral que agrupa a «diferentes sensibilidades políticas de este país» bajo una «oferta completa, compleja y única» que responde a «las aspiraciones políticas de una gran parte de la sociedad vasca». En Navarra, ha sumado fuerzas con los independientes Herritarron Garaia tras la salida de EA de NaBai, que vetó a la izquierda abertzale.

La nueva marca electoral se presentará el próximo sábado en el Kursaal, a las 17.00 horas, en un acto al que asistirán sus candidatos a las diputaciones y ayuntamientos de cara al 22-M. Sus promotores trabajan con el convencimiento de que no habrá una decisión del Constitucional sobre Sortu antes de que finalice el plazo de presentación de listas, por lo que, al margen de conocer sus caras, el acto ofrecerá pistas sobre los independientes de Bildu.

1 comentario:

  1. Ya los tenemos de nuevo metidos en las intituciones, cogiendo pasta para su entorno etarra. Esto es demencial, y el desgobierno que tenemos, estará contento.

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